Clinton centra atención del primer debate de las primarias demócratas

  • Hillary Clinton, golpeada en los sondeos pero aún favorita del bando demócrata, encarará este martes a sus rivales, entre ellos el sorprendente Bernie Sanders, en el primero de una serie de debates en la carrera a la Casa Blanca.

Las Vegas, capital del juego y del placer, en Nevada (oeste), será por una vez epicentro de la política, cuando Clinton, Sanders y otros tres aspirantes tomen el escenario para un despliegue de sutiles diferencias, que anticipa un contraste con el dramático choque de personalidades en el partido Republicano.

También será un contingente menos numeroso y menos diverso: sin candidatos negros o de origen latino. Y como en el bando conservador, una sola mujer en competencia.

Aunque ausente, el vicepresidente Joe Biden, dubitativo sobre una eventual candidatura, planeará como una sombra sobre el encuentro.

Los demás aspirantes -el exgobernador de Maryland Martin O'Malley, el exsenador Jim Webb y el exgobernador de Rhode Island Lincoln Chafee-, que exhiben índices de popularidad de un dígito, intentarán hacerse notar.

Para Clinton, que fue senadora y secretaria de Estado, el objetivo será convencer que tiene la experiencia para ser la primera mujer presidente y llevar un tercer mandato seguido para los demócratas por primera vez desde las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial.

Pero al lado tendrá a Sanders, el senador independiente por Vermont (noreste) que atrae multitudes con su "revolución política".

"Hillary necesita mantener su estatus de favorita y los otros deben competir por ser la alternativa. Y eso siempre es difícil, especialmente en una primaria donde, como todos son del mismo partido, las diferencias entre los candidatos son sutiles, no deslumbrantes", escribió Elaine Kamarck, del centro de estudios Brookings.

Casi ocho años después de su amarga derrota frente a Barack Obama en la carrera por la investidura demócrata, Clinton, de 67 años, regresa nuevamente como la candidata a vencer, aunque arrastra una reputación de ser distante con los votantes.

Tampoco ha podido deshacerse del escándalo por el uso de un servidor de correo privado durante su gestión como secretaria de Estado.

"Esta noche entraré al escenario del primer debate demócrata en Las Vegas y presentaré nuestros planes e ideas para este país, los mismos planes e ideas que he comentado con los estadounidenses todos los días desde que lanzamos esta campaña", escribió este martes la exsenadora en un correo electrónico a sus simpatizantes.

A nivel nacional, Clinton mantiene la delantera en las encuestas, pero va por detrás de Sanders en New Hampshire y su ventaja es modesta en Iowa, dos estados claves del inicio de las primarias en 2016.

Aunque evoca más reacciones negativas que positivas (49% contra 47%) entre la población general, es más popular que Sanders entre los demócratas, que la ven de manera favorable en 79%-19%, comparado con la proporción 47%-24% del senador, según un sondeo del Washington Post y ABC News publicado este martes.

En la búsqueda de los votos de la izquierda estadounidense, se espera una competencia por ver quién luce más combativo frente a Wall Street o el lobby de las armas, o quién es el más crítico respecto de los tratados de libre comercio o de las intervenciones militares en el extranjero.

A la vez, buscarán atraer a los votantes jóvenes y negros, que representan una tajada importante de la base demócrata.

Organizado en el hotel-casino Wynn de la llamada "ciudad del pecado", el debate empezará a las seis de la tarde (01H00 GMT). Unas 1.300 personas podrán verlo en directo y millones más a través de la cadena CNN.

Pocas horas antes del evento principal, los candidatos - o sus asistentes en el caso de Clinton- visitaban el plató para los últimos preparativos.

Y los seguidores de Clinton y Sanders -con camiseta azul los de ella, y roja los de él- comenzaban también a llegar al hotel.

El debate es un anticipado encuentro cara a cara entre Clinton y Sanders, quienes hasta ahora sólo han protagonizado discretos cruces de opinión.

Pero Sanders, de 74 años, que se autodenomina como "socialista democrático", adelantó que no pretende hacer "ataques personales". Este martes rechazó que el debate sea sobre un choque entre él y Clinton.

"No, no lo es. Es sobre el colapso de la clase media, niveles masivos de desigualdad económica y un sistema electoral corrupto que permite a billonarios comprar elecciones", dijo a CNN.

Donald Trump, el favorito republicano y magnate que se robó el show durante el primer debate en agosto, no estará en el escenario demócrata, pero de alguna manera forzó su presencia.

Aunque remarcó con ironía que el debate será "muy aburrido", aseguró que lo seguirá por Twitter.

"Me alegra que lo vayas a ver. Será enorme", respondió Clinton, burlándose de la jerga del millonario inmobiliario.

rsr/dg

Mostrar comentarios