Y su difusión en prensa

Cloacas del Estado: la juez no ve delito con la grabación al CNI del caso Nicolás

Archiva la causa abierta contra el exDAO Eugenio Pino y Villarejo por la campaña contra el comisario que investigó al pequeño Nicolás.

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Martín Blas se reunió con agentes del CNI para cerrar el operativo sobre el pequeño Nicolás
Agencias. 

Fin de la investigación por la grabación y posterior difusión de la reunión que mantuvieron agentes del CNI y de Asuntos Internos de la Policía Nacional por la operación contra el 'pequeño Nicolás'. Un juzgado de instrucción de Madrid ha archivado las actuaciones que tenía abiertas contra el exnúmero dos de la Policía Nacional Eugenio Pino, el comisario José Manuel Villarejo y un grupo de periodistas por la publicación en prensa de la grabación de este encuentro de 2014 para diseñar la estrategia que lideró el comisario Marcelino Martín-Blas contra el joven que se hacía pasar por agente del CNI.

Se trata de un episodio más en la ya conocida como 'guerra de comisarios' y que se produce en pleno juicio a Eugenio Pino y su subordinado, acusados de haber intentado 'colar' un pendrive con datos falsos en la causa que sigue la Audiencia Nacional contra el clan Pujol. Ahora, la magistrada al frente del Juzgado de instrucción número 7 de Madrid, Susana Trujillano, ha movido ficha en la causa abierta hace tres años por la filtración en prensa de esta grabación. El procedimiento echó a andar a tenor de la querella presentada por el exjefe de Asuntos Internos, Martín-Blas, tras la difusión en prensa de la grabación de una reunión confidencial y cuya autoría se atribuye a José Manuel Villarejo. 

Martín Blas llevó el asunto a los tribunales al considerar que estas publicaciones atentaban contra su persona y contra la comisión judicial que creó el instructor del caso Nicolás, el magistrado Arturo Zamarriego. Según expuso, estos hechos podrían ser constitutivos de delito continuado de calumnias y de injurias puesto que, según alegó, es radicalmente falso que Asuntos Internos introdujera pruebas falsas en la causa contra el pequeño Nicolás. Tras escuchar la versión de los querellantes y los querellados, la juez adopta el criterio "brillante" de la Fiscalía y sobresee provisionalmente esta causa penal.  

Se llevaron papeles del caso 

Según recalca en una providencia a la que ha tenido acceso La Información, aunque las informaciones publicadas resultaran "peyorativas" contra la cúpula policial al frente del dispositivo, eran veraces. Además, exime al exDAO Pino al no quedar demostrado que estuviera detrás de la filtración en prensa de informaciones negativas de Martín Blas. Finalmente, también exculpa a Villarejo por las críticas que hizo a Martín Blas, de quien aseguró que era un "traidor" de la Policía. El comisario, que está en la diana de la Audiencia Nacional por sus encargos de espionaje privados, también arremetió duramente contra el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán y el exdirector general de la Policía Ignacio Cosidó.

Este es capítulo más en la guerra que estalló dentro de la bautizada como policía patriótica del Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, el propio Pino aludió en su interrogatorio ante la juez a la enemistad entre Martín Blas y Villarejo. Según expuso entonces, el operativo sobre el pequeño Nicolás hizo que surgieran "roces" entre los dos comisarios. El asunto en cuestión terminó con el cese Martín Blas como jefe de Asuntos Internos y las derivadas jurídicas de la presunta grabación ilegal de sus actividades. Cabe recordar que esta grabación ya fue objeto de la investigación penal dirigida por el magistrado Zamarriego en el marco del 'caso Nicolay'. De hecho, se trata de un caso que está pendiente de juicio y por el que se sentarán en el banquillo Villarejo (que afronta una pena de cárcel de cuatro años) su mujer Gemma Alcalá y el periodista Carlos Mier. 

Sin embargo, estas otras diligencias nacieron exclusivamente de la difusión en prensa de dicha grabación y de informaciones que el exjefe de Asuntos Internos consideró que atentaban contra su honor. Uno de los asuntos candentes de este caso reside en las acusaciones que vertió Villarejo contra el comisario cesado al asegurar que se llevó documentación reservada sobre el caso de Francisco Nicolás. Martín Blas respondió que en el encuentro grabado en ningún momento se habló de introducir pruebas falsas aunque sí admitió que cuando cesó de Asuntos Internios, la comisión judicial se llevó elementos informáticos y técnicos que necesitaba para la investigación encargada por el juzgado.

Represalias de la comisión judicial

Entre los miembros que integraron dicha comisión judicial se encuentra el agente de la Unidad de Asuntos Internos encargado de elaborar los informes de seguimiento de encuentros de Villarejo con periodistas. Él mismo explicó las presiones que recibió en el marco de esta investigación y que fueron recogidas por este diario. Según dijo entonces ante la magistrada instructora, fue "cesado y degradado" de ocupar puestos relevantes en la Policía Judicial y le mandaron a jefe de custodia de calabozos. También dio detalles de la famosa reunión de octubre de 2014 entre miembros del CNI y Asuntos Internos y al respecto dijo que el encuentro se celebró para informar a los agentes de 'La Casa' de que el pequeño Nicolás se estaba haciendo pasar por miembro del Centro Nacional de Inteligencia aportando documentación al respecto. 

Se trata de un capítulo más de la guerra entre la cúpula policial del Gobierno del PP, pero no el único. El juicio que ha arrancado esta semana en la Audiencia Provincial de Madrid por intentar introducir pruebas falsas en el caso Pujol es otro ejemplo de las desavenencias entre los jefes policiales de entonces. El asunto, que comenzó investigando la Audiencia Nacional al descubrir que el sumario contaba con pruebas que no se sabían de donde venían, ha acabado sentando en el banquillo a Eugenio Pino y un subordinado. En su interrogatorio de este martes ambos acusados hicieron alusión manifiesta a Martín Blas asegurando que había actuado con deslealtad hacia ellos. Así, mientras Pino niega la existencia de ese dispositivo y asegura que el que se lo entregó fue Martín Blas, éste contradice su versión y rechaza cualquier implicación en el asunto. 

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