El CNI celebra el arresto de Puigdemont tras los fiascos de su fuga y las urnas

  • El CNI colocó una baliza en el coche de Puigdemont mientras se encontraba en Waterloo. Solo tuvieron que seguir su rastro para detenerlo.
Fotografía Carles Puigdemont
Fotografía Carles Puigdemont
Cordon Press

Cinco meses después de fugarse la policía judicial alemana detuvo este domingo a Carles Puigdemont. El CNI fue clave en un arresto que pudo ser posible gracias a una 'chicharra', que es como se conoce en el argot policial a las balizas que se colocan en los vehículos. Ya lo hacía la Policía y la Guardia Civil con los dirigentes etarras y ahora el mismo sistema de seguimiento ha servido para detener al expresidente de la Generalitat cuando acababa de cruzar la frontera entre Dinamarca y el país germano.

La baliza había sido situada por el CNI en los bajos de uno de los vehículos que utilizaba Puigdemont. El servicio de Inteligencia quería seguir así los pasos del coche que le trasportaba por el país a los diferentes actos a los que acudía. Así, cuando el vehículo en cuestión abandonó Bélgica hace unos días para dirigirse hacia Alemania saltaron todas las alarmas. Los especialistas españoles tenían todo controlado y siguieron el recorrido del vehículo gracias al mecanismo de geolocalización móvil.

El puzle cuadró cuando Puigdemont no tomó el avión en Finlandia y llegó hasta Dinamarca, presumiblemente, utilizando un barco y por tierra. Cuando el vehículo llega a Dinamarca el CNI solo tiene que comprobar que, efectivamente, se dirigía a recoger al expresident de la Generalitat y esperar a que cruce la frontera con Alemania para proceder a su arrestro. Fuentes cercanas al CNI informan que los servicios de Inteligencia españoles llevaban desde el viernes en contacto con sus colegas alemanes para detener a Puigdemont nada más pisara suelo germano, hecho que se produjo este domingo cuando pasaban unos minutos de las 11 de la mañana.

Ambiente de éxito en el CNI

Con la detención de Puigdemont el CNI consigue poner fin a una fuga de cinco meses y apuntarse un tanto tras dos sonoros fracasos por los que los servicios de Inteligencia recibieron duras críticas: no lograron anticiparse a la huida del expresidente por la frontera con Francia en octubre, coincidiendo con la aplicación del artículo 155, y tampoco pudieron interceptar las urnas que se utilizaron en el referéndum del 1 de octubre.

El Gobierno, a través de los servicios de Información, se afanó en investigar dónde se encontraban esas urnas y esas papeletas utilizadas que se imprimieron. En la operación trabajaron agentes de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía y del Centro Nacional de Inteligencia, que tenían orden de comunicar a sus superiores cualquier actividad relacionada con la organización del referéndum. Pero no encontraron la pieza clave para que los catalanes pudieran votar el 1-O. El propio Puigdemont había desafiado al Gobierno español reconociendo unos días antes de ese día que tenían listas más de 6.000 urnas y otras cuantas papeletas. 

Donde sí trabajó intensamente el CNI es en la localización hackers independentistas. Fueron activistas del entorno de Anonymous que realizaron varios ciberataques contra todas las webs con dominio .es con el objetivo de dejarlas inoperativas. Fueron nombres como @eljomudo, que en su perfil se define como "El único día fácil fue ayer. We are Anonymous. We are Legion. We do not forgive. We do not forget. Expect us", como @MrAstraX y como @La9deAnon, que se define como "We are Anonymous, Legion, One. Expect us. Inglourious /b/asterds" y cuyo nick recuerda a la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia Libre, conocida popularmente como la División Leclerc, y en la que estuvieron enrolados 150 republicanos españoles.

Con esta operación el CNI cierra toda sombra de sospecha sobre su actuación en el desafío independentista de Cataluña y se apunta el tanto de la detención de Puigdemont con un trabajo eficaz y, como es habitual, en silencio.

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