La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tachado este lunes de "fanático" al conseller de Interior, Miquel Buch, por su queja al Gobierno del Estado por haber entregado a Cataluña una partida de 1.714.000 mascarillas, y ha exigido al Ejecutivo catalán una "rectificación". La cifra, ha denunciado el conseller en la rueda de prensa del Govern, recuerda al 1714, año de la caída de la ciudad de Barcelona a manos de las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión, que se conmemora cada 11 de septiembre en Cataluña.
Buch ha atribuido intencionalidad política a ese envío: "Es una cifra simbólica para Cataluña, pero también es un cifra nefasta. Quiero enviar un mensaje al Gobierno de España: así tampoco. Si a alguien del Gobierno de España se le ocurre que la próxima cifra de mascarillas, o de test, o de lo que sea tenga que ver con el 1939 y, por lo tanto, nos dan 1.939.000 mascarillas, no se lo permitiremos. Con la historia de los catalanes no se juega".
Desde Twitter, Colau se ha hecho eco de sus palabras: "La última cosa que necesita una emergencia sanitaria es que haya fanáticos entre los responsables públicos que la tienen que gestionar. Los catalanes y catalanas no nos merecemos pasar esta vergüenza ajena". "Hace falta una rectificación del Govern", ha añadido.
Rufián, por su parte, ha compartido desde su cuenta en Twitter el vídeo con las declaraciones de Buch y ha añadido, en tono de burla: "No. No es el Polònia", en alusión al programa de sátira política semanal que emite la televisión pública catalana TV3.
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