Colombia falla en intento de elevar crisis con Venezuela a cancilleres de OEA

  • La OEA rechazó este lunes la solicitud de Colombia de convocar una cita extraordinaria de cancilleres del organismo para discutir la crisis fronteriza generada entre ese país y Venezuela, al tiempo que Unasur aplazó una reunión prevista para debatir el mismo tema.

La canciller María Ángela Holguín reaccionó poco después a los dos anuncios con duras críticas a la Organización de Estados Americanos (OEA) y poniendo en duda la asistencia de su país a la cita de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

"Vamos a evaluar si se justifica y si vale la pena ir" a la cita de Unasur, dijo Holguín.

"Hay que replantear un poco para qué está la OEA, porque si no es capaz ni siquiera de hacer un foro sobre un tema de violación de derechos humanos, un tema que le interesa a toda la región (...) uno se pregunta: ¿Esos foros multilaterales finalmente cómo es que logran tener decisiones que favorezcan a los países?", destacó la jefe de la diplomacia colombiana.

Colombia había solicitado la cita de cancilleres de la OEA para "que el continente conozca que desafortunadamente Venezuela tomó una decisión de sacar a los colombianos de una manera indigna" de su territorio, explicó Holguín

Hace dos semanas Venezuela cerró un sector de la frontera y deportó a 1.100 colombianos que residían en poblaciones limítrofes.

Pero con solo 17 países favorables a la reunión, incluyendo Uruguay, Estados Unidos, Chile y México, la propuesta se quedó a un voto de alcanzar la mayoría necesaria en el organismo para citar a sus cancilleres.

Panamá, que inicialmente apoyó la convocatoria, finalmente se abstuvo -con otros diez países-, insistiendo en su ofrecimiento de ser mediador en el conflicto. Cinco países votaron en contra y el representante de Dominica no estuvo presente.

El rechazo a la cita de cancilleres en la OEA y el aplazamiento de la reunión en Unasur deja por el momento al diferendo entre Colombia y Venezuela sin un escenario multilateral de discusión.

Durante la reunión de más de tres horas en Washington, Colombia y Venezuela expresaron puntos opuestos sobre la situación fronteriza, mientras los demás países expresaban preocupación por la situación y exhortaban a un diálogo.

"Venimos adoloridos, Colombia entera está indignada, Colombia entera está ultrajada", dijo el embajador colombiano Andrés González al iniciar su presentación.

La situación de los desplazados en la frontera con Venezuela es "grave y compleja", señaló el diplomático.

Pero el representante de Caracas ante la OEA, Roy Chaderton, defendió la decisión "democrática" y "soberana" de cerrar la frontera ordenada por el presidente Nicolás Maduro.

Según cifras del gobierno colombiano, además del millar de deportados, más de 7.000 colombianos regresaron a su país espontáneamente por temor a las expulsiones forzadas, quedar separados de su familia o perder sus pertenencias.

Pero la ONU aseguró este lunes que ya más de 11.000 colombianos se han visto afectados por la actual crisis fronteriza.

"Nos preocupa enormemente que hasta 1.500 personas están cruzando la frontera a diario (...) Algunas de esas personas fueron obligados a abandonarlo todo", dijo Fabrizio Hochschild, coordinador residente de la ONU en Colombia, citado en un comunicado.

El éxodo masivo ha dejado a más de 1.000 niños como "víctimas de ruptura familiar" alertó este lunes por su parte la Defensoría del Pueblo de Colombia, que también señaló haber recibido "1.242 quejas formales" relacionadas principalmente con abusos de autoridades venezolanas a la hora de ejecutar las expulsiones.

La tensión entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre parcial de la frontera, y el posterior estado de excepción decretado por Maduro en diez municipios limítrofes, tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando en el estado fronterizo de Táchira, y que el mandatario atribuyó a "paramilitares colombianos".

La crisis se profundizó aún más el jueves pasado, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores y Maduro amplió el cierre a otros sectores fronterizos.

Y este lunes no parecía amainar, tras las denuncias de Maduro sobre un plan para asesinarlo con "anuencia" del gobierno colombiano.

"Tengo pruebas que voy a mostrar de cómo desde Bogotá se está haciendo una campaña para matarme (...), lamentablemente con la anuencia y la vista gorda del Gobierno de Colombia", dijo Maduro en declaraciones a la televisora oficial desde Vietnam, donde se encuentra de visita.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, "está perdiendo la sensatez" al dejarse llevar por sus asesores, dijo Maduro.

Mientras, en el estado Táchira arribó este lunes un contingente de refuerzo de 180 militares. Los efectivos son parte de los 3.000 militares que Maduro ordenó desplegar en cuatro nuevos municipios de la frontera.

rsr/cd

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