El confinamiento complica la violencia de género

"Ya puedo comer sin corte de digestión": la lucha contra el maltrato pese a la crisis

  • Los casos en los juzgados disminuyen pero desde el CGPJ creen que muchas mujeres no piden ayuda ahora por miedo y temen un repunte de denuncias.
Día contra la violencia de género
Día contra la violencia de género
EFE

Hace menos de diez días la situación de Laura (nombre ficticio) era desoladora. Su marido le agredía a ella y a su hija mayor, de 16 años, y la crisis del coronavirus no había hecho más que empeorar la situación. Su pareja pasó de estar temporadas fuera de casa por trabajo a volver cada vez con más frecuencia, lo que provocó más episodios de violencia hasta que decidió ponerse en manos de ayuda profesional. En apenas 48 horas interpuso denuncia en comisaría y se celebró un juicio rápido que culminó con una orden de alejamiento para su pareja. "Lo mío fue hace una semana y ya puedo comer sin que se me corte la digestión", relata en conversación con este medio. 

El caso de esta mujer, de nacionalidad rumana, no es aislado. Son muchas las víctimas que, tras decretarse el estado de alarma, están más expuestas a las agresiones de sus maltratadores precisamente por las restricciones de salida a la calle. En lo que a ella respecta, llegó un punto de inflexión el pasado mes de abril y buscó ayuda por Internet. Así fue como dio con la Fundación Ana Bella. Ellos le asesoraron rápidamente y en apenas unos días había interpuesto denuncia y ya contaba con abogado defensor. Cuando su marido llegó de un viaje de trabajo, la Guardia Civil le detuvo. Al día siguiente se celebró juicio rápido y logró que ya no se le pudiera acercar a menos de 300 metros. "Cada día era más agresivo y con lo del Covid más de lo normal. Nos llamaba 'putas' porque decía que como mi hija me hizo una cuenta de Facebook, ahí tenía novios yo. Ahora soy feliz. De haber sabido que me ayudarían lo habría hecho antes", relata. 

A falta de datos empíricos sobre las denuncias interpuestas durante la cuarentena, en el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género elaboraron un sondeo extraoficial para conocer la evolución de los casos en estado de alarma. En declaraciones a este medio, su presidenta, Ángeles Carmona, relata que a mediados de marzo el número de asuntos relacionados con violencia de género se redujo entre el 20 y el 30% en los juzgados de toda España. En algunos lugares, como Madrid, la caída llegó hasta el 70%. Ese descenso inicial puede tener su explicación en que, con las restricciones acordadas por el Ejecutivo, es más complicado salir de casa, lo que hace que haya disminuido el quebrantamiento de las órdenes de alejamiento por parte de las exparejas de las víctimas.

De las claves en farmacia a los Whatsapps

Sin embargo, más allá de la actitud del presunto maltratador, esta caída de las denuncias puede deberse también al propio miedo que sienten mujeres que, como Laura, son reacias a denunciar en pleno confinamiento principalmente por la reacción de su maltratador, con el que tiene que convivir 24 horas al día, siete días a la semana. Cabe recordar que el 83,3% de agresiones registradas en España en 2018 se produjeron en el interior del domicilio, de acuerdo con los datos que maneja el CGPJ. A todo ello hay que añadir un factor de peso que hace a las víctimas replantearse denunciar, y son sus hijos. "Muchas mujeres no denuncian por los niños. Les resulta muy complicado salir y tienen mucho miedo a las represalias del maltratador. Es muy complicado", explica Carmona.

Por ese motivo, muchas comunidades han llevado a cabo medidas para que las víctimas puedan dar la voz de alarma sin levantar la sospecha de sus parejas. Así, por ejemplo, el Gobierno de Canarias puso en marcha la iniciativa 'Mascarilla 19'. Las mujeres que no sepan cómo denunciar su situación pueden acudir a una farmacia y, diciendo estas palabras clave, allí entenderán que es víctima de violencia de género. A nivel nacional, el Ejecutivo amplió la protección a este colectivo impulsando que los alojamientos turísticos puedan albergar a víctimas de violencia machista en estado de alarma y facilitando un servicio de asistencia psicológica inmediato vía Whatsapp con protocolos concretos de actuación.

gráfico violencia género
Un 83% de las agresiones ocurridas en 2018 se produjeron en el domicilio familiar. / EFE .

"Nos tememos un repunte"

Se trata de alternativas aplaudidas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el cual por su parte recoge una serie de propuestas en su plan de choque contra el colapso de la Justicia para que este tipo de casos se resuelva en sede judicial lo antes posible. Por ejemplo, instan a una valoración forense urgente para fomentar al máximo los juicios rápidos. Carmona, en calidad de vocal del CGPJ, ha participado en el grupo de trabajo que ha elaborado las medidas para colectivos vulnerables. Según detalla, en la actualidad los agentes incluyen en las denuncias iniciales si la mujer presenta algún tipo de lesión física, pero los informes de valoración de riesgo son muy posteriores a estos hechos. Si se agiliza el protocolo, la causa podría resolverse mucho antes y no solo eso sino que se puede analizar también el riesgo real que tiene la víctima de volver a sufrir un ataque. "El fin es no victimizar a la mujer", recalca. 

Sin embargo, desde el Observatorio temen un repunte de casos cuando se levante el estado de alarma. De hecho, la tendencia a la baja se ha roto en las últimas semanas. Por eso para Carmona la denuncia ciudadana es ahora más necesaria que nunca. Pese a ello, cuatro son las mujeres asesinadas por sus maltratadores en el confinamiento, la última el pasado viernes. Esta cifra asciende a 19 si sumamos los casos ocurridos en lo que llevamos de año. Se trata de unos datos muy parejos si se comparan con las mismas fechas del año anterior pero Carmona pide prudencia hasta poder analizar los datos a finales de ejercicio. Y es que en todo el seguimiento realizado desde antes incluso de la creación del Observatorio no hay un patrón común ni un mes igual al anterior que pueda dar explicación a los datos registrados.

De todos modos, el recuento del primer trimestre se obtendrá, como muy pronto, en junio. Fuentes del CGPJ explican que se trata de un proceso largo porque los funcionarios de cada juzgado recogen los datos y los plasman en los boletines de estadística oficial para su posterior remisión al órgano de gobierno de jueces. De ahí que la demora sea, al menos, de tres meses. Donde sí se ha registrado una drástica caída en el número de asistencia a víctimas de maltrato es en el turno de oficio de Madrid. La abogacía de oficio ha realizado 413 asistencias jurídicas, lo que supone un 50% menos que las registradas en el mismo periodo del año anterior (774). Estos datos chocan con los recogidos por el CGPJ en lo que respecta a llamadas de auxilio al 016. De hecho, en el mes de marzo se han disparado hasta las 6.273 en todas las comunidades del país, siendo Madrid y Andalucía las comunidades con mayor número. Se trata del 10,6% más de las recogidas en marzo de 2019, cuando el 016 registró 5.672 llamadas.

"Por los hijos hay que hacerlo"

Donde no ha disminuido la actividad es en los juzgados de violencia sobre la mujer. Tal y como explica a este diario una funcionaria adscrita a uno de ellos, el estado de alarma no está impidiendo que el trabajo salga "al día". En este órgano no se registran más casos en estado de alarma pero sus trabajadores lo tienen claro: "La víctima es lo primero". Por ello, y aunque se turnen para cumplir con las medidas de seguridad acordadas por el CGPJ, siempre están pendientes del número de asuntos que ingresan por si tuvieran que acudir de refuerzo, máxime teniendo en cuenta que entran dentro de la categoría de servicios esenciales de la Administración de Justicia. La funcionaria, que prefiere mantener el anonimato, relata que a primera hora de la mañana ya están pendientes del teléfono para contabilizar las denuncias registradas en las comisarías de la Guardia Civil.

Además hace hincapié en que la asistencia a la víctima no termina cuando ésta sale del juzgado y eso que a veces las denuncias se quedan en papel mojado bien porque se retiran o bien porque también se han dado casos en los que no era una denuncia real. Con todo, explica que si el juez ve especialmente afectada a la mujer que quiere retirar las actuaciones contra su pareja o expareja le pide que lo reconsidere. Hay un trato en los juzgados que trasciende la formalidad. Además, si se interpone orden de alejamiento, los agentes vigilan de cerca para que se cumpla con lo estipulado por el juez. En el caso de Laura, asegura que le salvó pedir ayuda fuera. Por eso aconseja a mujeres que ahora mismo estén en la situación en la que ella estuvo hace apenas unas semanas que no se lo piensen. "Es mejor denunciar que seguir siempre nerviosa y tensa cada vez que él llega a casa. Además, mis hijas ahora sonríen más, entonces... por los hijos también hay que hacerlo", concluye.

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