Advierte de falta de imparcialidad

Asenjo (Iberdrola) ve trato de favor en la comida de Delgado con Florentino Pérez

El exjefe de Seguridad avisa que fue un encuentro "furtivo" y que afecta a la causa contra la eléctrica en la que el empresario figura como víctima.

Dolores Delgado
El almuerzo se celebró en una marisquería y contó también con la presencia del juez Garzón.
EP

El almuerzo que celebraron Florentino Pérez y la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, el pasado 29 de enero ha llegado al caso Villarejo. El exjefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, ha remitido un escrito a la Audiencia Nacional en el que expone que se trató de un encuentro "furtivo", fuera de los cauces habituales y que la sospecha de imparcialidad es máxima teniendo en cuenta que el dueño de ACS figura como perjudicado en la pieza relativa a los encargos de la eléctrica por lo que ejerce de acusación al igual que la Fiscalía Anticorrupción.

El policía pone el foco en la velada que tuvo lugar a finales de enero y en la que también participaron el magistrado Baltasar Garzón y el periodista Antonio Ferreras. En el escritor remitido al Juzgado Central de Instrucción número 6 y al que ha tenido acceso La Información, argumenta que el motivo de este almuerzo celebrado en el restaurante El Telégrafo no se debe a una amistad, sino a una "relación interesada". Además advierte que este encuentro informal puede derivar en "responsabilidades disciplinarias" en el caso de la fiscal general del Estado teniendo en cuenta que es la superiora jerárquica de los fiscales asignados al procedimiento de Tándem en el que se investigan los encargos de espionaje de José Manuel Villarejo. 

"Pareciera que una comida en la que efectivos del Cuerpo Nacional de Policía de la escolta de la Fiscal General del Estado impedían que quedase constancia gráfica del encuentro, preservando así el secretismo del mismo, no cumple los estándares mínimos sobre garantías contra presiones externas, manifestadas estas no bajo ásperas pieles de lobo, sino tras suaves pieles de cordero. A partir de dicho encuentro, la apariencia de independencia, antes herida gravemente, ha recibido la puntilla que la aboca a su inexorable muerte", reza la defensa de Asenjo, la cual apunta que el también presidente del Real Madrid tuvo un trato de "contrastable deferencia" en su primera declaración en sede judicial en noviembre de 2019.  

"Trato diferente"

El empresario se personó entonces como perjudicado del comisario en la pieza decimoséptima que investiga los encargos de Iberdrola al Grupo Cenyt. Aunque la compañía niega contratación alguna para espiarle, Pérez declaró hasta en dos ocasiones sobre este asunto así como sobre el presunto intento de chantaje al que habría sido sometido por parte de un medio de comunicación. Según precisó ante el juez, se le pidió un millón de euros a cambio de no publicar un material que lo habría vendido al periódico Gemma Alcalá, actual mujer de Villarejo. Al respecto se queja Asenjo de que en sus comparecencias sobre este asunto  se dispensó a Pérez un trato diferente al otorgado a otras acusaciones de esta misma pieza. Aunque la primera de ellas se produjo en sede judicial, la segunda, también en noviembre de aquel año, la recogió una unidad policial.

"No se dirá aquí que Fiscalía no puede sentarse con las partes procesales de las causas en las que intervenga. Pero dichas reuniones han de seguir los cauces oportunos (...). Jamás como furtivo y en todo caso vituperable contubernio, vino y mariscos por medio, en los reservados de los locales matritenses, en los que funcionarios públicos aceptan dádivas por razón del cargo extramuros de los límites impuestos por los usos socialmente aceptables", expone. Al respecto incide en que el almuerzo corrió a cargo del empresario, siempre según la noticia adelantada por Vozpópuli, y que ello podría entenderse como un "regalo, favor o servicio" en función a lo dispuesto en el artículo 52 del Real Decreto Legislativo 5/2015 sobre los empleados públicos. 

Igualmente, Asenjo precisa que, en base a lo aprobado por el Ayuntamiento de Madrid el 5 de noviembre de 2015 y que regula el régimen de regalos que reciben el alcalde y concejales, la cuantía máxima para los mismos es de 50 euros en el caso de comidas. La norma fija en 150 euros el límite del valor de los regalos que pueden ser aceptados durante un año procedentes de la misma persona. "No estamos diciendo que ningún funcionario público, Fiscal General del Estado incluida, deba abstenerse de mantener relaciones de amistad compartiendo comidas en las que, dichas amistades, corran con la cuenta unas veces, y aquellos en otras ocasiones. Pero desde luego, si la fiscal general del Estado mantuviera esas relaciones de amistad con quien preside empresas que están siendo investigadas en sede penal, habrá necesariamente de abstenerse de realizar bochornosos alardes de amistad en tanto la responsabilidad penal de su amigo se encuentre sub índice", añade. 

No existía relación ninguna de amistad previa que pudiera amparar la comida desvelada.  

Se refiere el empresario a la presunta implicación de ACS en la causa del 3 por ciento que también investiga la Audiencia Nacional. En el marco de dicho procedimiento la Policía Judicial apuntó que el Grupo ACS habría efectuado donaciones a fundaciones ligadas a la extinta Convergència Democrática de Cataluña. De ahí que advierta que estarán especialmente "pendientes" de los movimientos del empresario en esta pieza concreta para evitar que se pudieran producir abusos. Igualmente recuerda que ante sospechas de parcialidad de un juez, las partes pueden recusarle logrando incluso que se le aparte de un caso, mientras que a un fiscal no se le puede recusar. "Mientras Delgado permanezca en su puesto existirá una sospecha fundada de parcialidad respecto de la actuación que sus subordinados en las distintas causas en las que intervenga Florentino Pérez y, por ello, se estaría violando el derecho a un proceso con las garantías debidas", precisa. 

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