Comienza el proceso al "Fritzl alemán", padre de 8 hijos de su hija adoptiva

  • Berlín.- La Audiencia de Coblenza, al oeste de Alemania, inició hoy el juicio contra un hombre de 48 años acusado de violar sistemáticamente a tres de sus hijos, dos de ellos adoptivos y una biológica, y de tener ocho hijos-nietos con la mayor de ellos, actualmente de 28 años.

El "Fritzl alemán" reconoce la paternidad de ocho hijos con su hijastra y niega las violaciones
El "Fritzl alemán" reconoce la paternidad de ocho hijos con su hijastra y niega las violaciones

Berlín.- La Audiencia de Coblenza, al oeste de Alemania, inició hoy el juicio contra un hombre de 48 años acusado de violar sistemáticamente a tres de sus hijos, dos de ellos adoptivos y una biológica, y de tener ocho hijos-nietos con la mayor de ellos, actualmente de 28 años.

Los medios germanos llaman al acusado el "Fritzl alemán", ya que su caso recuerda al del austríaco Josef Fritzl, el hombre que durante 24 años tuvo encerrada a su hija, con la que tuvo siete hijos, en una cámara secreta de su sótano.

El procesado, un hombre sin empleo conocido e identificado por la prensa como Detlef S., es acusado de violar desde 1987 a su hija e hijo adoptivos y a su hija biológica, de 18 años, de tener ocho hijos con la primera, de los que viven siete, y de obligar a prostituirse a las dos chicas.

El hombre, que se declara inocente y niega los hechos, fue detenido el pasado verano, pero su caso ha sido tratado con reserva por la fiscalía de Coblenza por respeto a las víctimas y sólo se ha hecho público con motivo del comienzo del juicio.

El caso se produjo en Fluterschen, un pueblo de 750 habitantes en la región de Westerwald, en el estado federado occidental de Renania-Palatinado.

Las violaciones salieron a la luz tras llegar a manos de las instituciones responsables de la protección de menores una carta de despedida de la hija de 18 años a su madre, en la que anunciaba que abandonaba el hogar familiar, y que fue entregada por la hija adoptiva, de 28 años de edad.

La familia vivía en una casa unifamiliar de Fluterschen en la que residían el padre, su esposa de 52 años, tres hijos de ésta de un primer matrimonio, otros dos hijos comunes y siete hijos de una de las hijas adoptivas, que perdió a uno de sus bebés poco después de nacer.

Los siete hijos supervivientes de la relación forzada por el padre con su hija adoptiva nacieron entre 1999 y 2009, sin que su madre se atreviera, por miedo, a denunciar los hechos, y las pruebas de ADN han demostrado que el acusado es el progenitor de todos ellos.

Pese a que la gran familia era visitada periódicamente por asistentes sociales y éstos preguntaron reiteradamente por el padre de los siete pequeños, todos con un gran parecido físico con su progenitor, la madre de los menores nunca tuvo valor para denunciarle.

Incluso una investigación abierta por las autoridades fue archivada en 2002 por falta de pruebas, ya que los hijos y la madre se negaron a declarar contra el padre de familia.

El acusado podría ser condenado a una pena máxima de 15 años, aunque la fiscalía y la acusación particular, que representa los intereses de los tres jóvenes violados, exigen además que, tras el cumplimiento de la pena, sea recluido de por vida debido a su peligrosidad.

En unas declaraciones a la prensa, la hija adoptiva comentó que, fuera de su entorno familiar, resulta difícil entender cómo pudo prolongarse en el tiempo una situación así, pero que se debía fundamentalmente al clima de terror en el hogar, donde el padre propinaba palizas a quien osaba llevarle la contraria.

La madre de la familia, contra la que todavía no se ha abierto procedimiento alguno, ha declarado no haber tenido conocimiento de los abusos cometidos por su marido.

Dado que el acusado niega los hechos, en el proceso deberán declarar las tres víctimas, aunque la mayor ha expresado su esperanza de que finalmente haga una confesión completa para evitar tener que declarar en su contra en su presencia.

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