Comienza transición hacia el regreso del PRI al poder en México

  • El presidente mexicano, Felipe Calderón, y su sucesor electo, Enrique Peña Nieto, dieron inicio hoy a una transición que derivará el 1 de diciembre en la devolución del poder a un partido que lo ejerció durante siete décadas, por parte de la agrupación que se lo arrebató en 2000.

México, 5 sep.- El presidente mexicano, Felipe Calderón, y su sucesor electo, Enrique Peña Nieto, dieron inicio hoy a una transición que derivará el 1 de diciembre en la devolución del poder a un partido que lo ejerció durante siete décadas, por parte de la agrupación que se lo arrebató en 2000.

Calderón se reunió en la residencia presidencial con Peña Nieto, quien el viernes pasado recibió del Tribunal Electoral de México la constancia que lo acredita como presidente electo después de las elecciones del pasado 1 de julio.

Al cabo del encuentro, Peña agradeció al mandatario el "apoyo institucional" para trabajar en la elaboración de la agenda de políticas y programas que pondrá en práctica a partir del próximo 1 de diciembre, cuando asuma la Presidencia.

"Esta reunión marca el inicio del trabajo de enlace y coordinación para que la transición sea ordenada, apegada a derecho y transparente", dijo Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Expresó su determinación de aprovechar los próximos tres meses para "recoger diagnósticos e información que permita con mayor precisión orientar las acciones y políticas públicas" que instrumentará la próxima Administración.

"Quiero también reconocer públicamente que advierto que el escenario que habremos de enfrentar (...) nos permitirá construir a partir de una plataforma sólida en cuanto a la estabilidad macroeconómica, de avances que ya se tienen en distintas áreas de la administración", dijo en un reconocimiento al actual mandatario.

Pero agregó que su interés es "reforzar e imprimirle a la Administración" que encabezará "una mayor eficacia para la concreción de logros y resultados en beneficio de los mexicanos".

Por su parte, el presidente Calderón reiteró su felicitación a Peña Nieto y el llamado a todo el país a apoyar a la nueva Administración.

Manifestó su decisión personal y de su Gobierno de avanzar en una transición "ordenada, transparente y eficaz" para garantizar el bienestar de todos los mexicanos.

"Es claro que el trabajo en favor del bienestar de los mexicanos no puede ni debe detenerse, y que el progreso de nuestra querida nación debe ser nuestra prioridad. Y de hecho, como lo hemos conversado, es nuestra prioridad común", expuso.

Finalmente, refirió que convino con su interlocutor que durante los próximos meses el equipo de transición designado por Peña trabajará con sus contrapartes en el Gobierno federal en torno a los principales temas de la agenda gubernamental.

Con la designación de Peña Nieto como presidente electo y el inicio del proceso de transición queda atrás un periodo postelectoral marcado por el desconocimiento de la izquierda al triunfo de Peña Nieto en las elecciones del 1 de julio.

El viernes pasado, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó por unanimidad la victoria de Peña Nieto, quien asumirá el 1 de diciembre las riendas del país.

La victoria del candidato del PRI se fundamentó en que recibió 38,2 % de todos los votos emitidos, por el 31,6 % obtenido por el abanderado de la coalición de izquierda Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador.

En su primer mensaje como mandatario electo, Peña pidió a todos los partidos políticos dejar de lado las diferencias y construir acuerdos para realizar "transformaciones de fondo" que el país necesita.

"Es momento de iniciar una nueva etapa de trabajo corresponsable y de unidad", afirmó sólo horas después de que López Obrador desconociera su triunfo y llamara a una campaña de "desobediencia civil" que comenzará el 9 de septiembre con una concentración en el Zócalo de Ciudad de México, bastión de la izquierda en el país.

López Obrador vio hoy frustrado así su segundo intento por llegar a la Presidencia, tras derrumbarse su pretensión de que la elección fuera invalidada.

El Movimiento Progresista alegó ante el TEPJF que la victoria de Peña se basó en la "compra" de millones de votos y en el uso de dinero de procedencia ilegítima, entre otras irregularidades.

"No puedo aceptar el fallo del Tribunal Electoral" porque "las elecciones no fueron ni limpias, ni libres, ni auténticas", aseguró el líder izquierdista, quien sostuvo que no reconocerá "un poder ilegítimo".

López Obrador tampoco reconoció nunca su derrota por estrecho margen en las elecciones de 2006 ante Calderón, a quien llamó mandatario "espurio" mientras que él se proclamó "presidente legítimo".

Peña Nieto asumirá la jefatura de Estado por un periodo de seis años en una ceremonia que se llevará a cabo en el Congreso y que marcará el regreso al poder del PRI, que gobernó al país desde 1929 hasta 2000, cuando fue derrotado en las urnas por el Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece Calderón.

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