Comisión de Verdad denuncia que efectos de golpe de Estado siguen en Honduras

  • La Comisión de Verdad, afín al expresidente de Honduras Manuel Zelaya, afirmó hoy que los efectos del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra él, se continúan manifestando, especialmente en la violación a los derechos humanos.

Tegucigalpa, 3 oct.- La Comisión de Verdad, afín al expresidente de Honduras Manuel Zelaya, afirmó hoy que los efectos del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra él, se continúan manifestando, especialmente en la violación a los derechos humanos.

La denuncia ante la prensa la hizo en Tegucigalpa la Comisión de Verdad, creada en junio de 2010 y que preside la ecuatoriana Elsie Monge, en un resumen sobre los hechos ocurridos antes, durante y después del derrocamiento de Zelaya.

El estudio, que fue presentado ante unos 500 seguidores de Zelaya, quien también asistió al acto, subraya que desde el 28 de junio de 2009 hasta agosto de 2011 en Honduras se registraron 5.000 casos de violaciones a los derechos humanos.

El informe, de más de 360 páginas, recoge 1.966 testimonios y documenta más de 5.000 casos de violaciones a los derechos humanos.

Monge, dijo a Efe que desde el golpe de Estado hasta la fecha muchos hondureños "siguen siendo víctimas de atropellos, abuso de poder y la violación de sus derechos humanos".

Agregó que en "la impunidad está la base de la violación a los derechos humanos", y que, por tanto, es necesario "luchar contra ella, porque no puede haber paz mientras la justicia no funciona".

La Comisión de Verdad constató, según Monge, "la continuidad e incluso agravamiento" de la violación de los derechos humanos, económicos, sociales, culturales, ambientales y territoriales en Honduras a partir del golpe de Estado contra Zelaya.

Zelaya fue derrocado el 28 de junio de 2009 cuando promovía una consulta popular para instalar una Asamblea Constituyente, desoyendo impedimentos legales.

Monge subrayó que es "inaudito e inaceptable, que mientras los responsables de estos atropellos no reciben un castigo, las víctimas, que solo reclaman sus derechos, son masacrados, enjuiciados y hasta condenados sin pruebas".

La Comisión de Verdad destacó "la casi total ausencia de acciones de parte del Estado tendentes a cumplir con la obligación de reconocer sus responsabilidades en relación con las violaciones, y de enjuiciar y sancionar a los responsables de las mismas".

El informe añade que "la impunidad que continúa beneficiando a los responsables de violaciones flagrantes de los derechos humanos de períodos anteriores, incluyendo sobre todo, pero no exclusivamente los años 80, ha sido un factor importante para generar la repetición de este tipo de hechos y nuevas formas de violaciones".

La Comisión de Verdad la integran, además, la argentina Nora Cortiñas, de las Madres de la Plaza de Mayo; Mirna Perla, exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel (argentino), y los hondureños Helen Umaña y Fausto Milla.

El grupo de trabajo enfatizó que para "detener la actual espiral de violencia y violaciones a los derechos humanos, y de abrir el camino hacia la democracia, es necesario garantizar la aplicación de la justicia".

Recomendó "separar de sus cargos a los funcionarios civiles y militares de la Administración (actual) involucrados en graves violaciones a los derechos humanos y libertades fundamentales, cometidas desde el golpe de Estado".

Agregó que Honduras "debe poner fin a los acuerdos militares y de seguridad con el Gobierno de los Estado Unidos", porque "el peligro que amenaza al pueblo hondureño no puede ser desasociado de las estrategias desplegadas desde el poder hegemónico que ejerce" el país del norte.

En mayo de 2010, el presidente hondureño, Porfirio Lobo, instaló la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional que en julio de 2011 afirmó que Zelaya fue víctima de un golpe de Estado y que la crisis causó 20 muertos, 12 atribuidos a las fuerzas de seguridad.

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