El comité de auditoría de Bankia acorrala a Deloitte y dice que no puso salvedades

  • Alega que Celma se contradijo en su declaración en instrucción y que para presentar las cuentas no es necesario borrador de auditoría.
Arranca el juicio por la salida a bolsa de Bankia en la Audiencia Nacional
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Pool - Archivo

Los exmiembros del comité de auditoría de Bankia interrogados en el juicio por la salida a bolsa están dirigiendo todos sus dardos contra la la firma Deloitte, y en concreto el socio auditor Francisco Celma, ambos acusados en el procedimiento. Si bien, de todos los ataques efectuados hasta el momento, el de la exconsejera Araceli Mora ha sido de los más duros: "Desde luego al señor Celma se le olvidan las cosas", ha llegado a decir la catedrática para apuntar que no se presentaron salvedades a las cuentas de 2011. 

Mora, que se ha apoyado en ingente cantidad de documentación para respaldar sus argumentaciones, ha comenzado asegurando que el socio auditor hizo "lo que tenía que hacer" los meses previos a mayo de 2012 en lo que respecta a los correos electrónicos que cruzó con el entonces presidente del comité de la entidad, Alberto Ibáñez, en los que se hablaba de toda la información actualizada así como de la pendiente de cara a dar el visto bueno a los estados anuales de la entidad. "Celma estaba haciendo lo que tenía que hacer; estaba poniendo al comité de auditoría cómo iba el transcurso de su trabajo", ha apuntado. 

Sin embargo, no ha tardado en cuestionar las advertencias que hizo Celma a este comité acerca de que le faltaba información relevante para dar el visto bueno a esos estados anuales. Así, aunque en la causa figuran correos relativos a los meses de marzo y abril, Mora ha asegurado que el 14 de febrero fue la última vez que Celma se dirigió a la entidad para comunicarles que la documentación relativa a las tasaciones "se estaba retrasando mucho". En respuesta, el exdirector general de auditoría interna del banco, Miguel Ángel Soria, le dijo que lo tendría a tiempo.

La exconsejera también ha recurrido a la declaración que el auditor prestó en calidad de testigo en febrero de 2013 ante el instructor Fernando Andreu. En esa citación judicial, el auditor confesó que le faltaban datos muy importantes relativos al grupo inmobiliario del banco y de la  valoración de activos adjudicados, extremos que, según Mora, sí recogió en sus comunicaciones enviadas al banco. No obstante, la acusada ha asegurado que también expuso ante el juez que carecía de datos sobre las inversiones crediticias, así como de la valoración de fondos de pensiones y que ello constituía una salvedad; extremo que, según Mora es falso: "La palabra salvedad no aparece en el power point", ha expuesto.

"Le pregunté expresamente a Celma si el informe que le faltaba de tasaciones podía tener impacto significativo en las cuentas y él dijo que no", ha apuntado la catedrática a preguntas de la fiscal Anticorrupción, Carmen Laúna, quien le ha reprochado que únicamente se mostrara interesada en conocer este extremo de la situación en la entidad. De hecho, ambas han protagonizado varios momentos de tensión que han hecho entrar en escena a la presidenta del tribunal, la magistrada Ángela Murillo.

En lo que respecta al proceso de formulación de las cuentas anuales del ejercicio de 2011 tanto de BFA como de Bankia, Mora ha asegurado que efectivamente se les explicó en la reunión del consejo de marzo de ese año que las cuentas todavía no estaban auditadas y que, lejos de lo que se ha expuesto a lo largo del procedimiento, no es algo inusual en tanto que, si no hay salvedades a los estados financieros, la comunicación verbal es adecuada. Sobre este punto ha dicho que así lo explicó Ibáñez al resto de consejeros y que "a todo el mundo le pareció una explicación muy razonable".

Las semanas siguientes, siempre su versión de los hechos, se mostraron especialmente interesados en conocer el veredicto del auditor teniendo en cuenta que dichos estados contables ya se habían presentado a la CNMV. En concreto, Mora dice que llamó al propio Celma el 3 de mayo para preguntarle por este asunto y él le dijo que estaban en "negociaciones". Una respuesta que no encajó muy bien la exmiembro del comité que le recordó que tenía la obligación legal de presentar su informe, al margen de cual fuera su valoración del mismo, dentro del plazo.

"Celma contesta en su declaración en instrucción que el 3 de mayo no habló conmigo. Automáticamente mi defensa mandó la tarjeta profesional y mis facturas en las que aparecen las llamadas de esa fecha y del 4 de mayo. Desde luego al señor Celma se olvidan las cosas", ha sentenciado Mora antes de que el tribunal suspendiera su interrogatorio que se reanudará, ya a preguntas de su defensa, el próximo lunes.

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