COMUNICADO: La familia de la doctora Kathryn Wasserman Davis, Ph.D., llora su fallecimiento, 1907-2013

  • NUEVA YORK, 24 de abril de 2013 /PRNewswire/ -- La doctora Kathryn Wasserman Davis, autora, periodista, filántropa y erudita, murió de forma pacífica en su casa a la edad de 106 años rodeada por su familia y devotos cuidadores. Ella residió en Hobe Sound, Florida; Tarrytown, Nueva York y Northeast Harbor, Maine.

NUEVA YORK, 24 de abril de 2013 /PRNewswire/ -- La doctora Kathryn Wasserman Davis, autora, periodista, filántropa y erudita, murió de forma pacífica en su casa a la edad de 106 años rodeada por su familia y devotos cuidadores. Ella residió en Hobe Sound, Florida; Tarrytown, Nueva York y Northeast Harbor, Maine.Esquiando cuando tenía 80 años, jugando al tenis con 90 años y montando en kayak, nadando, pintando, viajando y llevando al cróquet a todos lo que llegaban hasta este año, Davis permaneció como una sorpresa e inspiración para todas las personas alrededor de ella. Recientemente, uno de sus tataranietos le preguntó acerca de cuál era su día favorito, a lo que ella respondió de forma instantánea "mañana".Nacida en Filadelfia el 25 de febrero de 1907, Davis recibió formación en la Madeira School de Washington, D.C. Consiguió un B.A. de la Wellesley College, un M.A. en Relaciones Internacionales de la Columbia University, y obtuvo un Ph.D. de la University of Geneva en Suiza. También mantuvo doctorados honorarios en la Columbia University, el Wheaton College y el Middlebury College. En el año 1934, su disertación doctoral The Soviets in Geneva se publicó, convirtiéndose en un best seller en Europa cuando su predicción controvertida de que la Unión Soviética se uniría a la Liga de las Naciones demostró ser correcta y precisa en el tiempo. Fue autora en numerosos artículos sobre asuntos exteriores en publicaciones que abarcaron desde el Readers Digest a The United States in World Affaire, publicados de forma anual por medio del Council on Foreign Relations. Además de sus artículos, fue una ponente frecuente y dedicada sobre la formación y los grupos cívicos en Estados Unidos, la India, Rusia, China y Suiza.A pesar de escribir y ser ponente en torno a sus viajes por el mundo, Rusia y la Unión Soviética siguieron siendo su pasión a lo largo de su vida. En 1996, esta pasión fue memorizada cuando el Harvard's Russian Research Center fue cambiado de nombre en su honor y en el de su difunto esposo, el legendario inversor, diplomático y filántropo Shelby Cullom Davis.Davis visitó Rusia por primera vez en el año 1929, viajando a través de las montañas del Cáucaso a lomos de un caballo con el famoso antropólogo Leslie White. Esta aventura incluyó una persecución con bandidos que robaron los alimentos y caballos del grupo. "Comimos bayas salvajes para desayunar y asado de cabra de monte para comer", explicó al The Moscow Times en 2002. "Y no pude haber sido más feliz con ello". Durante su vida volvió a Rusia más de 30 veces, profundizando en su pasión por sus personas, historia y cultura y desarrollando amistades, incluyendo el antiguo presidente de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev, que fue su compañero de cena en su fiesta de 95 cumpleaños.El interés compartido por los asuntos mundiales fue lo que la atrajo en primer momento hacia su marido. Se conocieron en un tren con destino Ginebra en 1930 y descubrieron que ambos habían viajado recientemente a Rusia, aunque el viaje del señor Davis a Moscú fue el más convencional de los dos viajes realizados. Tras volver a Nueva Cork y completar sus grados de master en la Columbia University, se casaron el 4 de enero de 1932. Volvieron a Suiza, primero para terminar sus doctorados en 1934, y después en el periodo entre 1969 y 1975, cuando Davis trabajó como embajador de Estados Unidos en Berna, y después de este periodo todos los años hasta su muerte en 1994. Durante sus 60 años de matrimonio, viajaron mucho por Europa y Asia, a menudo emparejando su interés por las oportunidades de inversión mundiales con sus intereses centrados en los asuntos internacionales. Tras la muerte del embajador Davis, la señora Davis se dedicó a la filantropía, centrándose inicialmente en la formación y asuntos internacionales y después añadiendo la investigación médica. En concreto, se dedicó a su alma máter, el Wellesley College, donde trabajó como administradora durante 18 años, creando el Davis Museum and Cultural Center, habiendo planeado la asistencia a la 85 reunión el mes que viene.Otras de las instituciones nombradas en honor de Kathryn y Shelby Cullom Davis incluyen las siguientes: el Davis Center for Russian and Eurasian Studies de la Harvard University; el Kathryn W. and Shelby Cullom '30 International Center en la Princeton University; la Kathryn Wasserman Davis School of Russian del Middlebury College; la cátedra del Princeton, Columbia y Trinity College; el Davis Institute for International Studies de The Heritage Foundation; las bibliotecas de la Bradley University y el Tobin College of Business de la St. John's University; el Kathryn W. Davis Center for International & Regional Studies del College of the Atlantic; y el Kathryn W. Davis Student Center del United World College-USA. En 1998, a la edad de 91 años, practicó kayak, llevando a cabo excursiones de forma regular en el Río Hudson y junto a la costa en los lagos de Maine. Como resultado de estas experiencias, apoyó de forma considerable las organizaciones medioambientales, incluyendo Scenic Hudson, Friends of Acadia y el Maine Coast Heritage Trust. Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, Davis, con 94 años, convirtió su misión filantrópica en una visión de un mundo en paz. Para sus esfuerzos en esta área, recibió dos premios destacados: el Woodrow Wilson Award for Public Service y el EastWest Institute's Peace and Conflict Prevention Award entregado en Potsdam, Alemania. Por su 100 cumpleaños, en el año 2007, creó el Davis Projects for Peace, un programa visionario con fondos para 100 proyectos de verano para estudiantes cada año destinado a aumentar el conocimiento mundial, y durante el resto de su vida instó a cada estudiante al que conoció a "prepararse para la paz, no para la guerra".En su último cumpleaños, Davis disfrutó de la serenata de los prestigiosos violinistas Joshua Bell y Misha Simonyan, a los que ella apoyó como miembros adolescentes de la American Soviet Youth Orchestra. Ella indicó que esa noche había sido "uno de los momentos álgidos de mi vida". La sobreviven su hija Diana Davis Spencer de Washington, D.C; su hijo Shelby M.C. Davis de Jackson, Wyoming; 8 bisnietos y 11 tataranietos. CONTACTO: CONTACTO: Laura Berger, 973-761-1620, l.berger@bergerbrown.com

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