Moscú, 14 mar.- La oposición comunista de Moldavia presentó hoy una moción de censura contra la gobernante Alianza por la Integración Europea (AIE), que les desbancó del poder en julio de 2009.
Los comunistas han solicitado que su moción sea abordada por el Parlamento antes de que éste celebre el próximo viernes una nueva votación para elegir al presidente del país, según informan las agencias rusas.
La oposición considera que su iniciativa responde al descontento con la gestión gubernamental de la mayoría de la población, que exige la dimisión del Gobierno, la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
Los comunistas han declarado que no reconocerán como legítimo al nuevo presidente en caso de que salga elegido, ya que aducen que la AIE ha infringido los plazos constitucionales para la elección parlamentaria del jefe del Estado.
Los comunistas, que gobernaron Moldavia entre 2001 y 2009, cuentan con 39 escaños de los 101 que integran el Parlamento, por lo que es muy poco probable que la moción prospere.
La AIE, que integra a tres partidos, anunció el lunes que propondrá a un juez, Nikolái Timofti, como presidente del país en la elección que se celebrará en el Parlamento el 16 de marzo.
"Espero que su elección ponga fin a la incertidumbre en la sociedad y que el Gobierno y otras instituciones estatales puedan centrarse en las reformas", afirmó el primer ministro moldavo, Vlad Filat.
Por el momento se desconoce si la candidatura de Timofti cuenta con el respaldo de la fracción socialista, que está integrada por tres tránsfugas del Partido de los Comunistas y tienen la llave de la mayoría de tres quintos necesaria para elegir al nuevo presidente.
La elección de Timofti, presidente del Consejo Supremo de la Magistratura, de 63 años, pondría fin a la crisis institucional en la que se encuentra sumido el país desde hace casi tres años, debido a la incapacidad de las respectivas coaliciones parlamentarias para lograr la mayoría constitucional.
La AIE cuenta con 59 escaños, dos menos de los necesarios para que su candidatura presidencial sea aprobada por el legislativo moldavo.
Moldavia ya tuvo que disolver el Parlamento y convocar comicios generales extraordinarios en 2009 y 2010, ante la incapacidad de los diputados de ponerse de acuerdo en la designación de un presidente.
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