Estos son los efectos del cambio de horario laboral que propone Rajoy

  • Existe en nuestro país una cultura presencialista en el trabajo que provoca trabajar más horas de las necesarias y ser menos productivos e ineficaces.
Conciliar será más fácil con un cambio de horarios
Conciliar será más fácil con un cambio de horarios

El presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy, ha anunciado este sábado hasta cinco medidas para la "próxima legislatura" entre las que se encuentra la de promover un acuerdo político para que la jornada laboral en España, "con carácter general", concluya a las 18.00 horas.

Para ello, debería reformar la Ley de Conciliación y Corresponsabilidad, pero, ¿cuáles serían sus efectos?

España está a la cola de Europa en conciliación. Necesitamos más tiempo para ver a nuestros hijos y flexibilizar nuestra jornada laboral para tener una 'vida mejor', según se desprende del último Informe de Política Familiar.

Junto con Portugal, somos el país de UE con menos flexibilidad laboral. Con una media de 1665 horas al año, España lidera el ránking de los países que más trabajan de Europa. Nos siguen Austria (1.623) y Suiza (1.585).

Tan solo 1 de cada 9 españoles tiene un horario flexible, y tan solo el 2,6% de los trabajadores pueden fijarse un horario sin limitaciones, porque en 9 de cada 10 casos (88%) es el empresario el que fija en su totalidad cuando debe entrar y salir el trabajador.

El informe destaca que el horario laboral está afectando a la conciliación de la vida laboral y familiar. Se llega tan cansado del trabajo que muchos días los padres no pueden hacer las tareas del hogar. Por ello, el déficit de conciliación provoca que más de la mitad de los españoles no puedan dedicar ninguna hora al día al cuidado de algún miembro de la familia.

Los datos son preocupantes: Los españoles tan solo pueden dedicar 3,3 horas de media a la familia, siendo las mujeres (con 4,29 horas) las que dedican más tiempo, casi el doble de tiempo que dedican los hombres (2,32 horas).

Además, entre todas las naciones, las madres españolas son las que tienen su primer hijo con más edad (a los 31,6 años), el índice de fecundidad se encuentra entre los más bajos del continente (1,3 hijos por mujer), la población mayor es de las más elevadas (8,2 millones de personas), nuestro país figura entre los que menos ayudas destina a las familias  (1,4 del PIB, la media europea es de 2,2).

Hay que 'mimar' a las trabajadoras embarazadas

La baja maternal de España (16 semanas) está entre las menores de Europa y, además está muy alejada del permiso medio en la UE (más de 26 semanas), un 64% más que el español. Los españoles tenemos 'cierto miedo' a perder nuestro trabajo en caso de que tengamos un hijo.

El informe concluye que tan solo 2 de cada 1.000 españoles piden una  excedencia: Aunque en España está reconocido el periodo por excedencia para cuidado de hijos o familiares dependientes, el no disponer de ninguna prestación económica durante la misma hace que muy poca personas lo pidan (39.611 personas sobre un total de 14,3 millones de asalariados, esto es, el 0,24% del total). 

"Existe una cultura del presencialismo laboral, que provoca trabajar más horas de las necesarias, con horarios improductivos, extensos e ineficaces", denuncia el informe, del que se desprende que cuatro de cada diez asalariados "suele prolongar su jornada laboral", mientras que "sólo 7 de cada 100 ocupados usa el teletrabajo", cuando en la UE la media está en un 13,5%.

Medidas para favorecer la conciliación

El IPF propone dar la vuelta a esta situación con medidas como "promocionar los horarios flexibles acordes a las necesidades de los trabajadores con hijos pequeños, cuidado de mayores o dependientes", impulsar la jornada continuada con incentivos a las empresas, promover "el destierro de la cultura del presentismo" o compensar " por libre elección de actividad" con un importe equivalente al SMI a quienes quieran quedarse cuidando de los niños hasta que cumplan los 3 años.

Aumentar las guarderías, los días libres para asuntos familiares, impulsar una "profunda modificación de los horarios en España", subvenciones a empresas que tengan un "alto porcentaje" de trabajadores con hijos o "promover el contrato compartido", son otras de las medidas que el IPF propone para convertir la conciliación en una realidad.

La crisis afecta a las familias con más de dos hijos

El paro está afectando principalmente a las familias y cada vez a más personas mayores. La caída del gasto de los hogares ha afectado sobre todo a las familias con hijos. Las familias con 3 o más hijos han perdido 11.550€ en este periodo de crisis, lo que ha supuesto una disminución de su renta del 19,4%.

El informe concluye que en España siguen sin resolverse los grandes problemas para una verdadera y eficaz conciliación de la vida laboral y familiar. Hay poca flexibilidad laboral y unos horarios rígidos de las empresas y de los colegios.

Los españoles queremos tener una jornada laboral continuada pero las empresas no apuestan por ello. Los horarios son extensos e improductivos. Hay una lacra laboral del 'mobbing' maternal no abordado. No apostamos por el teletrabajo. No hay cultura empresarial y hay miedo en los trabajadores en usarla por miedo a ser despedidos.

Los permisos maternales y paternales son deficientes y están muy alejados de Europa. El uso de las excedencias para el cuidado de hijos y personas dependientes son casi inexistentes. El paro y la inestabilidad laboral están afectando sobre todo a las familias con hijos.

Ya se intentó regular en el Congreso

En 2012, el asunto llegó hasta el Congreso de los Diputados. Se creó una subcomisión para la racionalización de los horarios, la conciliación y la corresponsabilidad a la que acudieron durante un año académicos, empresarios, sindicalistas...

En otoño de 2013, vio la luz un texto que logró un consenso casi total y en el que se pedía “emprender iniciativas legislativas que nos encaminen hacia unos horarios de vida y de trabajo más acordes con los países de la Unión Europea”. Concluyeron además, que con un horario europeo se observa “una clara mejora de la productividad y una reducción del absentismo”.

En concreto, se exigía incentivar a las empresas para que mejoren su horario y fomenten el trabajo por resultados frente al presencialismo. Se pedía de la misma manera adelantar el prime time televisivo, sincronizar el reloj con el meridiano de Greenwich o lograr de forma progresiva una salida máxima del trabajo a las 18 horas. Pidieron además inspecciones de Trabajo que controlaran el cumplimiento de los convenios y la creación de bancos de horas para poder acumular y compensar horas.

Sin embargo, el Gobierno debía llevar el texto al Pleno, cosa que nunca ocurrió, argumentando que había medidas más urgentes. Ahora, con la propuesta de Rajoy muchos se preguntan si finalmente se hablará, de verdad, sobre la racionalización de horarios. 

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