Las condenas por violencia sexual siguen dejando sentencias que generan un alto grado de polémica. En esta ocasión ha sucedido en Lleida, donde la Audiencia ha condenado a dos años de cárcel a un hombre por abusos sexuales contra una mujer con discapacidad intelectual. Un delito por el que el mismo órgano condenó a un menor a 20 meses de libertad vigilada y ahora ha absuelto a un tercer implicado que hizo fotos.
El condenado deberá indemnizar a la joven con 3.000 euros por daño moral. La sentencia considera probado que en mayo de 2017, en la vivienda de uno de los implicados, el acusado a dos años de cárcel mantuvo relaciones sexuales con penetración vaginal con la chica uniéndose después el menor llegando a formar un trío, y que la joven llegó a manifestarles que se estaban pasando "un montón" y que pararan.
Según la sentencia, la chica pidió ir al lavabo y los dos acusados mayores de edad se fueron del piso quedándose la joven con el menor de edad hasta las 8.30 de la mañana, hora en que salió ella sola de la vivienda. Las prácticas sexuales fueron presenciadas por el acusado que ahora ha sido absuelto, que, desde una silla en la misma habitación, tomó algunas fotografías con su teléfono móvil en las que aparecía la chica manteniendo relaciones sexuales con uno de los jóvenes.
La sentencia recoge los testimonios de psicólogos que apuntan que en un primer contacto no se aprecia la disminución que sufre la joven, que expresó sentimientos de presión en el contacto sexual con los acusados, a los que les dijo que pararan, y que a la chica "puede faltarle contundencia a la hora de parar una situación no querida, pudiendo adoptar una actitud sumisa, catalogándola finalmente de persona vulnerable".
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