Condenan a 25 años al etarra Beobide por atentados cometidos en Noja y Laredo

  • La Audiencia Nacional ha condenado a 25 años de cárcel al etarra Ibai Beobide, "Manex", por colocar en el verano de 2008 cuatro bombas en Cantabria -dos en la playa de Laredo, una en la de Noja y otra en un campo de golf de esta localidad- que no causaron víctimas.

Madrid, 28 sep.- La Audiencia Nacional ha condenado a 25 años de cárcel al etarra Ibai Beobide, "Manex", por colocar en el verano de 2008 cuatro bombas en Cantabria -dos en la playa de Laredo, una en la de Noja y otra en un campo de golf de esta localidad- que no causaron víctimas.

La Fiscalía pedía para Beobide -conocido como "el etarra de la bici" porque circulaba en una cuando fue detenido en Guipúzcoa el 13 de febrero de 2010- sesenta años de prisión como autor de cuatro delitos de estragos terroristas, pero en su sentencia la sección segunda de la Sala de lo Penal le considera responsable de un sólo delito continuado de estragos y de una falta de lesiones.

Beobide también ha sido condenado recientemente por la Audiencia Nacional a 57 años y medio de cárcel por colocar, el 17 de abril de 2008, una bomba en la sede del PSE del barrio bilbaíno de La Peña, que hirió a seis ertzainas, y a 15 años de prisión por colocar ese mismo año un artefacto explosivo en el diario vasco "El Correo", en Zamudio (Bizkaia), que causó daños materiales.

En la nueva sentencia condenatoria, de la que ha sido ponente el magistrado Enrique López, se declara probado que Beobide fue captado por la organización terrorista ETA a finales de 2007 y lideró un talde -grupo de apoyo- de legales que recababa información sobre medios de comunicación, agentes de la Policía Autónoma Vasca y escoltas.

Beobide y otras dos personas integraron el comando "Basaku" y en julio de 2008 colocaron cuatro artefactos explosivos, dos de los cuales dejó el propio procesado en la playa de Noja y en el campo de golf de dicha localidad.

Los artefactos se programaron para explotar el 20 de julio de 2008, día en que Beobide y otra persona fueron a Urduliz (Vizcaya) y desde allí se marcharon en bicicleta a Sopelana, donde a través de una cabina telefónica avisaron a la centralita del parque de bomberos del Valle de Trapaga.

A consecuencia de las cuatro explosiones se produjeron daños materiales, una persona resultó herida leve y se puso en peligro la integridad física de los agentes que buscaron los artefactos, los viandantes y ocupantes de los inmuebles cercanos a las zonas afectadas.

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