Otros tres policías fueron sentenciados a penas de 6 años por el mismo delito de homicidio, ocurrido en enero de 2011 cuando siete menores de edad, cinco de los cuales fallecieron, quedaron atrapados en un fuego en su celda del centro de detención, ocasionado con bombas lacrimógenas lanzadas por los policías para controlar una protesta.
Los policías fueron acusados también de obstaculizar la labor de los bomberos que llegaron al lugar, según la investigación de la fiscalía.
La fiscalía formuló cargos a 15 personas, entre policías y custodios del centro, pero el Segundo Tribunal absolvió a nueve de los imputados.
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