Condenan a un izquierdista marroquí a 3 años por "falsa acusación de tortura"

Rabat, 24 jul.- Un militante izquierdista marroquí del Movimiento 20 de Febrero (20F) fue condenado ayer a tres años de cárcel por haber presentado "falsas acusaciones" de tortura, según informaron hoy a Efe fuentes de ese movimiento.

El Tribunal de Primera Instancia de Ain Sebaa, en la ciudad de Casablanca, condenó además a Osama Hosni, de 22 años, a una multa de 1.000 dirhams (90 euros) y 10.000 dirhams (900 euros) de indemnización a la Seguridad Nacional (policía).

Hosni presentó una denuncia contra personas desconocidas después de que, según su versión, fuera secuestrado el pasado 2 de mayo en Casablanca y más tarde torturado y violado.

El joven colgó en youtube un vídeo en el que relataba los hechos.

La policía abrió en junio una investigación que ha terminado volviéndose contra del denunciante.

Mahyuba Karim, militante del 20F y miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), consideró que el veredicto es una especie de "lección a los que piensen denunciar actos de tortura y un acto de venganza contra los militantes pro derechos humanos para que no difamen la reputación del país".

El juicio contra Hosni es el primero que se materializa tras las últimas intervenciones del ministro de Justicia, Mustafa Ramid, en las que se comprometía a investigar las acusaciones de tortura, pero advertía también de que también perseguiría las "falsas denuncias" por malos tratos.

El diario web Yabiladi.com comenta hoy que "el gobierno no presenta el mismo celo con los presuntos autores de torturas" y añade que el veredicto "no va a contribuir a dorar la reputación de Marruecos ante las organizaciones de defensa de derechos humanos".

Karim recordó que hay otro caso similar en la ciudad de Tánger, cuyo veredicto se espera para el 4 de agosto, y que afecta a otra militante izquierdista que denunció también a personas desconocidas por haberla secuestrado y golpeado tras su participación en una manifestación de obreros.

Un reciente informe de Amnistía Internacional (AI) señalaba que las torturas son "una realidad en la práctica" en las comisarías marroquíes y criticaba que las denuncias queden sistemáticamente impunes.