Condenan a una menor a ocho fines de semana de arresto por una falsa denuncia

  • La joven tendrá que indemnizar con 4.000 euros a su expareja, a quien acusó de un delito de agresiones, amenazas y malos tratos. 
Coche de la Guardia Civil
Coche de la Guardia Civil
ARCHIVO/Europa Press

El Juzgado de Menores número 1 de Cádiz ha condenado a una joven a ocho fines de semana de arresto por denunciar falsamente a su expareja por malos tratos físicos y psicológicos, amenazas de muerte y agresiones sexuales. La investigación policial describió su relato como "ambiguo, lleno de lagunas y carente de credibilidad", por lo que la sentencia considera a la condenada, que cuando denunció tenía 17 años, responsable de un delito de denuncia falsa. 

El fallo, que recoge el Diario de Cádiz, establece que la joven "actuó con un temerario desprecio a la verdad, debiendo incidirse en que en ninguno de los dos procedimientos se ha podido obtener los mínimos indicios o datos objetivos incriminatorios". Además, incide en la "animadversión de la denunciante" hacia su expareja y que, en la actualidad, tiene una nueva relación. 

La condenada, acompañada de su padre, interpuso la denuncia contra su expareja ante la Guardia Civil el pasado verano, cuando tenía 17 años. Le acusó de agresiones y amenazas, ya que según explicó le obligaba a robar dinero a su familia para dárselo a él. La expareja que ya era mayor de edad fue arrestado de inmediato y pasó dos noche en prisión antes de pasar a disposición del Juzgado de Violencia de Género. 

El chico insistió en todo momento en que él no había hecho nada. Tras la investigación policial de los días posteriores a la denuncia, los responsables apuntaron a la posibilidad de que fuera una denuncia falsa. Ante estos hechos, el denunciado pasó a denunciante e informó a la Fiscalía para que juzgara los hechos de la menor. 

Por los hechos, el juzgado establece la condena de 8 fines de semana de arresto, así como una indemnización de 4.000 euros para la víctima. Tanto el joven, que recibe ayuda psiquiátrica, como su familia todavía sufren secuelas

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