
España camina sobre arenas movedizas. En plena escalada, noviembre llama a la puerta como un cóctel mólotov. Transmisión descontrolada, hospitales al límite y un horizonte de festivos. El Ministerio de Sanidad dio un paso al frente y el domingo publicó en el BOE una nueva declaración de estado de alarma que desde entonces y hasta la medianoche del 9 de noviembre, afecta a todo el país. Sanidad abrió así un paraguas jurídico, para cubrir a aquellas CCAA que así lo solicitasen. El SOS no se hizo esperar. Al cierre del miércoles, la relación de regiones confinadas incluía a Navarra, La Rioja, Aragón, Asturias, Euskadi, Murcia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía. Este jueves, Cantabria, Madrid y Cataluña han engrosado la lista. Doce cierres 'in extremis', para evitar otra debacle.
La situación es límite y los gobiernos autonómicos han acelerado en plena escalada, aunque aún no hay unanimidad. Galicia, Extremadura y Valencia siguen sin pronunciarse, mientras que Madrid, epicentro de la segunda ola -y de la primera-, ha ordenado hoy por el cierre solo durante el puente, algo que contradice la orden del Ejecutivo y deja en el aire la validez de la medida. Un apunte fuera de guión en la última orden de Sanidad generó reticencias entre varios líderes autonómicos. "La eficacia de la medida no podrá ser inferior a siete días naturales", recoge el artículo 9.1 de la orden del Ejecutivo. La urgencia de frenar la movilidad que se espera en el puente de Todos los Santos urge, pero no todas las CCAA están dispuestas a cerrar fronteras por tanto tiempo.
El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud dio luz verde al documento de 'Actuaciones coordinadas', que elaboró la cartera de Salvador Illa. El documento diseñó un 'semáforo' de alerta con cuatro niveles y marcó una incidencia superior a los 250 positivos por cada 100.000 habitantes en los 14 días previos, como el umbral para hablar de "riesgo extremo" en una región. Traspasar esta barrera implicaría activar medidas adicionales -de las que tocan los derechos fundamentales-. ¿El objetivo? Con este texto el Ministerio trató de responder a la insistencia de las CCAA en definir una hoja de ruta nacional contra la segunda ola. No cuajó como tal.

Desde aquella reunión, en la que once CCAA dieron su respaldo al plan, once gobiernos autonómicos han procedido al cierre perimetral de sus regiones, tal y como lo recoge la ley, mientras que el 'cerrojazo' por festivos en el que insiste la CAM abre un nuevo limbo. Navarra y La Rioja dieron los primeros pasos la semana pasada. Y empezó el efecto dominó. País Vasco, Aragón y Asturias ordenaron el cierre perimetral de sus comunidades este lunes. Ayer mismo hicieron lo propio los presidentes de Murcia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y, a última hora del jueves, Andalucía. Hoy, Cantabria, Cataluña y Madrid se han sumado al cordón sanitario. El veto a las entradas y salidas, salvo por motivos contemplados en la ley, se mantendrá en todas ellas -con la expepción, por ahora, de la CAM-, hasta el 9 de noviembre, a fin de ralentizar la curva y salvar los muebles de cara al puente.
No todos los españoles 'acordonados' tienen el mismo margen. Sanidad dio manga ancha a las CCAA para endurecer sus restricciones más allá de las medidas marcadas en ese plan general. El Ejecutivo vasco ha sido uno de los territorios donde el cierre es más contundente: además del cierre perimetral, sus ciudadanos tienen limitada la movilidad a sus términos municipales. En La Rioja, se ha decretado, además del 'cerrojazo' autonómico, el cierre perimetral de Logroño y Arnedo... y la actividad hostelera quedará congelada durante el próximo mes. Además de los bares, Cataluña también bajará la persiana de teatros, cines y centros comerciales. Mientras que la Junta de Castilla y León ya allana el terreno para garantizar que, de encontrarse en la tesitura, pueda decretar el confinamiento domiciliario con aval de Sánchez.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, discrepa. A 48 horas del puente, los madrileños siguen con un pie dentro y otro fuera. La líder 'popular' envió ayer una misiva al presidente Pedro Sánchez para pedirle personalmente que "a la mayor brevedad y con efectos inmediatos dada la premura de fechas", suprimiese ese apartado de cara al debate y votación de la prórroga de la alarma de este jueves en el Congreso. La petición no se emitió en tiempo y forma. El plazo para las enmiendas al decreto expiraba a las 14:00 horas de ayer. Ayuso envió su carta al anochecer.
A primera hora de este jueves, la presidenta ha asegurado que, si Sánchez no aceptaba el plan de la CAM, Madrid se quedaría abierta. El Gobierno ha dejado claro que no modificaría el decreto y, 'donde dije digo, digo Diego', unas horas después, la presidenta ha anunciado ante los medios que ya había ordenado el cierre de la región, de viernes a domingo, a pesar del BOE. "Esta mañana he decidido ordenar el cierre durante el puente, pero solo por los días imprescindibles y hacer lo mismo, de esta manera, en el siguiente", aseveraba este mediodía la presidenta madrileña. Con la norma en la mano, la legalidad de la maniobra de la CAM queda en entredicho.
Y de un limbo a otro. Cataluña ha esperado hasta el último momento para decretar el 'cerrojazo'... aunque lo ha hecho con contundencia, aprobando los cordones sanitarios también en municipios en fin de semana La situación es extrema. España lleva días superando su propio récord de contagios y la curva de fallecidos tampoco da tregua. La incidencia media a nivel nacional se sitúa en los 452,63 positivos por cada 100.000 habitantes. Solo Baleares, Canarias y Valencia se mantienen por debajo del umbral de los 250 contagios de incidencia que Sanidad estipuló para pulsar el botón rojo.
Fuera de estas tres regiones, Galicia, con 254,83 positivos, y Extremadura, con 474,01, también se asoman al cierre. La incidencia no es el único parámetro que importa. La situación de los hospitales es clave. La media nacional de ocupación es del 13,79% sobre el total de camas convencionales y del 25,50% para las de críticos. Y es aquí donde el territorio gallego, con 10,20% de saturación en UCI, y Extremadura, con un 18,26%, encuentran margen para resistirse al 'cerrojazo'. El escenario es distinto en Madrid (38,90%) y Cataluña (37,57%), donde las unidades de críticos rozan el colapso. Como en primavera, el virus avanza sin control. Como en primavera, el escenario cambia a diario... mientras los gobiernos piden responsabilidad a unos ciudadanos que, en muchos casos, aún no saben a qué atenderse.
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