De un liberal obstinado a dos tecnócratas: radiografía de los seis candidatos del PP

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El PP se prepara para un mes de infarto con seis candidatos en liza para presidir un partido que cuenta con varias facciones y, lo que más preocupa a nivel interno, importantes odios acumulados. Cada uno de los aspirantes tiene un perfil y una trayectoria diferentes tanto en lo político como en lo económico, una cosmovisión bien distinta que marcará la estrategia y propuestas del primer partido de la oposición a partir de este verano. Este es el currículum de los seis populares que se van a jugar la sucesión de Rajoy.

La exvicepresidenta ha sido la última en desvelar su candidatura, apenas unas horas más tarde que María Dolores de Cospedal. Es la líder del clan de los abogados del Estado de 'La Gloriosa', nombre que recibió su promoción, que tanto poder ha tenido durante la etapa de Rajoy en La Moncloa. Es, por tanto, una tecnócrata de los pies a la cabeza. Gestión y trabajo son sus credenciales. No se le conocen ideas definidas propias en materia económica, de forma que su carta de presentación es su trayectoria en puestos de poder y en un Gobierno que ha sido capaz de evitar el rescate soberano y encarrilar la recuperación del empleo.

Lo que está claro es que Soraya Sáenz de Santamaría pone en riesgo su futuro en el congreso extraordinario del próximo mes. Si sale elegida se convertiría en la primera mujer candidata a la presidencia del Gobierno, lo que sería algo histórico. Si no, las rencillas con María Dolores de Cospedal y con antiguos miembros del llamado G-5 de ministros, entre los que se encuentra José Manuel García-Margallo, hacen complicado pensar que puedan integrarla en sus equipos. Se juega el todo o nada en estas semanas.

Cospedal es, como Sáenz de Santamaría, otra tecnócrata de manual. Su paso por la política siempre ha estado ligado a la gestión en diferentes cargos de responsabilidad, tanto a nivel autonómico como nacional. Ligada en los últimos años al marianismo, su paso por el Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid le hizo estar aparejada durante un tiempo al ala liberal del PP. Sin embargo, la todavía secretaria general ha marcado distancias con el aguirrismo apostando, por ejemplo, por la más tarde defenestrada Cristina Cifuentes. En su ideario, eso sí, ha figurado un afán por bajar los impuestos:

Su mejor currículum es su trayectoria como gestora y como mano derecha de Rajoy para las crisis de Gürtel o Bárcenas, entre otras. Gobernó en Castilla-La Mancha en la pasada legislatura y no pudo repetir en esta por apenas unos centenares de votos. Ahora aspira, si sus enemigos se lo permiten, a tomar las riendas de un PP cuyas sedes en todas las provincias ha visitado. Es la candidata del aparato o, al menos, de una parte importante del organigrama popular.

El hasta ahora vicesecretario de Comunicación del PP ha sorprendido a muchos anunciando su candidatura. Con una clara sintonía con el ala liberal conservadora, en el partido se ve a Pablo Casado como el hombre capaz de continuar defendiendo un ala de la formación que se ha sentido huérfana en los últimos años. Es partidario, por tanto, de bajadas de impuestos y de que el ciudadano tenga el dinero en su bolsillo para que él decida dónde gastarlo. 

Hijo político de Aznar ("si alguna vez me tiene que renovar alguien, que sea Pablo Casado", llegó a decir el expresidente), Rajoy le incorporó a su ejecutiva como lugarteniente con galones. Su principal hándicap es el polémico Máster de la Universidad Rey Juan Carlos que amenaza con amargarle su futuro en la política. Alguna vez dijo que su familia estaba harta de la persecución que ha sufrido pero aún le queda trayectoria por delante en el PP.

Creyente, católico practicante, de extremo centro y forofo del Real Madrid. Así se ha definido este licenciado en Derecho y Economía llegó a hablar durante el Gobierno de Rajoy de algunos aspectos económicos que no gustaron nada a otros colegas del Consejo de Ministros, como Cristóbal Montoro y Luis de Guindos. Ahora se presenta a dirigir un partido con una gran preocupación en su cabeza en materia económica: las pensiones. De hecho, en su último libro proponía que deberían ser blindadas en la Constitución. En la batalla por liderar el PP tiene un claro objetivo: que Sáenz de Santamaría, su enemiga acérrima, no sea la elegida.

Un  histórico del partido. Su objetivo es rearmar al PP desde un proyecto de centro-derecha que él quiere liderar. En su presentación como candidato ya habló de ideologías y corrientes y se definió como la persona capaz de presidir una formación en la que se tienen que reflejar los valores liberales, conservadores y del humanismo cristiano, que "ponen en el centro a la persona". Es, como Pablo Casado, diputado por Ávila y, en definitiva, tiene una visión muy similar a la de su colega tanto en lo político como en lo económico.

En su currículum destaca que es diplomático de carrera, doctor en Ciencias Políticas y Sociología y licenciado en Economía, Empresariales por el Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas (Icade). También es el tercero de IDU, una organización internacional en la que están representados partidos de centro-derecha.

Es el más desconocido de los seis, pero tiene una trayectoria interesante. Fue el presidente de Nuevas Generaciones en la Comunidad Valenciana y su objetivo pasa ahora por acometer en el PP un cambio generacional liderado por él. Se define como el candidato de la militancia y tampoco se le conoce adscripción ideológica alguna, de forma que su aterrizaje en la séptima planta de la calle Génova sería toda una sorpresa y supondría una auténtica revolución.