Vox se abstuvo 

El Congreso traslada la regulación del teletrabajo al Senado sin votos en contra

Se considera trabajo a distancia regular aquel que se preste, en un periodo de referencia de tres meses, un mínimo del 30% de la jornada o el porcentaje proporcional en función de la duración del contrato de empleo.

Teletrabajo
El Congreso traslada la regulación del teletrabajo al Senado sin votos en contra.
Europa Press

El Congreso ha aprobado este martes y ha enviado al Senado la Ley de trabajo a distancia sin ningún voto en contra, ya que han respaldado el proyecto PSOE, PP, Unidas Podemos, ERC, Cs, PNV, EH-Bildu, PDeCAT, mientras que Vox ha optado por abstenerse. El Congreso completa la regulación del teletrabajo y la envía al Senado sin ningún voto en contra. El proyecto tiene origen en el decreto ley aprobado por el Gobierno en septiembre del año pasado, tras alcanzar un acuerdo con los sindicatos CC.OO. y UGT y las patronales CEOE y Cepyme para la regulación del trabajo a distancia. Semanas después el Congreso aprobó su convalidación, pero decidió tramitarlo como proyecto de ley para poder plantear cambios.

Según esta regulación, ya en vigor desde la publicación del decreto ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se considera trabajo a distancia regular aquel que se preste, en un periodo de referencia de tres meses, un mínimo del 30% de la jornada o el porcentaje proporcional equivalente en función de la duración del contrato de empleo. Además, esta modalidad de trabajo es voluntaria y reversible tanto para la persona trabajadora como para la empleadora.

Este acuerdo de trabajo a distancia debe realizarse por escrito y en él tiene que incluirse el inventario de los medios y gastos que exige el desarrollo del mismo, el lugar de trabajo elegido por la persona trabajadora, así como su horario, los medios de control empresarial de la actividad y la duración del acuerdo.

Por su parte, la UGT ha pedido que la Inspección de Trabajo vigile "de forma exhaustiva" el cumplimiento de la Ley de teletrabajo, según ha señalado en un comunicado tras aprobarse este martes el proyecto de ley de trabajo a distancia por parte de la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso. En esta línea, ha advertido de que no va a quedarse "de brazos cruzados" mientras se incumplen las leyes "de forma tan generalizada y flagrante". Por ello, ha dicho que va a poner en marcha todos los mecanismos para denunciar ante la autoridad laboral esta forma de proceder y exigir mayores sanciones a las empresas incumplidoras.

UGT ha resaltado que las empresas, un año después de la aprobación de la Ley del teletrabajo, persisten en vulnerar una norma de "obligado cumplimiento". Para el sindicato, esta Ley incrementa notablemente la protección y los derechos de las personas teletrabajadoras, en comparación con la regulación precedente y sitúa a España como uno de los países con la regulación legal del trabajo a distancia y del teletrabajo "más proteccionistas, avanzadas y completas de Europa".

No obstante, cree que la norma todavía tiene aspectos muy mejorables. La organización sindical ve imprescindible que las organizaciones empresariales se sienten a negociar el desarrollo de esta Ley y se traslade de manera real la norma a la realidad de cada empresa. La organización que lidera Pepe Álvarez considera que es el momento de que la negociación colectiva refuerce, potencie y mejore la regulación leal del teletrabajo.

Desde su punto de vista, los convenios colectivos sectoriales son el ámbito más adecuado para desarrollar y adaptar la regulación legal del teletrabajo de forma homogénea, equilibrada y garantista pero para ello ha afirmado que es necesario suprimir la prioridad aplicativa del convenio de empresa sobre el de sector, "impuesta por la reforma laboral de 2012, que hay que derogar cuanto antes".

"Si no es así, lo que se negocie sobre teletrabajo en el ámbito sectorial puede quedar desvirtuado", según UGT, que señala que los principios que deben gobernar en el desarrollo del teletrabajo en la negociación colectiva deben ser la igualdad de trato y oportunidades entre las personas trabajadoras a distancia y las que trabajan de manera presencial, así como el principio de voluntariedad, "en el sentido de impedir que la empresa varíe de forma unilateral el tiempo de teletrabajo, basándose en sus necesidades organizativas".

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