"En navidades nos quedamos en casa", ha zanjado el ministro de Sanidad, Salvador Illa. El Consejo Interterritorial ha llegado a un acuerdo de mínimos -que incluye los cierres perimetrales del 23 de diciembre hasta Reyes salvo para reencuentros familiares-, que han rubricado mayoritariamente los gobiernos autonómicos. A excepción de Madrid, que ha votado en contra, y Cataluña, que se ha decantado por la abstención, la mesa ha llegado al consenso y ha apoyado el documento de medidas que el equipo de Illa ha puesto este miércoles sobre la mesa. Con todo, el ministro no quiere cabos sueltos y se ha mostrado contundente: "Los acuerdos rubricados serán de obligado cumplimiento en todo el país, queden o no publicados en el BOE".
Sanidad ya había suavizado las restricciones que preveía activar en un primer momento. La semana pasada, se filtró el primer borrador del plan de Navidad que incluía aforos de seis personas y toque de queda a la una de la mañana. Aunque ese documento de trabajo dejaba en el aire la limitación de movilidad entre CCAA, el texto levantó ampollas entre los líderes regionales y obligó a posponer el debate una semana más. Esta semana, con las aguas más calmadas y un plan descafeinado, Illa ha logrado el ansiado consenso que evitará las diecisiete navidades que la cartera quería prevenir a toda costa.
"Entre los días 23 de diciembre y 6 de enero no se podrá entrar ni salir de una comunidad autónoma, excepto en los casos que, por las fechas específicas de la navidad, se produzcan reencuentros familiares". Además, el acuerdo del Consejo ha logrado aplacar las discrepancias alrededor de los aforos y, finalmente, eleva a diez personas las reuniones para Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, "niños incluidos". Pese al ambiente de consenso, las fisuras con Madrid y Cataluña abren otro frente para Sanidad, cuyo titular ha cambiado el tono del discurso respecto a cuál será la postura del Gobierno central las próximas semanas.
"No tomamos estas medidas ni por gusto, ni para entorpecer la vida de nadie. Tomaremos los controles pertinentes para controlar que se cumplen", ha zanjado Illa. Los cordones perimetrales sentarán las bases de la estrategia de contención de cara a la campaña navideña, con vistas a limitar la circulación a los límites autonómicos. Las visitas a "familiares y allegados" serán la excepción. "Estas fiestas tienen un componente muy especial, pero todos entendemos lo que quiere decir familiar o allegado", ha aseverado el ministro, "Estamos seguros de que se van a respetar las reglas. Nos jugamos mucho, ha costado mucho volver a doblegar la curva".
El día de Reyes no se 'salva'
El ministerio impondrá los cierres perimetrales para toda la península, principal escollo para obtener el sí de Madrid. "Respecto a los encuentros familiares o con allegados para celebrar las comidas y cenas navideñas de los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero se indica que no se debe superar el número máximo de diez personas, salvo que se trate de convivientes", señala el texto definitivo, que deja fuera del 'alivio' el día de Reyes.
Estos son los días en los que se prevé un flujo disparado de ciudadanos por todo el país, así como que aumente el riesgo de circulación nocturna. "Las noches del 24 al 25 de diciembre y del 31 de diciembre al 1 de enero las CCAA y ciudades autónomas harán efectiva la limitación de la libertad de circulación de las personas en horario nocturno (...) pudiendo determinar que comience,
como muy tarde a las 1:30 horas". El ministro ha insistido en que la excepción, en ningún caso, podrá servir para desplazarse a reuniones, sino que avala únicamente el regreso al domicilio.
Ni cabalgatas ni compras de última hora. Al ministerio no le ha quedado otra que levantar la mano, pero se ha mantenido firme sobre los eventos masivos. "Vamos a evitar aglomeraciones en Navidad. Se acuerda que las CCAA limiten todo tipo de actos que impliquen aglomeraciones". El ministro del ramo ha prohibido también las acciones de comer y beber en la vía pública y se ha dirigido a los grupos de riesgo. "Las personas que vivan en residencias deben ir solo a un domicilio y restringir su burbuja". Así, Sanidad abre la mano respecto a su plan inicial -que respaldaba aforos de seis personas y toques de queda a la una-, pero marca en estos mínimos una línea roja que deberán respetar "obligatoriamente" todas las autonomías.
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