El silencio de Sánchez, Iglesias a la fuga y Calviño la ausente: los 'corrillos' del 6-D

  • Los políticos departieron y se hicieron fotos con todo el que se les acercaba. Pero los socios de coalición se esfumaron de la recepción al instante.
Actos por el 41º aniversario de la Constitución
Actos por el 41º aniversario de la Constitución
Ballesteros / EFE

Escapar de recintos tan angostos como los pasillos del hemiciclo o el Salón de los Pasos Perdidos en un día de fiesta en el Congreso, el de la Constitución, no resulta fácil. Las cientos de personas entre políticos, periodistas e invitados que se agolpan en la zona para intercambiar impresiones hacen complicado hablar con alguien más de un minuto a solas. Las interrupciones y los saludos son constantes, además de los encuentros con conocidos y allegados. Pero los obstáculos y las riadas de gente no han impedido a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pasar desapercibidos poco después de que Meritxell Batet terminara su discurso.

El presidente en funciones, que aceptó amablemente hacerse 'selfies' con invitados, ha destacado por su silencio, que apenas ha roto en los famosos 'corrillos' con los periodistas (solo se le ha escapado que la próxima reunión con ERC será en Barcelona). Mientras que el líder de Podemos no se ha parado ni un minuto y se ha esfumado de esta recepción por el 41º aniversario de la Carta Magna. 

Sánchez no es muy partidario de charlar con los periodistas en este tipo de actos. Y más si cabe cuando está negociando en la sombra un Gobierno de coalición. Ayer no tuvo más remedio que pararse con algunos, aunque no por mucho tiempo. Habló poco y se le vio optimista de cara a cerrar un acuerdo. ¿Cuándo? Se encogió de hombros, aunque reconoció que le gustaría que fuera antes de Navidad. Únicamente reconoció "avances". Lo mismo sus ministros, que no quisieron mojarse en nada que tuviera que ver con la investidura. Sí que hubo coincidencias a la hora de valorar el hecho de que ERC estuviera sentado en una mesa negociadora con ellos.

Fuentes del Gobierno también dieron por finiquitado Pedralbes. Descartan, al menos por ahora, retomar la mesa negociadora de tú a tú con la Generalitat. De momento las conversaciones se mantendrán entre partidos (PSOE y ERC) a la espera de avances siempre dentro del marco constitucional, insistieron todos. 

Iglesias tampoco ha querido saltarse ese 'pacto de silencio' que impera en las negociaciones. Unos pocos saludos a quien le paraba, un quiebro para evitar a algunos periodistas y gestos a otros de "hoy no". Solo un bloqueo de un grupo de informadores ha impedido que se escapara sin dar alguna pincelada. Pero la tregua no ha durado ni 30 segundos, hasta que sus colaboradores han cortado el diálogo y han facilitado que su líder abandonara el hemiciclo. Todo porque "no quiere hablar en un día en el que todo es publicable", según su equipo. Y que a la curiosidad por las negociaciones del gobierno se suma el escándalo por los despidos de dos abogados que trabajaban en Podemos, uno de ellos acusado por el partido de acoso sexual a otra compañera. 

Varios ministros del Ejecutivo también se dejaron ver en este acto. De hecho, entre las anécdotas y conversaciones llamativas está la de un veterano periodista recomendando un libro a un alto cargo de Sánchez muy destacado. "Tienes que leerlo urgentemente", decía el primero, mientras el segundo le respondía "es por lo que tengo entre manos, ¿no?". La negociación con ERC monopolizaba esas conversaciones que implicaban a estos dirigentes importantes. "Nos reprochan todo, pero hay cierta voluntad", señalaba uno de ellos. Otros miembros del Consejo de Ministros hablaban entre sí cuando no les interrumpían aquellos que buscaban un saludo o algo de información.

Faltó Nadia Calviño, que va a ser la vicepresidenta económica. Sí estuvo María Jesús Montero, muy amable, como es habitual en ella. Y Marlaska, y Celáa, y Guirao, y Valerio... Y también se pudo ver a Màxim Huerta, que aceptó la invitación. Estuvo con algunos de los compañeros con los que compartió consejo de ministros por apenas unos días.

Quien sí pasó bastante tiempo entre conversaciones y cerveza o refrescos fue Pablo Casado. El presidente del PP estuvo prácticamente rodeado en todo momento por todo el que quería hablar con él o saludarle. Casado tuvo tiempo para conversaciones largas, como la que mantuvo con el eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano. Otros con los que habló fueron los presidentes gallego y andaluz, Alberto Núñez-Feijóo y Juanma Moreno, o con diputados de Vox que debutan esta legislatura en el Parlamento. Otra política con la que conversó fue la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Los periodistas también tuvieron su momento. Hasta el punto de que más de una veintena le rodearon en cierto momento. Y ni el diputado Pablo Montesinos, antes al otro lado, podía escapar a las preguntas.

Los 'corrillos' también dejaron imágenes que no se ven normalmente. Como la de dirigentes del PP y Vox olvidando la tensión de los últimos días y hablando con gestos de complicidad por medio. Faltó, por cierto, Santiago Abascal, que se marcho a conmemorar el Día de la Constitución a Catalula. O a las parejas de algunos exdiputados socialistas haciéndose fotografías con presidentes autonómicos de los populares. Quien tuvo más dificultades para poder moverse por la zona fue la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra. La lesión de tobillo que sufrió el día de constitución de las Cortes ha provocado que haya acudido a la recepción en una silla de ruedas que era empujada por un asistente. 

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