"Contrato alemán" se perfila como uno de los grandes ejes del diálogo social

  • Madrid.- El conocido como "contrato alemán", que propone una reducción de jornada compensada con un subsidio estatal para evitar un mayor aumento del paro, será previsiblemente uno de los principales elementos a debatir cuando se reanude el diálogo social en España.

Corbacho dice que los presupuestos son para que los parados no queden desamparados
Corbacho dice que los presupuestos son para que los parados no queden desamparados

Madrid.- El conocido como "contrato alemán", que propone una reducción de jornada compensada con un subsidio estatal para evitar un mayor aumento del paro, será previsiblemente uno de los principales elementos a debatir cuando se reanude el diálogo social en España.

Este régimen de contratación es una de las fórmulas que los sindicatos han propuesto como alternativa al despido y que también podría aceptar la patronal, mientras que el Gobierno ya ha dicho que será una de las cuestiones a debatir en las negociaciones tripartitas.

Así lo ha asegurado el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien consideró que puede haber un "amplio consenso" entre sindicatos y patronal para abordar un nuevo sistema que permita a las empresas hacer "suspensiones de horarios" como ocurre en Alemania.

El régimen de contratación "Kurzarbeit" -trabajo reducido- bajo el que están empleados 1,1 millones de alemanes según datos oficiales del Ministerio de Trabajo alemán, tiene como fin evitar la creación de más parados, que resultaría más costoso, y en el caso de algunas empresas la pérdida de obreros especializados que luego sería mas complicado recuperar.

Este régimen lo puede solicitar una empresa al completo o una determinada sección de la misma durante un periodo máximo de veinticuatro meses ante la Oficina Federal de Empleo.

Durante los seis primeros meses la Agencia Federal de Empleo paga la mitad de los costes de Seguridad Social y, a partir del séptimo mes, la totalidad de dichos costes.

En el caso del sueldo, valga un ejemplo a modo de orientación: Hans Rücker trabaja para una empresa de suministros de piezas para automóviles, tras entrar en régimen de "Kurzarbeit" ha pasado a trabajar 12 horas semanales en vez de 40.

Su empresa le paga sólo por las 12 horas que trabaja y el Estado le abona el 60 por ciento de lo que cobraría si trabajara las 28 horas restantes. Si tiene un hijo en casa, el Estado le paga el 67 por ciento.

Los trabajadores en régimen de "Kurzarbeit" pueden asumir otros trabajos, pero deben declararlos.

El régimen de "Kurzarbeit" se ha aplicado masivamente en la industria alemana del automóvil desde que entró en crisis. De esta manera se han evitado despidos y el sector puede recuperar paulatinamente su producción normal con sus trabajadores de siempre.

Esta idea ha calado entre las organizaciones sindicales españolas y hace quince días, durante su intervención en el programa "Tengo una pregunta para usted" de TVE, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, lo propuso como vía para mantener el empleo.

En la web de CCOO, Toxo recuerda que la figura está incluso contemplada en el Estatuto de los Trabajadores -el expediente de regulación de empleo de reducción de jornada- y con ella la empresa puede seguir pagando parte del salario y el sistema público de protección al desempleo compensa la diferencia.

Fuentes de este sindicato señalaron no obstante que se trata de una propuesta compleja que tiene que estudiarse con detenimiento tanto desde el punto de vista jurídico como para su financiación, para ver si debe proceder del dinero de los subsidios -lo que reduciría esta red de protección- o de aportaciones extraordinarias que supondrían un mayor déficit.

Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, recordó hoy también en Pamplona que ya hay un marco jurídico consolidado que permite la reducción de jornada como alternativa a la destrucción de empleo, que además está incentivado en el caso de las suspensiones temporales.

Méndez señaló en cualquier caso que no hay que dejar "arrastrarse" por lo que se hace en otros países y hay que estudiar con detenimiento cada propuesta, y en concreto ver cómo se pueden vincular los incentivos a la reducción de jornada en ámbitos como las microempresas, ya que estas medidas se aplican sobre todo en compañías medianas o grandes.

Pese a las reservas, esta propuesta estará encima de la mesa del diálogo social cuando éste se reanude, algo que las partes esperan que ocurra pronto tras el desbloqueo de la negociación colectiva.

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