Córdoba pide una calle para su 'salvador', el inventor del aire acondicionado

  • Los cordobeses quieren homenajear así al hombre que consideran que les ha 'salvado la vida' en una ciudad donde el calor es extremo.
Córdoba
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La pasada semana las temperaturas en toda la península rondaron los 40º, lo que provocó que buena parte de los españoles tuvieran serios problemas para aguantar un calor tan extremo en zonas donde normalmente las temperaturas son mucho más bajas. Pero hay un lugar en el que una ola de calor de esas características apenas se nota, pues su verano es una ola de calor constante. Hablamos de Córdoba, una de las capitales de provincia más calurosas de España. Allí las temperaturas todavía no se han relajado a pesar de que ya han bajado en el resto del país.

Pero los habitantes de la ciudad califal no se desesperan, pues sus veranos son siempre de esta forma. Además, cuentan con un aliado que les ha 'salvado', prácticamente, la vida. Se trata del aire acondicionado, algo que en Córdoba es un 'must' de cualquier vivienda que se precie si se quiere sobrevivir en verano. Tan agradecidos están a este aparato que han iniciado una curiosa iniciativa popular que ha llamado la atención de toda España.

Porque un grupo de cordobeses ha puesto en marcha una campaña en la plataforma Change.org para que la ciudad ponga una calle a nombre del inventor del aire acondicionado, Willis Haviland Carrier. Aunque parece ser que todo comenzó como una broma, la iniciativa ha ido ganando adeptos y ya ha llegado al presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Pedro García, quien ha tendido la mano a las peticiones y ya ha anunciado que van a buscar una calle para ponerla a nombre de este inventor estadounidense.

Aunque apenas 1.000 personas han firmado la iniciativa en Change.org, la medida ha ido cogiendo fuerza en las redes sociales, que es donde más se está reclamando esta calle para Carrier. Si bien hay que destacar que este inventor no ideó los aparatos de aire acondicionado para mejorar la vida de las personas en verano, sino para refrigerar las máquinas de las fábricas, aunque enseguida se extendió a la población.

Ahora es posible que por su invención, creada a principios del siglo XX, tenga una calle en una de las ciudades más calurosas de Europa, donde reconocen que sin este aparato "hace tiempo que no habríamos podido sobrevivir en nuestra tierra".

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