Por amenazas

Corinna ultima la denuncia en Londres al Rey Emérito en plena refriega fiscal

La empresaria alemana emprende acciones legales en Londres también contra el exdirector del CNI coincidiendo con el avance de las pesquisas de la Fiscalía. 

Princesa Corinna
Larsen plasmó ante notario que Sanz Roldán viajó a Londres y le amenazó a ella y sus hijos. 
EFE

La investigación abierta en la Fiscalía del Tribunal Supremo sobre el Rey Emérito no ha frenado los planes de la que fuera su amiga íntima Corinna Larsen de emprender acciones legales contra él. Tal es así que la empresaria alemana está ultimando la denuncia que interpondrá contra Juan Carlos I y el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán ante la Justicia británica por las amenazas que habría recibido en el año 2012 y que, según asegura, afectaron tanto a ella como su familia. 

Según confirman fuentes de su defensa a La Información, la interposición de la denuncia se ha retrasado debido al parón judicial sufrido por la crisis del coronavirus pero la gestión se llevará a cabo pronto. Se trata de un movimiento que coincide con la investigación que ha asumido la Fiscalía del Tribunal Supremo sobre el Rey Emérito en aras a dilucidar si cometió delito fiscal con el cobro en 2008 de una donación de 100 millones de dólares que le hizo el entonces monarca de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd. Las pesquisas, que se ciñen a los hechos ocurridos desde su abdicación en junio de 2014, se inician como consecuencia de una investigación previa en la Fiscalía Anticorrupión que indagó si se pagaron comisiones en la adjudicación del tren del AVE que iba a unir La Meca y Medina. 

Corinna, que fue la receptora de esa donación al transferirle Juan Carlos I cerca de 65 millones de euros en 2012, ya anunció que acudiría a los tribunales de Reino Unido. La empresaria, que ha declarado en la investigación suiza sobre la fortuna del Rey, asegura que ese dinero se lo entregó el Emérito por el cariño que le tenía a ella y a su hijo. Sin embargo, ese mismo 2012 y una vez terminada la relación, la alemana recibió amenazas por parte del entonces director general del CNI. Así lo plasmó por escrito en un acta notarial en la que aseguró que desde mediados de ese año comenzó a recibir correos electrónicos que atribuye a Sanz Roldán. El general se habría apoyado en una identidad falsa para amenazarle con no difundir en prensa información relevante que pudiera tener de La Corona y del Estado español.

Las sospechas de Bertossa

En dicha acta relata además que se puso en marcha una operación para acceder a su apartamento de Mónaco y que, una vez asentada en Reino Unido, tuvo un encuentro con el exdirector de 'La Casa'. En dicha reunión, que se celebró en The Connaugh Hotel el 5 de mayo de ese año, éste le dijo que no podía garantizarle su seguridad ni la de su familia a menos que no cumpliera unas instrucciones determinadas una de las cuáles era la de no tener ningún contacto con la prensa puesto que "sabía cosas" que podían afectar a 45 millones de personas, en referencia a secretos de Estado. Relata además que poco después encontró un libro sobre la muerte de Diana de Gales en su dormitorio y recibió una llamada telefónica de un desconocido en la que se le dijo que había muchos túneles entre Mónaco y Niza. 

Por estos motivos, la examiga íntima del Rey decidió emprender acciones legales en Reino Unido y contrató para ello al prestigioso letrado James Lewis QC, conocido por ejercer la defensa de Estados Unidos en su litigio contra el fundador del portarl Wikileaks, Julian Assange. Este nuevo frente judicial se produce toda vez que Suiza ha enviado una primera remesa de información a España sobre sus pesquisas por la fortuna del Rey Emérito. Entre esa documentación se incluyen las declaraciones prestadas por Arturo Fasana, gestor de la fortuna del Rey en el país helvético; por el abogado Dante Canónica y la propia Corinna. 

En su declaración ante el fiscal jefe del cantón de Ginebra, Corinna insistió en que el dinero recibido era un regalo del monarca que nada tenía que ver con una posible intermediación para que el consorcio de empresas españolas fuera el adjudicatario del millonario contrato del AVE en Arabia Saudí. Sin embargo, Bertossa trata de esclarecer el origen de la donación del rey saudí en 2008 que gestionó la fundación Lucum a través de una cuenta en el banco suizo Mirabaud. El monarca, que figuró como primer beneficiario de esta fundación, remitió a su vez los 65 millones de euros a una cuenta bancaria de su examiga íntima en Las Bahamas.

"Chivo expiatorio"

Fuentes de su defensa consultadas por este medio muestran desconfianza por la investigación abierta en España y aseguran que se le está utilizando como "chivo expiatorio", motivo por el cual se habían negado a que Ginebra entregara su declaración a la Justicia española. Sin embargo, el material contenido en la comisión rogatoria aportada por el fiscal suizo estrecha el cerco en torno a las obligaciones fiscales del Rey. En concreto, y según informa el diario El Español, el gestor Fasana -que también ha controlado cuentas en Suiza de Francisco Correa y otras grandes fortunas del país- apuntó en su declaración que a él no le constaba que el Emérito hubiera declarado los fondos ante las autoridades españolas. 

Al margen de estas pesquisas que dirige el Ministerio Público, Corinna Larsen tiene una cita pendiente con la Justicia española. La alemana declarará como testigo en la vista que acogerá finalmente un juzgado de Madrid por presuntas calumnias de José Manuel Villarejo a Félix Sanz Roldán. La consultora comparecerá por videoconferencia en este juicio que ya se ha aplazado hasta en dos ocasiones, para ratificar el contenido que recogió en un acta notarial de 2019. Precisamente, el encuentro que mantuvieron Corinna y Villarejo en 2015 fue el origen de las pesquisas en España. La grabación del mismo, que se encontraron los investigadores del caso Tándem en el registro de su domicilio, dio pie a la apertura de una nueva pieza de la causa bautizada como Carol. 

En la misma se indagó el contenido de este encuentro en el que Corinna le trasladó al comisario jubilado que el Rey le habría pedido que figurara como testaferro de sus cuentas. Las pesquisas, no obstante, se acabaron archivando al no dotarle el instructor de la Audiencia Nacional credibilidad a estos hechos que se produjeron mientras el Rey era Jefe de Estado y, por lo tanto, inviolable. No obstante, Anticorrupción abrió diligencias secretas en aras a esclarecer si se pagaron comisiones de hasta 80 millones de euros por esta adjudicación a la UTE de empresas españolas en 2011. En el marco de las mismas se solicitaron comisiones rogatorias a Suiza las cuáles han terminado por afectar también al monarca Emérito; motivo por el cual Anticorrupción cedió las pesquisas a la Fiscalía del Tribunal Supremo, teniendo en cuenta que sigue siendo una persona aforada. 

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