Más de 30 casos en España

El eco de la OMS: "He sembrado el pánico en el colegio al llevarme antes a mi hija"

Coronavirus Valladolid
Coronavirus Valladolid
EFE

El coronavirus ha desembarcado en África, el último bastión sin Covid-19 de todo el mundo, y la noticia ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a elevar la alerta a un nivel "muy alto" de riesgo de expansión, hasta ahora solo reservado a China. Aunque las autoridades internacionales instan a no dejarse llevar por el pánico, la cascada de casos ha levantado su polvareda por toda España, incluidos aquellos rincones en los que el brote aún no ha dejado huella. "He tenido que recoger a mi hija antes de tiempo... y he sembrado el pánico en el colegio". Así relataba Ester, profesional de estética en un pueblo de Segovia, la "surrealista" situación que vivió este viernes cuando saltó en su municipio un bulo sobre un posible caso de coronavirus. Los vecinos sumaron dos más dos y se armó el tumulto.

Horas más tarde de que su hija de 12 años se sintiese indispuesta en el aula, la madre empezó a recibir los mensajes, por goteo, de las clientas que esperaba para aquella tarde avisando de que anulaban sus citas. No sin antes cerciorarse: "Ester, ¿estáis todos bien?". La mujer y su familia viajaron el pasado sábado 22 a Roma, a más de 600 kilómetros de la zona acordonada por la epidemia. Pero el pánico no atiende a estas minucias. "Cuando desembarcamos en Italia nos pusieron en fila y nos sometieron a un test de temperatura, sin dejarnos tiempo ni para ir al baño", recuerda Ester. La segoviana apunta que a su vuelta, en Barajas, los controles brillaron por su ausencia. La profesional asegura que un rumor como este ha podido causar estragos en su negocio que se alimenta de los vecinos de la localidad: "A otra de mis clientas le han tratado de convencer para que anulase la cita".

A lo largo del viernes, la oleada de casos siguió en España. Valencia cerró como la región más damnificada una decena de positivos. Andalucía sumó siete de golpe, entre ellos varios sanitarios. Por detrás quedaron los seis en Canarias, donde algunos de los turistas aislados en el l H10 Costa Adeje Palace de Tenerife emprendían el regreso a sus países de origen. Además, la Comunidad de Madrid cerraba con siete, dos de ellos en estado grave. Mientras que el último parte de Sanidad aseguraba que los cuatro pacientes de Cataluña y los dos de Castilla y León, evolucionaban favorablemente. Se sumaban a la lista también las regiones de Aragón y Baleares, con un positivo cada una y dos en País Vasco. Cifras de la última actualización del viernes de la cartera que encabeza Salvador Illa.

Al sector hotelero en Barcelona también se le escapa la clientela. Primero el Mobile y ahora los contagios del virus han provocado un aluvión de bajas en un mes que al principio parecía prometedor para la ciudad. "El problema es que las cancelaciones serán consistentes en los próximos meses", señalan desde un hotel NH Collection de la ciudad. "Ya han reforzado todos los protocolos de actuación pero las personas no quieren venir a la ciudad", añade. 

También este viernes en Berlín siguieron las precauciones que tomaron las autoridades catalanas con el MWC y cancelaron otra importante cita mundial, la Feria Internacional de Turismo más grande del mundo. "La ITB 2020 no tendrá lugar", confirmaban las autoridades, que intentaron mantener la convocatoria hasta el último momento pero se vieron obligaron a cancelarla al no poder cumplir con las medidas de seguridad que exigían las autoridades. Así, el sector turístico sufre el brote una jornada más. 

La fuente de mascarillas de Bizkaia: "Estamos colapsados"

Los fabricantes de protectores industriales -mascarillas incluidas- SIBOL, con sede en Vizcaya, aseguran a La Información que desde que empezaron a sonar las alarmas "tenemos los teléfonos y buzones de correo colapsados". La empresa cuenta con una veintena de empleados y asegura que, si hubieran querido hacer frente al aumento de la demanda, habrían tenido que redoblar la plantilla y hacer más turnos, pero por ahora lo tienen claro: "Nosotros vamos a seguir con lo nuestro". Y lo suyo es abastecer a clientes industriales. Desde la firma aseguran que no van a cambiar su forma de trabajar porque "no se puede invertir en algo que no sabemos cuánto se va a alargar"

En el sector de las mascarillas, China se hacía con cerca del 80% de la producción mundial. Tras el cierre de fronteras y ante el aumento de la demanda interna, el gigante asiático ha dejado un vacío que alguien tiene que asumir... pero no será la fábrica vasca de SIBOL. "Tratar de absorber ese mercado sería un despropósito, habría que aumentar la plantilla y adaptar las instalaciones". Actualmente producen alrededor de 600 mascarillas a la hora, y aún así no dan abasto. El problema, apuntan, es que "no vamos a inflar los precios a nuestros clientes de toda la vida para afrontar la nueva situación". Los vizkainos prefieren 'pájaro en mano': "Cuando esto pase quedarán los de siempre y, si ahora inflamos los precios, cambiarán de proveedor y nos habremos quedado sin nada".

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