Entrevista al consejero de Sanidad gallego

"Los datos se cierran a una hora... y en Galicia siempre fuimos muy puntuales"

Julio García Comesaña aterrizó al frente de la consejería con la pandemia ya avanzada. Durante la primera ola, vivió el azote del virus desde la gerencia del área sanitaria de Vigo.

El conselleiro de Sanidad de Galicia, Julio García Comesaña.
El conselleiro de Sanidad de Galicia, Julio García Comesaña.
EP

"Dormir... ¿Qué era eso?" Julio García Comesaña se puso al volante de la Consejería de Sanidad de Galicia tras las elecciones autonómicas del 12 de julio. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, decidió prescindir de su antecesor, Jesús Vázquez Almuiña, y colocó el puntero sobre el radiofísico, hasta el momento, al frente del área sanitaria de Vigo. Comesaña estuvo en las trincheras durante la primera ola. Después de tres meses al frente del departamento, clave en la gestión de la crisis del coronavirus, recurre a la jerga marinera y habla de la vacuna como un "faro", hasta el que, reconoce, "aún queda mucho por hacer".

La segunda ola golpeó con fuerza en territorio gallego. A principios de julio, el goteo de casos obligó a hablar de 'brote' en A Mariña. El país estrenaba esa 'nueva normalidad' que pronto quedó marcada por los repuntes. A finales de julio, los focos confirmaron el anticipo de la segunda onda. Comesaña juró el cargo el 12 de septiembre. La media de casos en la región rondaba los 400. Pero Galicia, como el resto de España, ha sufrido una transmisión disparada en las últimas jornadas. El balance del  viernes 18 de diciembre dejó 697 contagios en la región. 

Desde el principio, el departamento del vigués se ha guiado por la acción rápida y quirúrgica. Ahora, la incidencia acumulada de la región -177,66 casos por cada 100.000 habitantes- se halla por debajo de la media nacional y apunta a que Galicia ha vuelto a aplacar la curva. NSon tiempos difíciles para las autoridades saitarias. "Recibí el cargo de consejero como una enorme responsabilidad... pero también como un honor. No me hubiera gustado vivir esta crisis desde fuera. Agradezco poder hablar desde el lugar en el que me encuentro". 

El horizonte de una vacuna a principios de año aporta algo de luz al final de la gestión de la crisis sanitaria más compleja de la historia. ¿Con qué perspectivas encara su consejería el 2021?

La próxima campaña de vacunación es un reto. Toda la humanidad se ha volcado en dar con un antídoto en el menor tiempo posible. Ahora es nuestro turno, nos toca hacerlo bien. La vacuna es un faro que la Ciencia ha logrado encender en menos de un año... viene a confirmar el ímprobo esfuerzo colectivo. España va a recibir distintas candidatas para la inmunización y las autoridades debemos insistir en la precaución, a la vez que fomentar la comunicación y la adhesión de la ciudadanía, con el fármaco de Pfizer y con los sucesivos.

La factura del coronavirus para el Sistema Nacional de Salud sigue en aumento. ¿Cómo ha impactado la crisis en el balance de cuentas de su departamento?

La Xunta ha realizado una fuerte inversión. El equipo humano del SERGAS se ha reforzado en cerca de 1.700 profesionales, en números gruesos. Además, esta crisis ha supuesto un coste notable en material. Desde el equipamiento de EPI, hasta las adaptaciones en los centros para garantizar circuitos limpios y 'sucios'. Esa factura está ahí. En 2021, seguiremos trabajando con planes de contingencia, que permitirá que se puedan realizar más de 700 nombramientos de emergencia sanitaria en Enfermería, con duración de entre cuatro meses y un año. La recuperación económica será muy progresiva y el impacto de la Covid-19 no ha terminado. El año que viene habrá que seguir contando con el coste relativo a los nuevos ingresos por el virus, las pruebas diagnósticas, el rastreo...

Con la experiencia actual, ¿hay algo que podría haberse realizado de otra forma para amortiguar el baile de cifras en las tablas oficiales?

Cuanto más uniformices los criterios, mas fácil resulta presentar unas estadísticas sin fisuras. Los datos -informes diarios- se cierran a una hora para llegar a tiempo a la recopilación de informes de todas las CCAA cada día. Desde que llegó el primer caso, en Galicia siempre fuimos muy fieles a los tiempos. Tomar decisiones, analizar la evolución de las cifras... cada martes y cada viernes, se reunía el subcomité para analizar lo ocurrido en la jornada previa en materia de brotes. Con mucho trabajo en el manejo de datos, la región ha logrado obtener las cifras, no al segundo, pero sí de forma muy actualizada.

"Había poco tiempo para todo"

Los servicios de Salud Pública de todo el país se vieron desbordados ante la ingente cantidad de información...

En Galicia partíamos de una buena base porque las TICs llevan años integradas en el día a día del SERGAS. Tener un sistema de información ayudó a que los datos llegasen automáticamente al Ministerio de Sanidad. La comunicación con la cartera ha sido constante, y esa automatización nos ha evitado riesgos, como el error humano. Nuestros centros debían tener sus informes actualizados a las dos y media de la tarde. Después esos balances se agregaban y enviaban a la cartera, sobre las seis. Había poco tiempo para todo. El resultado del esfuerzo ha fructificado en una información muy consolidada. 

El reparto de dosis de la vacuna será uno de los temas que ocupen la agenda del departamento en las próximas semanas...

Todo apunta a que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dará su visto bueno al fármaco de Pfizer en diciembre. El de Moderna sigue su estela. Hemos llegado a un punto crucial para el desenlace de la crisis sanitaria. Aún queda sellar con el ministerio cuestiones tan relevantes como el número de dosis iniciales, como la cadencia con que se irán recibiendo. Son parámetros fundamentales a los que esperamos poder contestar en breves. El reto de la distribución en Galicia pasa por llegar a una población que es dispersa. La red de carreteras ayuda: alrededor de una hora es lo máximo en que se puede llegar a cualquier núcleo de población desde un centro de salud. El reto, además, es tecnológico.

Una de las claves para la contención del virus es la cooperación entre CCAA, ¿qué dificultades ha encontrado en ese proceso de cogobernanza? 

Desde el punto de vista más práctico, Galicia acumula una larga trayectoria de cooperación, en materia de salud, con las regiones limítrofes. Tanto con el Principado de Asturias, como con Castilla y León, esta es una historia de éxitos. En general, la población de la zona de frontera sabe cómo proceder en materia sanitaria y las administraciones autonómicas están coordinadas en la prestación de asistencia. A nivel nacional, el Consejo Interterritorial ha ido mejorando, todos los consejeros nos reunimos y comentamos semanalmente la situación. Es productivo porque nos permite aprender de lo que ocurre al otro lado del país. Este órgano, que ya funcionaba antes de la Covid, se ha desarrollado con normalidad, cada miércoles por la tarde. El Interterritorial ha demostrado, con creces, su eficacia. Y aún queda mucho trabajo.

Los primeros en vacunarse serán los residentes y plantilla de los centros sociosanitarios.

La previsión está ahí, pero no podemos concretar nada hasta conocer el número exacto de vacunas que recibiremos. Si no llegan para todos los grupos prioritarios, o si llegan y sobran... Todo condicionará el proceso, al igual que influirá si los viales llegan, de golpe, en dos días o lo hacen en veinte. En la consejería estamos trabajando en previsión a varios escenarios. Aún está todo abierto, por ejemplo, si a los residentes les vacunará el personal de las residencias o de la Atención Primaria. Tenemos asesores externos y un subcomité, dentro del comité clínico gallego, que está barajando los pros y contras de cada hipótesis. 

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