La hoja de ruta de la FEMP

'Guerra' al coche: los municipios quieren priorizar bicis y peatones tras la Covid-19

El Paseo de la Castellana de Madrid, el pasado fin de semana
El Paseo de la Castellana de Madrid, el pasado fin de semana
EFE/Ballesteros

Que el espacio que ocupa de manera mayoritaria el coche pase a ser de los peatones es una corriente que lleva años en auge. Hasta el momento, en España son pocas las ciudades que se han sumado a esta dinámica, que implica impulsar el transporte público y medios alternativos como la bici. Pero la crisis del coronavirus ha cambiado todo el tablero establecido previamente y el debate vuelve a estar sobre la mesa. La necesidad de evitar aglomeraciones y permitir a las personas que caminen o se desplacen sin tener que apretarse en las aceras es la esencia de la última hoja de ruta diseñada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que aboga por hacerle la guerra a los automóviles particulares en favor de quienes caminan, usan transporte público u otros medios. Lo que implicaría reducir carriles y rebajar velocidad en algunos de los que queden para que convivan todas las formas de transporte.

En un documento remitido al Gobierno, al que ha tenido acceso La Información, la FEMP pone sobre la mesa hasta 250 propuestas que afectan a ámbitos como la movilidad, el consumo, el turismo, la despoblación, la cultura o los servicios sociales. El primer aspecto es el más ambicioso, y va en la línea de lo que ya propuso el Gobierno central a través de la vicepresidencia de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que es el departamento encargado de diseñar el futuro tras la desescalada por la pandemia. Es decir, ganar espacio para bicicletas y viandantes, además de ir reduciendo progresivamente las carreteras para mitigar la contaminación y favorecer la lucha contra el calentamiento global. 

En la batería de medidas, la organización apuesta por iniciar las peatonalizaciones temporales en fines de semana o festivos de aquellas vías que conecten espacios públicos y zonas verdes. Algo que se complementaría con el cierre o reducción de carriles en las calles de doble vía, para que así se amplíen las aceras para los peatones. A lo que suma la propuesta más severa contra el coche: impedir o limitar su paso en las zonas donde hay mucho movimiento de transporte público. Lo que puede extenderse a grandes plazas y avenidas, parques y las calles que dan acceso a centros comerciales y de trabajo. Además, se recomienda prohibir el aparcamiento de motos y vehículos similares en las aceras, trasladándolas a zonas de parada en la calzada.

La bicicleta sería la gran ganadora del proceso planteado por los municipios y provincias. Según las recomendaciones establecidas, lo ideal es ir a un modelo de nuevos carriles bici permanentes y provisionales en todos los lugares posibles. Esto supondría la eliminación de más carriles que ahora son de los coches, que se convertirían en zonas de uso exclusivo para las dos ruedas. Lo que se suma a la idea de "pacificar" algunas vías, reduciendo la velocidad máxima hasta los 30 kilómetros/hora, para que puedan convivir en el mismo coches, bicicletas o patines. En resumen, restar todo el espacio posible a los automóviles para buscar que no haya aglomeraciones y a la vez se reduzca al máximo la contaminación en todas las zonas. 

Las medidas 'anticoche' no terminan ahí. Por ejemplo, se aconseja reactivar los servicios de estacionamiento regulado (SER) cuanto antes tras la suspensión por el estado de alarma, además de poner fin a los permisos para circular y aparcar en cuatro ruedas por zonas más pensadas para los peatones. También se reclama que todo el personal administrativo municipal se desplace en los medios que se recomiendan para toda la ciudadanía, como puedan ser los autobuses, el metro en las ciudades que haya o la bicicleta. El fin es "dar ejemplo". Junto a todo lo anterior, la FEMP insta a la reparación de calzadas para que no haya baches. Todo porque los 'nuevos' usuarios de esas vías estén tan a salvo como los coches. 

El 'Green New Deal' como objetivo

La base de la mayoría de las 250 propuestas de la FEMP se explican con el interés de la organización en impulsar el llamado "Green New Deal", que consiste en combinar lucha contra el cambio climático con reformas económicas que faciliten ir a modelos más verdes. De hecho, en el documento se hace mención expresa a alcanzar esa "transición ecológica justa" por la que ya ha abogado el Gobierno central, y que es la norma planteada para el futuro por las instituciones europeas. Las renovables y el autoconsumo están en el centro de la estrategia municipal y provincial, que a la vez defienden que se facilite la instalación de parques fotovoltaicos en zonas rurales. Otra medida novedosa sería la instalación de redes de agua reutilizada para reducir el consumo de agua potable.

En cuanto al comercio, que es uno de los entornos más afectados por la crisis sanitaria, la institución que preside el socialista Abel Caballero defiende que se impulse el comercio electrónico para los negocios minoristas. Un plan que podría realizarse a nivel de todo el municipio, con una plataforma que aglutinara a todas las tiendas. Otra iniciativa tiene que ver con los plazos para obtener una licencia, ante lo que la FEMP reclama que se eliminen las trabas para abrir cualquier comercio. Algo que se extiende a la venta ambulante o a las terrazas, donde se insiste en que se amplíen los metros cuadrados y los espacios para expositores o mesas con sillas para fomentar el consumo y la reactivación económica.

Fuentes de la FEMP aseguran a este diario que esta es la apuesta que van a defender de cara al futuro, y que el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos ya la tiene en su poder para decidir si utiliza sus propuestas para legislar o modificar normas ya establecidos. Aun así, las fuentes consultadas insisten en que sería necesario que el Ministerio de Hacienda permitiera a los ayuntamientos tirar de los remanentes de tesorería para invertir en todas las medidas que proponen. Algo que ahora mismo no pueden hacer por la regla de gasto. "Los 'ahorros' generados en el ámbito local deben servir de palanca de acción contra los efectos presentes y futuros de la pandemia del Covid-19", señaló la institución en su batería de reclamaciones económicas.  

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