Dos modelos conviven en el Gobierno

Iglesias impone su manual económico y asciende entre los golpeados por la crisis

Iglesias impone su manual económico y asciende entre los golpeados por la crisis
Iglesias impone su manual económico y asciende entre los golpeados por la crisis
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Pedro Sánchez ha forjado con Pablo Iglesias durante esta crisis una simbiosis especial. El presidente del Gobierno ha abrazado y dado el visto bueno en varios consejos de ministros las tesis defendidas por su vicepresidente segundo, una actitud que está quedando plasmada en los decretos que se publican en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Estado de alarma, parón de la economía, subsidios, moratorias en alquileres e hipotecas, prohibición de cortar de suministros básicos... Son algunas de las decisiones en las que Unidas Podemos ha conseguido imponer su criterio forzando las costuras de otros compañeros del Gobierno, especialmente de la Vicepresidencia económica de Nadia Calviño y del Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero.

Sánchez e Iván Redondo han dado muchas vueltas a los tres paquetes económicos aprobados. Esos tres decretos, junto al cierre de la actividad empresarial, han llevado muchas horas de discusión y debate al presidente y a su jefe de gabinete. Esencialmente Moncloa tenía dos manuales económicos sobre la mesa: uno que le presentaba Calviño apostando por evitar un daño irreparable a la economía; y otro planteado por Iglesias y sus ministros morados que proponía un "escudo social" urgente y ambicioso para salir al rescate de los más necesitados.

Fuentes gubernamentales reconocen que no ha sido fácil para Sánchez inclinarse por las tesis de Unidas Podemos. Detrás de cada medida económica está habiendo una gran cantidad de trabajo soterrado por parte de la Vicepresidencia segunda, especialmente por parte del equipo del secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, y eso provoca que Iglesias llegue al presidente con el trabajo hecho. Presidente y vicepresidente hablan prácticamente a diario, bien telefónicamente, bien por mensaje. También hay encuentros entre los segundos niveles, que son los que pulen los informes para que luego se eleven. 

Iglesias también está coordinando sus medidas con otros ministerios y viendo cómo sus propuestas han ido ganando apoyos en algunas carteras. Las fuentes consultadas explican, por ejemplo, que el decreto de cierre total de la economía, que fue impulsado por Unidas Podemos desde días antes de adoptarse, contaba con el apoyo del titular de Transportes, José Luis Ábalos. También la ministra de Indutria, Reyes Maroto, o el de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, han mostrado en algún consejo de ministros su apoyo a iniciativas planteadas por los titulares morados. 

El pulso de mayor intensidad es con la Vicepresidencia económica de Calviño, sobre el papel la máxima responsable de las decisiones del ramo. La sintonía entre ambos departamentos es escasa. Son dos formas, como decimos, de entender las soluciones que hay que aplicar ante una crisis sin precedentes. La balanza, a día de hoy, se decanta claramente del lado de Iglesias. Algunas medidas están tardando más de lo que le gustaría a Unidas Podemos, pero al final están llegando. También es una cuestión de tiempos y de evolución de la situación. Y Unidas Podemos está saliendo victorioso.

Dos comparecencias importantes para Iglesias

Iglesias es perfectamente conscientes del papel que le está tocando protagonizar en esta crisis. Por eso está cuidando sus mensajes al detalle. Ya ha ofrecido dos ruedas de prensa telemáticas desde Moncloa como vicepresidente segundo, algo que ya ha supuesto algún roce interno en el Gobierno. En su primera comparecencia, Iván Redondo y su equipo no quedaron contentos con su 'speach'. En la de ayer, el líder de Unidas Podemos se presentó del lado de los más golpeados por esta crisis sin parangón, hizo referencias a la Constitución y a los derechos esenciales y ganó enteros entre quienes peor lo están pasando. Los mensajes que llegaron al partido morado fueron en esa línea.

La intervención de Iglesias ante las cámaras estaba perfectamente calculada. Anunció medidas de este tercer paquete económico y social, pero también marcó el rumbo del papel que, bajo su punto de vista, debería tener el Estado ante una situación de emergencia para muchas familias. El Gobierno -transmitió Iglesias- no va a dejar atrás a nadie, va a mirar por todos, tanto por los trabajadores como por las empresas- y va a recuperar la identidad como nació que Podemos viene reclamando desde hace años. Hay que recordar que el lema del partido morado en sus primeras elecciones generales (2015) fue "Un país contigo".

La tensión en el Gobierno va por días. O, mejor dicho, por consejos de ministros. Ha habido cónclaves especialmente tensos, como la reunión extraordinaria del sábado 14 que declaró el estado de alarma y donde Sánchez tuvo que intervenir. En esa cita dio la razón a Calviño y Montero, pero en otras ocasiones se ha inclinado por las tesis de Iglesias. El presidente, por tanto, reparte juego consciente también de su complicado papel. Lo que sí ha pedido Moncloa es coordinación y eso se está viendo en algunos decretos. Por ejemplo, el aprobado ayer lleva la implicación de quince carteras: Economía, Hacienda, Justicia, Interior, Defensa, Transportes, Trabajo, Industria, Agricultura, Transición Ecológica, Ciencia, Cultura, Consumo, Seguridad Social y Universidades.

El próximo gran proyecto económico del Gobierno ya está en marcha y es ahí donde también deberá ponerse en práctica esa coordinación. Es la llamada renta mínima vital que, según los cálculos iniciales, podría llegar a alcanzar a cinco millones de españoles. Vicepresidencia social, económica y ministerios de Trabajo y, especialmente, Seguridad Social están ultimando una medida que podría aprobarse en el consejo de ministros del próximo martes, o incluso antes. 

Las medidas económicas aprobadas por Sánchez le están costando no pocas críticas en el ámbito empresarial. No solo por su contenido sino por las formas. No consultar con ellos el cierre de la economía fue una línea roja para la CEOE. Tampoco han gustado nada en la patronal algunas palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha afirmado que algunas compañías están intentando aprovecharse de los ERTE. El Gobierno, esencialmente Calviño, intentará poner paz en el diálogo social. Los empresarios, por su parte, son conscientes de que la moratoria o suspensión de impuestos y cotizaciones está en manos del Gobierno y quieren mantener las vías de comunicación abiertas.

El Gobierno también empieza a mirar al futuro y a la forma en la que será el 'después de'. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya afirmó ayer el país está entrando en una fase de estabilización. Se manejan varios escenarios pero desde Moncloa insisten en que una vez controlada la crisis sanitaria será el momento de poner en marcha una serie de estímulos para que esa recuperación sea en forma de 'uve'. Pero para eso y los Presupuestos de reconstrucción aún queda tiempo. 

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