Más de 40 años después

Los imposibles Pactos de la Moncloa

Imagen de la firma de los Pactos de la Moncloa, en el otoño de 1977
Imagen de la firma de los Pactos de la Moncloa, en el otoño de 1977
Efe

Inflación, terrorismo, huelgas, desorden callejero, huida de capitales… Y a pesar de todo se logró un acuerdo en los años 70. Se ha hablado mucho de los Pactos de la Moncloa de 1977 como vacuna para inmunizar a la sociedad de la actual crisis del coronavirus... pero la gran pregunta que hay que hacerse, nada más empezar, es si lo que sirvió para hace 43 años puede funcionar hoy en día.

De repente, la página de Wikipedia de 1977 se empieza a visitar por un montón de gente de menos de 50 años que entonces estaba en primaria y que no había oído hablar de los Pactos salvo en clase de Historia. ¿Y cuál era la situación de 1977? ¿Se puede comparar con la de ahora? ¿Qué podemos aprender de aquellos años? ¿Podemos hacer algo parecido?

Los pactos de la Moncloa firmados en octubre de 1977 pusieron de acuerdo a partidos políticos, sindicatos y organizaciones patronales en tres fundamentos: el económico, el social y el político. En la parte económica, acordaron que los trabajadores no exigirían aumentos de salarios superiores al 22% (se esperaba una inflación del 30% para ese año).

El Estado por su parte controlaría y limitaría la masa monetaria. Las empresas podrían despedir sin indemnización a no más del 5%, se anunciaba una reforma fiscal para equilibrar los ingresos de Estado como crear el Impuesto de la Renta actual y reformar otros como Sucesiones o Sociedades, y se permitiría el derecho a sindicarse. Se controlarían las plusvalías sobre terrenos urbanos para evitar la especulación.

En la parte social, se despenalizaban el adulterio y la venta de anticonceptivos. En la parte política, se ampliaban el derecho de reunión y de manifestación. Se abría la mano a la prensa libre, eliminando la censura previa.

La parte económica era la más inminente. Había que luchar contra la inflación, el paro creciente y el déficit comercial. "O los demócratas acaban con la crisis o la crisis acaba con la democracia", decía Enrique Fuentes Quintana, uno de los economistas más prestigiosos del país, nombrado vicepresidente por Adolfo Suárez. La mala gestión económica amenazaba con desembocar en la misma situación que en la Segunda República, pues así sería imposible construir la nueva democracia.

Pero gracias a esos pactos, ratificados por el Congreso y el Senado aquel año, el país pudo contener la inflación y encarar la crisis con más fuerza. Hoy día, España se enfrenta a una crisis económica de dimensiones desconocidas. Incremento sin igual del paro, cierre de empresas, colapso del turismo, paralización de la inversión… Algunas cosas se parecen a la crisis de 1977, pero otras no. Lo que es cierto es que España va a encarar una gran contracción económica en muy poco tiempo, algo que nunca se ha visto en la historia.

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado a los partidos políticos, pero también a empresarios, sindicatos y presidentes autonómicos, para acordar la semana que viene unos nuevos Pactos de la Moncloa que sirvan como punto de partida para afrontar esta crisis de dimensiones colosales. Sánchez pedirá apoyo ciego a su programa de "reconstrucción económica y social de España", pero seguramente pedirá también que moderen las críticas a su gestión de la crisis sanitaria

¿Logrará convencer a los partidos? Desde luego, a quien ha convencido ya es a la población. Una encuesta rápida e informal realizada por 'La Vanguardia' a sus lectores señalaba que casi el 70% estaba de acuerdo con estos nuevos Pactos de la Moncloa.

He aquí una comparación que puede arrojar luz sobre la capacidad de reeditar unos Pactos de la Moncloa. Y en qué se parecen y en qué difieren aquellos tiempos a los actuales:

De un desempleo del 5% a un desempleo inimaginable. Este es el mayor caballo de batalla de la nueva situación. En 1977 el paro era de 5%. La estadísticas no eran tan fiables como ahora y además las mujeres no se habían incorporado al mercado laboral como ahora. Sin embargo, las cifras del paro eran aún manejables, hasta que fueron creciendo a lo largo de los años 80, con la reconversión industrial, sobrepasando el 15%.

Hasta febrero de este año 2020 el paro era del 13% de la población activa. Pero se habla de que en pocos meses puede superar la tasa histórica del 27% de 2013. Las cifras del paro en 2020 amenazan con ser las peores de la historia, y el gobierno se juega su estabilidad. Si fracasan los planes de reactivación del Gobierno, se podrían convocar elecciones antes del final de año.

Del 26,4% de inflación en 1977 a tener inflación negativa. El gran caballo de batalla de los Pactos de la Moncloa era la inflación que se estaba desbocando: en 1976 fue del 20% y en 1977 subió al 26,4%. Si no se detenía, el país iba a entrar en círculo vicioso que lo abocaría al caos.

Gracias a los Pactos, los sindicatos se comprometieron a no pedir alzas salariales superiores al 22%, lo cual se hacía fijando las subidas salariales a la previsión del siguiente año. La inflación se fue reduciendo hasta que en 1981, cuando Suárez dejó de ser presidente, estaba al 14,4%. Hoy es diferente: la inflación en 2019 fue del 0,8%. De enero a marzo de 2020 hay incluso una deflación del -1,4%. (Fuente: INE).

De cientos de huelgas desde 1976 a muy pocas. No había derecho a la huelga, sin embargo desde la muerte de Franco en 1975 comenzaron una serie de huelgas para demandar subidas salariales. Había huelgas en todos los sectores, desde la construcción hasta los guardia civiles y la policía, pasando por los transportes. Hubo una huelga general en 1976. Además había manifestaciones por toda España a las que se sumaban estudiantes exigiendo más libertad, apoyados por los principales sindicatos. En 2020 solo se han conocido manifestaciones de agricultores para exigir subidas de precios en origen, y algunos pensionistas.

De 2.000 muertes por gripe a más de 15.000. En la estadísticas del INE aparece que la gripe (además de gripe aviar y gripe A) se llevaba en los años setenta entre 600 y 2.000 personas cada año. Este Jueves Santo de 2020, la lista de muertos por gripe SARS-Covid19 superaba las 15.000 personas, sin contar los muertos habituales por gripe estacional que en 2018 fueron de 1.852 personas en España según el INE. Es sin duda la mayor crisis sanitaria de la historia reciente de España.

De unión política a avispero político. A pesar del inestable ambiente político, social y económico de 1977, la unión de todos los partidos y las fuerzas económicas y sociales alumbraron los Pactos de la Moncloa en 1977 y la Constitución de 1978. Sin embargo, los actuales partidos representados en el Congreso no tienen la misma postura ante la Constitución. El actual líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha calificado la Constitución de 1978 como "ese papelito", y que "no representa al pueblo español". Incluso ha propuesto abrir un proceso constituyente. Cuando juró su acta de eurodiputado dijo: "Prometo acatar la Constitución hasta que los ciudadanos de mi país la cambien para recuperar la soberanía y los derechos sociales".

Los partidos nacionalistas como ERC cree que la Constitución "no es un texto sagrado", y algunos de sus miembros la consideran fascista y hasta han roto algunos capítulos en público. Tanto Unidas Podemos como los partidos nacionalistas son esenciales para la continuidad del actual gobierno, y su actitud no es la misma que la de los partidos de izquierda, o los nacionalistas catalanes y vascos en 1977.

De un vicepresidente que hablaba de libertad de mercado a otro que sugiere nacionalizar. El vicepresidente Enrique Fuentes Quintana se dirigió por televisión a los españoles para explicarles la crisis económica en verano de 1977: primero, el precio del petróleo se había disparado desde 1973 y eso había hecho subir todos los precios. Segundo, asumiendo su papel, pedía el esfuerzo y la colaboración responsable de "todos los ciudadanos", y repitió "de todos". Explicó que el coste de la vida podría alcanzar el 30% "si no podemos un remedio". Fuentes Quintana defendía las ventajas de "la libertad económica y la economía de mercado", y evitar el intervencionismo.

El actual vicepresidente Pablo Iglesias ha agitado todo lo contrario: el fantasma de la intervención y la nacionalización de empresas, y tiene otra visión de qué tipo de soluciones económicas necesita este país, no precisamente dentro del marco de la economía de mercado. Por eso el PP y Vox temen que detrás de esos Pactos de la Moncloa II haya un "cambio de régimen económico".

De tipos de interés hipotecario del 22% en 1977 a negativos. Pedir un crédito hipotecario suponía en 1977 pagar anualmente un interés del 22%. En cambio, en la Semana Santa de 2020 el euríbor ha cerrado a un tipo negativo de -0,122. Desde hace muchos meses, los tipos de interés hipotecarios son muy bajos y no representan, al menos a corto plazo, ninguna amenaza para los que hayan pedido hipotecas. Sin embargo, si esas familias no tienen ingresos por culpa del desempleo, no podrán afrontar las cuotas hipotecarias.

De decenas de asesinatos terroristas a ninguno. En enero de 1977 cinco abogados laboralistas de izquierdas fueron asesinados por la extrema derecha. En ese año ETA asesinó a 11 personas. Al año siguiente fueron 66 asesinatos, y fueron secuestrados por el Grapo el presidente del Consejo de Estado, Antonio de Oriol y Urquijo, y el presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, Emilio Villaescusa. Ambos fueron liberados por la policía. Entre 1975 y 1977 fueron asesinados por el Grapo nueve personas. En mayo de 1977 fue asesinado por el Exèrcit Popular Català el empresario José María Bultó, presidente de Cros y uno de los empresarios más conocidos de Cataluña. Es decir, en 1977 el terrorismo era la mayor amenaza al país. (Fuente: Ministerio del Interior).

En 2019 y en lo que va de 2020 no se ha registrado ninguna víctima por asesinato terrorista en España. Las últimas que se recuerdan son 16 personas muertas por atentado yihadista en Barcelona en 2017. (Fuente El Libro Blanco y Negro del Terrorismo en Europa).

De nacionalistas catalanes que aceptaban el marco político a independentistas que reniegan del marco. Josep Tarradellas fue presidente de la Generalitat de Cataluña en el exilio y cuando regresó a España en septiembre de 1977 fue nombrado presidente de la Generalitat preautonómica, pues aún no se habían formado las Comunidades Autónomas. Pensaba que Cataluña debía de ser un ejemplo "para otros pueblos de España". No era separatista. En 1978 la Constitución española fue aprobada por más del 90% de los catalanes que fueron a votar. Todo lo contrario a los partidos que gobiernan hoy Cataluña, que defienden la independencia de Cataluña. Precisamente estos partidos deben sostener con su voto al gobierno de Pedro Sánchez. La pregunta es: ¿apoyarán los Pactos de la Moncloa II?

De empresarios que huían con capitales a Suiza a empresarios que tratan de mantener sus empresas. Desde 1975 en adelante, hubo miles de empresarios que evadieron capitales a Suiza y otros paraísos ante el temor de una crisis sin precedentes. Una de las iniciativas del gobierno de Suárez fue controlar la salida de capitales. Hubo casos de empresas que declaraban el lock-out, cierre patronal. En cambio, la actitud de buena parte de las empresas en la crisis de 2020 es aplicar ERTEs, acogerse a las ayudas del Estado, y esperar a que se permita el reinicio de la actividad económica. Pero nadie puede garantizar el futuro de estas empresas y de sus empleados a medio plazo.

De sindicatos que querían hacer la Revolución a sindicatos que negocian ERTES. Entre los sindicatos de 1977 había muchas corrientes, y algunas de ellas eran tan radicales que muchos soñaban con tomar los medios de producción e implantar la dictadura del proletariado, siguiendo el manual del buen revolucionario. Sin embargo, la actitud de los sindicatos ahora es diferente. Apoyan los ERTEs pero no quieren que se convierta en el coladero de despidos injustificados.

De un partido en minoría pero con todos los apoyos, a un partido en minoría sin todos los apoyos. En las elecciones de junio de 1997 el partido de Gobierno, UCD, no obtuvo mayoría absoluta desde las elecciones de junio, pero para los Pactos, el presidente Suárez contó con el apoyo del PSOE y el PSUC, el PCE, los nacionalistas catalanes y vascos y la entonces Alianza Popular de Manuel Fraga (hoy PP), que aceptó todo, menos el documento político de los pactos.

Hoy parece que el PP y Ciudadanos apoyarán al gobierno, aunque no les guste que en el mismo esté Unidas Podemos, un partido que apoya los referéndums de independencia y que se ha mostrado ambiguo respecto a la Constitución de 1978. Queda por saber la posición final de Vox, ERC, el PNV, EH Bildu, la CUP y Junts per Catalunya.

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