Contacto social limitado en la fase 1 que comienza el 11 de mayo a quienes no tengan patologías previas o no sean población de riesgo, reapertura de playas en la fase 3 y fronteras cerradas por el momento hasta llegar a acuerdos con los socios de la UE. Estos son algunos de los detalles del plan de desescalada tras el confinamiento por el coronavirus anunciado por el Gobierno este martes. Y que marcan varias líneas que no han sido aclaradas por el presidente, Pedro Sánchez, cuando anunciaba esta estrategia. La más importante es la de retomar las reuniones sociales solo entre personas que no sean mayores o no tengan hipertensión, diabetes o alguna enfermedad que les pueda poner en riesgo. Y que añade un supuesto más para las visitas familiares, que sí podrán realizarse bajo estas condiciones. Aparte de que podrán verse en las terrazas reducidas de los bares.
Este Plan para la Transición hacia la nueva normalidad está definido por varios criterios que Moncloa ha aclarado durante la tarde del martes. Una de ellas es que habrá muchas más limitaciones para ver a los mayores, debido a que el Ejecutivo no quiere que ni ellos ni quienes tengan patologías se enfrenten a riesgos sobrevenidos. Aquí también entran las residencias de ancianos, en las que solo se permitirán visitas en la fase 3, la última del proceso. Aunque el Ejecutivo establecerá varias normas para que estas actuaciones de los familiares de los internos estén controladas y no les pongan en peligro.
En el cronograma diseñado por el Ejecutivo con ayuda de los expertos sanitarios se aclara que la 'nueva normalidad' se extenderá, como mínimo, durante todo el verano. Si todo va bien, comenzará el 25 de junio con el fin de la fase 3 y continuará aplicándose hasta el 15 de septiembre. Durante ese periodo, se desarrollará una nueva era marcada por los "nuevos hábitos". Una vez se alcance el fin de esta etapa, comenzará el curso escolar y universitario bajo medidas de seguridad. Aun con esta previsión, todo esta supeditado a los avances que se produzcan en las provincias, que han sido la delimitación elegida para decidir si un territorio pasa de una fase a otra.
Vuelta a oficinas, transporte público, aviones...
Que los trabajadores vuelvan a sus oficinas o plantas es otro de los asuntos que más preocupan a la coalición de PSOE y Unidas Podemos. Los avances en este sentido están sujetos a las fases de la desescalada, pero se mantienen por ahora las recomendaciones de continuar con el teletrabajo 'sine die'. Cuando se darán pasos para volver a la actividad previa al Estado de Alarma será en la fase 3, para la que se insistirá a las empresas en que escalonen las horas de entrada y salida de sus empleados. También se les solicitará que faciliten equipos de protección y establezcan sistemas de turnos, para así evitar que toda la plantilla coincida en el mismo espacio durante las mismas horas.
En lo que respecta al transporte público, las medidas de seguridad se aumentarán en todos ellos, y su funcionamiento al 100% comenzará en la fase 3. Antes, continuará el máximo del 30% de circulación hasta pasar a la fase 1, cuando se podrá trasladar en autobús, metro o cercanías a un 50% del aforo. La novedad está en que se impulsarán otros tipos de desplazamientos, como el de la bicicleta. Lo que concuerda con las recomendaciones enviadas por la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a los municipios y provincias. Además, y para fomentar la distancia social entre las personas durante la desescalada y los meses siguientes, se aconsejará a las administraciones a que se amplíen las aceras de las calles.
El regreso de los viajes en avión es otra de las incógnitas. Según Moncloa, el tema "va para largo" debido a las incertidumbres que existen por el miedo al virus. Esta cuestión se ha delegado en la Unión Europea, que está preparando los parámetros de seguridad. Lo mismo ocurre con las fronteras, que llevan más de un mes cerradas incluso en el marco de la UE. El Ejecutivo asegura que su reapertura se realizará con "mucha prudencia" y solo tras los acuerdos correspondientes que se alcancen con los estados miembros de la Unión.
Peluquerías y playas... pero no piscinas
Las peluquerías que tanta polémica generaron podrán abrir desde el 4 de mayo, cuando empieza la fase 0 en todo el territorio (salvo en cuatro islas, una de Baleares y tres de Canarias). Para poder acudir a una y que nos atiendan será necesaria una cita previa, ya que el objetivo es controlar los aforos lo máximo posible. Los hoteles tendrán que esperar hasta la fase 1 del 11 de mayo, pero contarán con varias limitaciones, como que no puedan usarse las zonas comunes. Es decir, podrá haber huéspedes en habitaciones pero no se permitirá la apertura de zonas como el buffet libre. Mientras, las bodas se retomarán en la fase 2. Lo mismo que ocurrirá con los velatorios, aunque esta actividad se reabrirá parcialmente en la primera etapa.
En el ámbito lúdico, las playas seguirán cerradas al menos hasta la fase 3, lo que supone que reabrirán como muy pronto en junio. Sobre las piscinas no hay nada claro, ya que el Ejecutivo no quiere plantear plazos para un entorno tan problemático por ser un lugar que comparten muchas personas. Los gimnasios también podrá retomar su 'nueva normalidad' desde la fase 1, pero con aforos mucho más reducidos y con la obligación de que cada actividad sea individualizada. Los ejercicios en grupo volverán a ser accesibles una vez se alcance la fase 2 en la provincia correspondiente al centro deportivo.
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