Las medidas penitenciarias 

Los presos del 'procés', excepto Jordi Cuixart, sin salidas por el coronavirus

Jordi Cuixart sale de prisión
Jordi Cuixart sale de prisión
EFE

Los líderes independentistas presos no podrán salir a trabajar ni a cuidar de sus familiares, en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, con la excepción del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

Según han informado a Efe fuentes penitenciarias, el cese de actividades en el exterior para evitar la propagación del Covid-19 ha obligado a suspender las salidas entre semana que las cárceles de Lledoners, Puig de les Basses y El Catllar autorizaron a los políticos presos para trabajar, participar en tareas de voluntariado o cuidar a familiares dependientes.

En los casos del expresidente de la ANC y exdiputado de JxCat Jordi Sànchez y del exconseller Josep Rull, la suspensión de las salidas del 100.2 obedece además a motivos sanitarios, puesto que ambos se encuentran aislados en sus celdas por sospechas de contagio por coronavirus.

La suspensión de las salidas laborales es consecuencia, además, del cierre de los centros donde los políticos presos tienen autorizado acudir a trabajar: es el caso de Oriol Junqueras, docente de la Universidad de Vic, que el pasado sábado decidió cerrar sus instalaciones y generalizar el trabajo telemático entre su plantilla.

Cuixart, cuya flexibilización penitenciaria por el 100.2 cuenta con el aval de la juez de vigilancia, es el único de los políticos presos que seguirá saliendo de la cárcel entre lunes y vienes -en una jornada de nueve horas y media- para trabajar en su empresa, dedicada al diseño y producción de maquinaria industrial.

En un principio, el Departamento de Justicia mantiene los permisos del 100.2 en las cárceles catalanas de forma general, excepto en el caso de reclusos cuyo plan de trabajo en el exterior se haya visto afectado por cierres o suspensión de actividades.

Debido a la pandemia de coronavirus, en las prisiones se han suspendido los vis-a-vis y las comunicaciones a través de locutorio, lo que se compensa con un aumento de las autorizaciones para llamadas telefónicas con amigos y familiares en el exterior. Además, se han aplazado durante quince días los permisos de los internos que los tuvieran concedidos por haber cumplido una cuarta parte de la pena.

El pasado sábado, en la cárcel de Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) se confirmó el primer positivo de coronavirus entre la población reclusa, que se suma al de una funcionaria de prisiones detectado el día antes. Además, en las cárceles catalanas están bajo sospecha al menos otras ocho personas y más de un centenar se encuentran en aislamiento preventivo.

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