Pedro Sánchez está recibiendo "fuertes presiones" para decretar el cierre total de la actividad económica ante el avance sin control del coronavirus. Los contagiados y muertos siguen creciendo -ayer ya, 64.059 positivos y 4.858 muertos- y la situación es crítica en determinados hospitales, de ahí que a Moncloa estén llegando mensajes, tanto de dentro como de fuera del Gobierno, invitando al parón total de las empresas de forma urgente. Pero el presidente resiste, también con importantes apoyos dentro del consejo de ministros y fuera, y se niega a tomar una medida que hundiría aún más la economía y el PIB.
La curva sigue sin revertirse. Cada mañana, cuando se conocen los datos actualizados por Sanidad, es especialmente duro para el Gobierno. Por eso hay sectores especialmente insistentes en este cierre total. Los sindicatos son uno de ellos. El endurecimiento de las restricciones también tiene un especial apoyo en el seno del consejo de ministros. Fuentes gubernamentales aseguran que si Sánchez decide tomar esta decisión aún más restrictiva contaría con el apoyo de Pablo Iglesias y los cuatro ministros de Unidas Podemos. Alguna fuente sitúa al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el lado de quienes quieren parar totalmente la actividad.
También es cierto que Iglesias y Unidas Podemos no están aireando en público esta posición de ser aún más duros ante escenas que se ven a diario en las calles españolas: trabajadores en el metro, en autobús o Cercanías dirigiéndose a su puesto, obras operativas, grandes empresas con personal presencial... Los ministros morados han acordado no insistir en ello.
También hay importantes sectores del PSOE partidarios de adoptar medidas aún más severas de confinamiento. Por ejemplo, la corriente del partido cercana a José Luis Rodríguez Zapatero aboga por elevar las restricciones aún más. En esta línea se ha expresado el exministro de Industria, Miguel Sebastián, en las últimas horas. Otros miembros de aquellos gobiernos del 'talante' han hecho llegar igualmente a Moncloa su opinión favorable a ser más tajantes e incluso a requerir ayuda de China si es necesario. Todo sea por doblegar la curva.
Mientras tanto, en Moncloa resisten a estas presiones y consideran que no es el momento del cierre total de la actividad económica. Fuentes gubernamentales explican que las esperanzas están puestas en los inicios de la próxima semana. Es entonces cuando deberían empezar a hacerse efectivas las medidas restrictivas (recuerdan que son las más duras de Europa) y comenzar a ver cómo la curva se suaviza. Este lunes se cumplirán dos semanas de confinamiento real y es cuando creen que podrán empezar a verse los resultados en las estadísticas.
Pedro Sánchez y su gabinete se inclinan, por tanto, por mantener las actuales medidas y esperar a que surtan su efecto en los datos de contagios y de fallecidos. Creen que parar la actividad económica de forma total no es necesario, al menos de momento, y se inclinan por lo que llama "continuity", es decir, la continuidad de sectores que aún no han parado porque se están tomando, en principio, medias de seguridad. En efecto, la obligatoridad para las actividades que continúan aún operativas es la de mantener las recomendaciones de los expertos sanitarios en cuando al uso de guantes, mascarillas y distancia de separación.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, es otra de las firmes defensoras de no decretar el cierre total de la actividad empresarial. Lo ha dicho esta semana en público en varias ocasiones: "Es difícil entender en qué consisten esas solicitudes cuando ya la actividad económica está suficientemente ralentizada", afirmó. Cuenta con el apoyo de los principales empresarios. Así se lo han hecho saber tanto los grandes del Ibex como desde CEOE, explican fuentes gubernamentales, que se han movido para que el 'agujero' no sea aún mayor. Y es que cerrar totalmente la economía para únicamente mantener operativos los sectores considerados de primera necesidad supondría un daño mayor a la actividad empresarial, según han hecho ver al Ejecutivo.
La opción de las Arcas de Noé
¿Cuántos infectados por coronavirus hay realmente en España? El Gobierno habla de 64.000 pero puede haber contagiados en el hogar que no hayan tenido síntomas. O que sí pero a los que no se les ha hecho la prueba. Por eso una opción que ha llegado al Ejecutivo es la de habilitar hoteles como Arcas de Noé. Lo hicieron en china. Su objetivo era acoger a un gran número de enfermos con síntomas leves e intentar evitar que la enfermedad, muy transmisible, siguiera propagándose. El responsable de la Comisión Nacional de Salud de China, Ma Xiaowei, dijo que se trataba de una acción crucial para luchar contra el virus.¡
El Gobierno está instalado en la opción de no parar la economía de forma global, pero hay diferentes ministerios trabajando en escenarios más restrictivos que el actual. Lo reconoció este mismo viernes el doctor Fernando Simón. Existen diferentes borradores circulando en varios ministerios pero medidas tomadas, ninguna. Al menos, de momento. Hay estudiadas restricciones en la circulación de personas, en las carreteras, en el cierre de multinacionales... Pero el Gobierno dice no estar en ese escenario.
En España siguen abiertos sectores como la construcción o determinadas fábricas. También la mayoría de multinacionales siguen disponiendo de equipos críticos en sus sedes. El decreto del estado de alarma fijaba que solo se mantendrían abiertas aquellas actividades que se consideran imprescindibles, tales como bancos, supermercados, kioscos, gasolineras, telefonía, correos y estancos.
El Gobierno sí ha activado un escenario de economía de guerra desde hace unos días. En concreto, el Ejecutivo ha puesto en marcha a diferentes industrias nacionales para la fabricación urgente de material sanitario 'made in Spain' para intentar contener la crisis del coronavirus. Estamos ante la peor situación desde la Guerra Civil, dijo Pedro Sánchez hace unos días.
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