Correa cumple primeros cien días de tercer mandato con interés de no repetir

  • El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cumple mañana sus primeros cien días del tercer mandato, con el interés de no repetir, aunque empeñado en que su "revolución ciudadana" permanezca para largo.

Quito, 31 ago.- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cumple mañana sus primeros cien días del tercer mandato, con el interés de no repetir, aunque empeñado en que su "revolución ciudadana" permanezca para largo.

El mandatario juró su tercer período el pasado 24 de mayo, cuando acumuló ocho elecciones victoriosas, incluidos dos plebiscitos con los que logró apuntalar su proyecto izquierdista que mantiene una alta aceptación entre la población.

Llegó al poder en enero de 2007 y desde entonces se propuso generar en Ecuador un cambio "radical, profundo y rápido", sobre todo en las estructuras del poder.

No bien instalado en el sillón principal del Palacio de Carondelet, la sede del Gobierno en Quito, Correa convocó a una consulta popular para conformar una Asamblea Constituyente de plenos poderes para reformar la Carta Magna.

La gente lo apoyo y en 2008 la Asamblea Constituyente, que tuvo mayoría oficialista, vio nacer la nueva Constitución que provocaba vuelcos en la historia política nacional.

Apoyado hasta entonces por grupos de izquierda, Correa emprendió transformaciones institucionales que empezaron con el antiguo Congreso, al que se cambió de nombre y dio paso a la Asamblea Nacional, con las mismas funciones parlamentarias.

Además, puso su cargo a disposición del pueblo (una renuncia programada) para presentarse como candidato presidencial para su primer periodo al amparo de la nueva Constitución.

Al final de septiembre de 2010 y con una sólida gestión en lo económico y en lo social, Correa soportó una dura coyuntura cuando policías descontentos por asuntos salariales convocaron a una protesta que degeneró en un violento alzamiento, que el Ejecutivo interpretó como un intento de golpe de Estado.

El mandatario permaneció retenido en un hospital policial por más de nueve horas y sólo pudo salir de allí tras una operación militar en medio de un intenso tiroteo.

Tras superar esa prueba, su Gobierno se fortaleció gracias al alto apoyo popular, aunque la oposición, que reniega de la versión de Golpe de Estado, denunció los supuestos intentos del mandatario por perpetuarse en el poder y de controlar todas las funciones del Estado.

Ello porque en 2012 se presentó como candidato a su segundo mandato, según lo permite la Constitución, que ganó con amplitud, ya que también logró que su movimiento, Alianza País, alcanzara una holgada mayoría en la Asamblea, con 100 de 137 escaños posibles.

Juró su nuevo mandato el 24 de mayo de este año y desde entonces ha reiterado que no se presentará a otro periodo, aunque en algún momento insinuó la posibilidad de reformar la Carta Magna para que se garantice la reelección indefinida.

Los opositores rechazaron tal posibilidad y el mandatario volvió a ratificar que no optará por otro periodo, sobre todo porque para él, ello supondría un fracaso de su movimiento para promocionar nuevos cuadros que lo sustituyan.

Con una buena carta de presentación en lo económico, ya que ha logrado importantes tasas de crecimiento económico en los últimos cuatro años, Correa también ha mantenido el apoyo popular gracias a un caudal de obras de infraestructura que han cambiado la fisonomía del país.

Sin embargo, Correa enfrentará una elecciones de gobiernos locales (municipios, prefecturas provinciales y administraciones parroquiales) en febrero próximo, donde el oficialismo se pondrá a prueba en un terreno en el que él no interviene directamente.

La oposición aún espera una derrota electoral de Correa que permita abrir una puerta a la alternabilidad, aunque esa tendencia, dividida y desunida, sabe que la maquinaria propagandística del Gobierno juega en su contra.

Para el legislador Andrés Páez, la oposición necesita un proceso de unidad que permita consolidar la tendencia y hacer un "frente común" ante Correa, según dijo en una reciente entrevista con Efe.

"Estamos aún desarticulados, hay que reconocerlo como oposición, pero cada vez los acontecimientos nos van obligando a encontrar un frente común sobre temas fundamentales", agregó Páez.

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