Corte Constitucional egipcia rechaza presiones frente a decisiones de Mursi

  • El vicepresidente del Tribunal Constitucional egipcio, Maher Semi, dijo hoy no se someterá a ninguna presión y seguirá trabajando pese a la decisión del mandatario egipcio, Mohamed Mursi, de blindar sus poderes ante la justicia.

El Cairo, 28 nov.- El vicepresidente del Tribunal Constitucional egipcio, Maher Semi, dijo hoy no se someterá a ninguna presión y seguirá trabajando pese a la decisión del mandatario egipcio, Mohamed Mursi, de blindar sus poderes ante la justicia.

En una rueda de prensa, Semi aseguró que el tribunal es "consciente de los límites de sus competencias" y "superará las tentativas que pretenden obstaculizar su papel en la protección de las libertades y los derechos del pueblo".

"El tribunal no está asustado por ninguna amenaza ni chantaje, no se someterá a ninguna presión y está dispuesto a enfrentarse a ellas, sea cual sea el precio a pagar", sostuvo el vicepresidente y portavoz del alto tribunal.

El Constitucional reaccionó así ante la polémica acta constitucional emitida por Mursi el pasado jueves y que establece que las decisiones presidenciales son definitivas e inapelables ante la justicia hasta la entrada en vigor de una nueva Constitución.

Respecto a la Asamblea Constituyente, que el islamista declaró indisoluble en el mismo decreto, el Tribunal Constitucional tiene previsto pronunciarse próximamente sobre la validez de dicho órgano, cuya composición ha sido recurrida por decenas de demandas.

Semi criticó que las propuestas hechas por el Constitucional ante la actual Asamblea Constituyente, dominada por las fuerzas islamistas, no han sido tenidas en cuenta, lo que en su opinión muestra que "desde el principio había intenciones contrarias a la independencia de la corte".

El vicepresidente del alto tribunal lamentó la situación actual que vive Egipto y destacó que todavía están analizando el acta presidencial y las denuncias presentadas en su contra.

Con esa resolución, Mursi asesta un duro golpe a la separación de poderes en el Egipto posrevolucionario y parece buscar acabar con la incómoda oposición mostrada hasta ahora por la cúpula del Poder Judicial.

El Tribunal de Apelaciones de Egipto decidió hoy suspender su actividad hasta que se anulen esas decisiones del jefe de Estado, al igual que pidieron en la víspera decenas de miles de personas se manifestaron en el centro de El Cairo y otras ciudades del país.

Los manifestantes también reclamaron el fin del dominio de los islamistas, en especial el que ejercen en la Asamblea Constituyente, de donde se han retirado grupos minoritarios como los liberales ante la falta de consenso.

Los miembros del Consejo Superior de Justicia, críticos con las decisiones de Mursi, también mantuvieron ayer una reunión de más de siete horas en la que participó el nuevo fiscal general, Talat Ibrahim, en el cargo gracias al decreto presidencial.

El pasado lunes, el Consejo Superior de Justicia se entrevistó con Mursi, quien les expresó su compromiso de garantizar la independencia judicial y de blindar sus poderes solo de manera temporal.

Los magistrados insistieron entonces en que la citada declaración constitucional era una "agresión sin precedentes contra la independencia del poder judicial", si bien pidieron a los jueces que no sigan la huelga convocada por el Colegio de Jueces.

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