Valencia, 11 dic.- Investigadores valencianos participan en un proyecto europeo para la elaboración de un código de conducta para que el personal civil y militar desplegado por la Unión Europea en países en situación de conflicto respete los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
La Universitat de València (UV) y la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón forman parte del proyecto Atlas junto a otros cinco socios europeos y son las encargadas de la redacción final del código de conducta y de una guía de buenas prácticas para la protección de los niños, las mujeres o los refugiados en zonas de conflicto.
El investigador principal del grupo valenciano, Jorge Cardona, ha explicado a Efe que cuando se despliegan misiones de este tipo "siempre se dan casos de incumplimiento de los derechos humanos" porque la población civil está en una situación "de enorme vulnerabilidad" mientras que el personal desplegado "tiene mucho poder".
En este sentido, ha señalado que cuando una persona "tiene mucha concentración de poder, la tentación del abuso es grande", y ha añadido que las violaciones de los derechos humanos más frecuentes en estos casos están relacionadas con abusos sexuales, detenciones arbitrarias, privación de libertad o destrucción del patrimonio.
Ante estas situaciones, Cardona ha explicado que el personal desplazado por la Unión Europea a los países en conflicto se encuentra "con el problema de no saber qué reglas tienen que aplicar".
Se trata, a su juicio, de un problema jurídico "grave" porque cada estado cuenta con su propia normativa de derecho civil humanitario, de manera que resulta necesario buscar un "común denominador".
Por ejemplo, una de las normas incluidas en el código prohíbe mantener relaciones sexuales con cualquier persona del país en conflicto, ya que el ciudadano europeo "se encuentra frente a ella en situación de superioridad y podría ser considerado abuso sexual aunque hubiera consentimiento por ambas partes", según Cardona.
La elaboración del código de conducta ofrecerá a la población civil de estas zonas "seguridad jurídica" y les permitirá "no tener que estar mirando las banderas para saber si pueden denunciar violaciones de los derechos".
En caso de incumplimiento del código de conducta, no solo asumirá la responsabilidad individual la persona que lo haya incumplido, sino que la Unión Europea también asumirá su propia responsabilidad como organismo que dicta la norma.
Cardona ha explicado que el código se complementará con la guía de buenas prácticas para el personal desplazado por la Unión Europea, un documento para cuya elaboración se han recopilado ejemplos de conductas positivas que ya llevan a cabo, por ejemplo, los ejércitos de los países europeos.
Por ejemplo, se recomendará crear servicios especiales para la atención a las mujeres y los niños o grupos especiales que se encarguen dentro del ejército de la vigilancia de los derechos humanos.
El proyecto Atlas comenzó en febrero de 2009 y finalizará en febrero de 2012, y está financiado por el programa marco de la Unión Europea con cerca de 1,2 millones de euros, de los cuales 235.000 han ido a parar a las universidades de la Comunitat Valenciana.
Una vez finalizado el proyecto, los investigadores de las siete instituciones participantes lo entregarán a la Comisión Europea para que el Comité de Cuestiones Políticas y Militares lo revise y debata su puesta en marcha.
Las universidades de Valencia y Castellón han colaborado en la elaboración del código con la universidad francesa Paris 1, el British Institute of International and Comparative Law, la Université Libre de Bruxelles, el College de France, la universidad de Bucarest y el instituto Magna Carta.
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