La crianza del toro bravo, ecologismo en estado puro y ejemplo de sostenibilidad

  • Gracias al toro de lidia en nuestro país se conservan más de medio millón de hectáreas de un ecosistema único en el mundo como es la dehesa ibérica.

    Las ganaderías bravas ayudan a combatir el cambio climático, a que no desaparezcan especies animales en peligro de extinción y crean 15.000 empleos en el mundo rural.

Cobradiezmos, de Victorino Martín, indultado en la feria de Sevilla, de vuelta en Las Tiesas de Santa María.
Cobradiezmos, de Victorino Martín, indultado en la feria de Sevilla, de vuelta en Las Tiesas de Santa María.
Iñaki Etxarri

Los ecologistas o animalistas o como quiera que se denominen, sí esos que han salido a la palestra en las últimas semanas pidiendo la erradicación de los festejos taurinos aprovechando esa gran fiesta del toro que son los sanfermines o quienes han montado el deleznable espectáculo de mofarse y celebrar en las redes sociales la muerte de Víctor Barrio -fallecido el pasado nueve de julio en la plaza de toros de Teruel por la mortal cornada que le infirió el toro 'Lorenzo' de la ganadería de Los Maños- , deberían de saber antes de nada que, la crianza del toro bravo es, sin duda, la actividad más puramente ecológica que se realiza en España.

El toro se cría en un ecosistema único: La dehesa mediterránea. Y el toro de lidia es el perfecto 'guardián' de la 'dehesa ibérica', pues su crianza se extiende por más de 500.000 hectáreas entre España y Portugal, y contribuye de forma extraordinaria a su conservación. Por su parte, la dehesa está considerada por la Unión Europea como espacio de Alto Valor Natural (AVN), porque estamos ante una reserva natural de biodiversidad donde coexisten muchas especies animales y vegetales. Y España es el país europeo que más superficie AVN posee.

Ejemplo de sostenibilidad

Para todos aquellos que desconocen la cría del toro de lidia, podemos definirla perfectamente como un ejemplo de sostenibilidad, pues por un lado se contribuye al mantenimiento de la dehesa, por tratarse de una raza autóctona que se adapta perfectamente al medio natural gracias a su rusticidad; y por otro lado, ayuda a la supervivencia de especies que están en peligro de extinción, como el lince ibérico, el águila imperial e ibérica y la cigüeña negra. Por tanto, protege la biodiversidad de la flora y la fauna autóctonas.Frena el cambio climático

La dehesa además, es un ecosistema que contribuye a frenar el cambio climático, ya que es un perfecto sumidero de CO2 y un gran productor de Oxígeno. Ayuda igualmente a frenar la tala indiscriminada de encinas, el árbol característico de la dehesa, la expansión del urbanismo indiscriminado e, incluso, la caza furtiva.

Mayoral, vaqueros y todo el personal que rodea a la crianza del toro bravo han de tener una cualificación especial y una dedicación exclusiva debido a las características de una cría semisalvaje; y además influyen en la fijación del tejido rural.

Entre cuatro y cinco son los años que el toro vive plácidamente en la dehesa. Nos encontramos ante el animal que más tiempo vive en régimen de semilibertad, cuyo único fin es dar su bravura en la plaza. Precisamente, su largo ciclo productivo y sus características de manejo hacen que la cría del toro de lidia sea la producción animal más costosa que existe y que además esté sujeta a riesgos e incertidumbres. Estudios realizados por la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) han mostrado que el coste de producción del toro de lidia es de alrededor de 4.500 euros.

Las 540.000 hectáreas de dehesa ibérica dedicadas a la crianza del toro, suponen una superficie superior a la de Cantabria (532.000 hectáreas), La Rioja (504.000 hectáreas) o Baleares (499.200 hectáreas. En el campo bravo hay 194.931 reses repartidas por 1.281 ganaderías de lidia. La mitad de ese censo son vacas reproductoras, unas 88.700. Se estima en 15.000 el número de trabajadores ocupados en las explotaciones ganaderas de bravo.El toro, animal conservacionista

Y es que como explicaba José Carlos Arévalo en uno de los últimos números de la revista Taurodelta, el toro bravo es un animal conservacionista. Por su yantar con el belfo y su dentición inferior preserva la raíz de las praderas y las semillas caídas de los árboles para su reproducción; por su hollaje del suelo previene del fuego en periodos de sequía; por sus heces abona la tierra; por su peligrosidad defiende el territorio agreste de la invasión humana; por su carácter no depredador, coexiste con otras especies no herbívoras; da hospitalidad en su hábitat a aves migratorias y a otros animales silvestres; sólo tolera en 'el muladar' la presencia furtiva de carroñeros y, por el precio de su bravura mantiene o coopera en la rentabilidad ganadera.

Sistema extensivo

Si hacemos referencia a las ganaderías de la principal asociación de ganaderos de bravo de España, la UCTL, lo que siempre se han considerado las ganaderías de 'primera', comprenden 529 fincas vinculadas a 360 ganaderías. En total, se habla en el estudio de la UCTL de 280.450 hectáreas que engloban más de la mitad de los animales censados en el campo bravo.

La estimación no incluye las 32.941 hectáreas dedicadas a la ganadería de lidia que la UCTL tiene en Francia y Portugal. El primer dato que se desprende del informe es que cada ganadería de lidia se compone de una media de 1,5 fincas. Atendiendo a las necesidades de un sistema extensivo, resulta difícil limitar la crianza del toro a una única finca.

El segundo aspecto que conviene destacar es la distribución por regiones de las 280.450 hectáreas del campo bravo ligadas a las ganaderías de la UCTL. Según el informe, el 51,4% está en Andalucía; Extremadura gestiona el 17,9%; Castilla y León controla el 16,8%; Castilla-La Mancha suma el 11,2%; Madrid se anota el 2,3% y Murcia conserva el 0,4%.

En cuarto lugar, el estudio concluye que asciende a 1.651 millones de euros la totalidad de hectáreas que componen la superficie que ocupan las ganaderías de lidia en España adscritas a la Unión de Criadores de Toros de Lidia.

El informe estima un valor medio de 400.000 euros para el conjunto de inmuebles existentes en cada finca, los cuales pueden tener datos más o menos altos, dependiendo de la ganadería. Siguiendo esta metodología, el estudio eleva a 211 millones de euros el valor de los inmuebles mantenidos en las más de 280.000 hectáreas de la UCTL analizadas.

Por tanto, y a modo de conclusión, se valora la totalidad de hectáreas ligadas a la UCTL en España en un total de 1.862 millones de euros, de los que 1.651 corresponden a las hectáreas de la explotación y 211 a los inmuebles existentes en cada una. De media, cada ganadería ocupa 1,5 fincas y cada finca conserva una superficie de 530 hectáreas. En consecuencia, a cada ganadería le corresponde una superficie media de entre 795 y 824 hectáreas.

Patrimonio genético único

El toro de lidia es una obra perfecta de ingeniería genética, una especie única en el mundo, que es la raza bovina más antigua que se conserva con más de tres siglos de existencia. El toro bravo, en fin, es fruto de la labor de selección llevada a cabo por los ganaderos de bravo gracias a su romanticismo, intuición y dedicación.

Esta gran creación se ha ido adaptando durante tres siglos a la evolución de la Tauromaquia, gracias a su inigualable diversidad genética. de ahí la importancia de que no se pierdan las ganaderías de encastes minoritarios porque cada una de ellas es, en sí misma, un patrimonio genético único.

El valor medio de cada hectárea es de 5.886 euros. El precio más caro se sitúa en la Comunidad de Madrid, con 9.260€/ha. El más barato lo encontramos en Castilla-La Mancha, con 3.575€/ha. Más de la mitad de las hectáreas valoradas (el 51,4%) está en Andalucía, donde el precio medio es de 6.854€/ha. La explotación media tiene un valor comprendida entre los 4.7 y los 4,9 millones de euros.

Con todos estos datos queda clara y diáfana la importancia del toro bravo desde el punto de vista ecológico, pero también otra reflexión: El toro bravo sólo existe y existirá mientras haya y donde haya festejos taurinos. Si éstos desaparecen, desparecerá con ellos un animal único. Esto es algo objetivo, como sucede en todos los países del mundo en el que no se dan toros no festejos taurinos.

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