El parricida de Beniel: enfermo, sin dinero e "incapaz de asimilar el divorcio"

Un hombre mata presuntamente a su hijo de 10 años en Benuel
Un hombre mata presuntamente a su hijo de 10 años en Benuel

"No es normal que no haya entregado ya al niño". Esa fue la llamada de socorro de una madre que ahora llora desconsolada la pérdida de su hijo de once años supuestamente a manos de su expareja y padre del menor, David S.O., quien después se quitó la vida ahorcándose en la cocina de su vivienda en el municipio de poco más de 11.000 habitantes de Beniel (Murcia). Sobre él pesaba una denuncia por malos tratos y acoso, pero mantenía el régimen de visitas. Según relata uno de sus vecinos, "no había asimilado que se estaba divorciando". Francisco Javier asegura que "iba todos los días por el pueblo vigilando para controlarla" pero "nunca me hubiera imaginado que hiciera algo así". El trágico suceso ocurre en una semana negra tras la muerte de tres mujeres a manos de sus parejas.

Joaquín Cánovas, sargento de la policía local relata a La Información cómo tuvieron que llamar a un cerrajero para poder acceder al piso que la familia compartía hasta hace dos años. Al entrar vieron "un espectáculo macabro". En el pasillo encontraron al pequeño tumbado en el suelo en medio de un charco de sangre. Los agentes llamaron a los servicios de emergencia, que no pudieron hacer nada por su vida. Al padre lo encontraron ahorcado en la cocina. Eran las 23:00 horas. Desde las 20:30 horas el pequeño debería haber estado en la casa de la abuela materna, donde vive la Laura desde que dejó a su marido. Los agentes buscaron al pequeño por las calles del pueblo, sin éxito. Fue su hermano mayor el que entregó la llave para que intentasen entrar en ese tercer piso de la avenida Calvo Sotelo número 32 de la localidad murciana.

Cabizbajos y entre lágrimas, los familiares del menor se han mostrado destrozados. "No nos lo esperábamos", dicen. La madre del pequeño alertaba a las 23:00 horas mediante una llamada de que el padre no había dejado al pequeño en casa, como sí había hecho en otras ocasiones. Estaba incumpliendo el régimen de visitas. 

El presunto asesino fue condenado a principios de junio por un delito de coacciones a su expareja y se le impuso una orden de alejamiento, pero  hace apenas un mes la quebrantó, se acercó a ella y fue detenido. "No estaba bien",insiste Francisco Javier. "Ahora me he enterado que pedía dinero a todo el mundo. A mi me pedía el móvil para llamar a sus hijos", relata. También asegura que no soportaba a su suegra, una mujer muy querida en la localidad "porque siempre que podía participaba en todo". 

Este vecino no es el único que piensa que David no estaba bien. De hecho asegura que le confesó que padecía cáncer de hígado "y tenía esquizofrenia y vértigos... de todo". Otra vecina, Manuela, ante las cámaras de Antena 3 relata que últimamente le veía pasear solo por la localidad como "ido". Ella, que vive cerca del centro de salud, asegura que le veía "muy desmejorado". Cuando preguntó a los vecinos le dijeron que se "estaba medicando y que estaba deprimido". 

Este es el lado más atroz de la violencia de género: padres que matan a sus hijos para hacer daño a sus parejas. Desde 2013, fecha en la que se recogen como víctimas de violencia de género en la estadística oficial, ya son 29 los niños que han muerto en estas circunstancias.  Este niño de once años de Beniel y el menor asesinado el pasado 23 de abril en una cueva de Santa Cruz de Tenerife junto a su madre a manos de  Thomas Handrick son las dos víctimas de 2019.

"Los maltratadores saben cuál es el daño mayor y el daño mayor es quitarle la vida a tus hijos... los más malvados son los que llegan a hacer eso", aseguró Ruth Ortiz tras ese acuerdo histórico. Es la madre de los pequeños Ruth y José que murieron a manos de su padre, José Bretón. Es uno de los casos más sobrecogedores, pero no el único. En prisión permanente revisable está David Oubel, el parricida de Moaña, que asesinó a sus hijas de 4 y 9 años con una radial. Es una lista donde también encontramos nombres como Asunta, Gabriel Cruz...

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