Cronología de la epopeya de Ortega Cano

  • José Ortega Cano permanece en la UCI del Hospital Virgen Macarena de Sevilla en estado "grave" y sin aparente evolución tras chocar su coche frontalmente, el 28 de mayo, con otro vehículo cuyo conductor murió en el acto. El torero ha sido denunciado por la familia del fallecido y la Guardia Civil investiga las causas del siniestro con la certeza de que el matador invadió el carril contrario, la sospecha de que circulaba a más velocidad de la permitida y la hipótesis de que podría ir al volante bebido.
Ligera mejoría de Ortega Cano aunque persiste la gravedad
Ligera mejoría de Ortega Cano aunque persiste la gravedad
Luis M. García

Eran las once y media de la noche del sábado 28 de mayo. El torero y ganadero José Ortega Cano regresaba a su finca,Yerbabuena, ubicada en el kilómetro 11,8 de la carretera comarcal A-8002, que une las localidades de Castilblanco de los Arroyos y Almadén de la Plata, en la provincia de Sevilla.

A la altura de la urbanización La Colina, en el kilómetro 28, el monovolumen Mercedes-Benz R320 que conducía el torero invadió el carril contrario en una curva, chocando frontalmente contra un Seat Altea cuyo conductor, Carlos Parra, murió en el acto. Parra era vecino de Castilblanco de los Arroyos y el próximo día 20 hubiese cumplido 49 años.

También se vio implicado en el siniestro un tercer vehículo, modelo Citröen C-15, que colisionó contra el motor del Altea, aunque su conductor salió ileso del percance.

Ortega Cano fue trasladado al Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, donde aún permanece. Ingresó en estado crítico, con "una gran hemorragia por la boca fruto de graves lesiones internas", según fuentes hospitalarias. Allí fue operado en dos ocasiones y estabilizado en la UCI.

En la carretera A-8002, la velocidad está limitada a 90km/h. Algunos familiares de José Ortega Cano se afanan en recalcar que el torero circulaba a 70 km/h y, sobre todo, que no iba bebido, argumentando incluso un amigo del diestro que tomaba unas pastillas incompatibles con el consumo de alcohol.

Denunciado poco antes por conducción temeraria

Además de la posible velocidad inadecuada, existe otra circunstancia que también podría volverse en contra del torero: según varios medios locales y nacionales, como la edición sevillana del diario El Mundo, el vehículo de Ortega Cano había sido denunciado una hora antes del accidente a su paso por la localidad de Burguillos por conducción temeraria en pleno casco urbano.

Poco antes del accidente, el servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió una llamada alertando de que un coche circulaba a gran velocidad por la localidad, "realizando incluso algún adelantamiento extraño". El denunciante aportó las características del automóvil y la matrícula, 1478 FZG.

El 112 dio aviso a la Policía Local de Burguillos y a la Guardia Civil, confirmándose tras el accidente que el número de la placa del coche denunciado en Burguillos coincidía con el del coche de Ortega Cano.El primer atestado efectuado por la Guardia Civil tras el terrible siniestro mantenía que el coche del ganadero circulaba "a una velocidad inadecuada", aunque no muy superior a la permitida, cuestión que se sigue investigando al existir indicios claros.

Denunciado también por la familia de Carlos Parra

El abogado de la familia de Carlos Parra, el fallecido en el siniestro, interpuso el pasado martes, en el juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, una denuncia contra el diestro para que se investigue si en el accidente se produjo algún hecho constitutivo de delito.

En la denuncia, presentada por el letrado Andrés Avelino Romero Santos, se pide que el Instituto Nacional de Toxicología realice un análisis para determinar si en la sangre del diestro había sustancias que hubieran podido provocar una conducción inadecuada.

"Lo principal de la denuncia en este momento es que se pide al juez instructor que informe de la cadena de custodia de la muestra de sangre extraída al torero, en la actualidad en el centro hospitalario donde se encuentra internado, y que se traslade al Instituto Nacional de Toxicología para realizar un análisis y determinar si contiene sustancias que provocaran una conducción inadecuada", señaló el abogado.

Romero Santos añadió que a medida "que se vayan conociendo los elementos de prueba, la denuncia se irá ampliando"."No queremos hacer ningún tipo de declaración antes de que tengamos los elementos de prueba necesarios y suficientes", agregó.

Así, el pasado martes, el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla ordenó a los responsables del Hospital Virgen Macarena, donde está ingresado el que fuera marido de Rocío Jurado, que guardara una muestra de sangre en el caso de que le hubiera sido extraída al torero el día del accidente.

El juez tomó esta decisión después de que lo solicitara la semana pasada el fiscal de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, pues de existir esta muestra de sangre y no haberse desechado, se podría probar si el torero había tomado alcohol antes del accidente.

Control de alcoholemia

Al diestro no se le pudo efectuar un control de alcoholemía tras su accidente debido a la gravedad de sus heridas, aunque los médicos que le atendieron manifestaron que no presentaba síntomas evidentes de haber tomado alcohol, hecho con el que coincidieron los agentes de tráfico que acudieron al lugar del siniestro.

En cualquier caso, los Bomberos tardaron cerca de una hora y media en sacar a Ortega Cano de entre el amasijo de hierros en que quedó convertido su Mercedes, y con el tiempo el nivel de alcohol en sangre se reduce.

Acciones legales

En un comunicado remitido por el estudio legal Castelló el pasado martes, día en que la familia de Carlos Parra denunció al torero, la familia de Ortega Cano informaba de que "a fecha actual no existen indicios que permitan acreditar de forma inequívoca las causas del accidente, dado que las investigaciones no están todavía finalizadas", y amenazaban con emprender acciones legales contra todos los medios que hayan podido causar "daño a la imagen del diestro".

"Se están estudiando acciones contra aquellos medios que hayan podido cometer cualquier ilícito penal o civil por este asunto al revelar información inexacta", mantiene el comunicado.

En diversos programas de televisión de corte rosa y sensacionalista se ha llegado a mencionar que en el momento del accidente José Ortega Cano "triplicaba la tasa permitida de alcohol en sangre". Eso sí, sin argumentación alguna.

Mientras tanto, un equipo de expertos de la unidad de reconstrucción de accidentes de la Guardia Civil se desplazó esta semana desde Madrid a Sevilla para hacer una reconstrucción del siniestro sobre el terreno. La Benemérita aún baraja la hipótesis de una velocidad inadecuada para la vía como causa del accidente.

El equipo tomó medidas para calcular las trayectorias de los vehículos antes de chocar y se analizaron los ángulos de impacto y la deformación de los materiales para saber la energía que absorbieron en el impacto. De esta manera, en teoría, se podrá esclarecer la velocidad casi exacta a la que iba el torero.

Todo está en el aire

Sin embargo, el atestado preliminar realizado por la Guardia Civil de Tráfico, el pasado jueves, no determinó ni la velocidad a la que circulaba el diestro ni si éste había consumido alcohol.

En este sentido, los abogados de la familia del fallecido, Andrés Avelino Romero y Luis Romero, señalaron que en el atestado preliminar elevado al Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, únicamente se especifica que el golpe entre los dos vehículos fue frontal-angular, pero no determina la manera en que se pudo producir el siniestro, ya que ello vendrá determinado en el informe técnico que está elaborando el Instituto Armado.

Ambos letrados subrayaron que el atestado provisional no se pronuncia sobre la velocidad a la que podría haber circulado el matador de toros ni tampoco sobre si había consumido o no bebidas alcohólicas.

En el atestado, se incluye el testimonio del tercer conductor implicado en el accidente, que resultó ileso tras colisionar con el motor del Altea del fallecido, que se encontraba en medio de la carretera tras salir despedido después del choque. Éste únicamente señala que observó los dos coches ya accidentados en la A-8002.

Una locura

El torero desconoce que en el accidente murió el conductor del vehículo con el que chocó frontalmente, Carlos Parra, lo cual preocupa a algunos de sus allegados. "Puede que Ortega Cano cometa una locura cuando se entere de que ha muerto una persona en el accidente", señalaba Antonio Puerta, un compañero de profesión.

Puerta también apuntó que "ésa es la enfermedad más grave" y que "José no iba bebido porque desde que murió Rocío Jurado (el 1 de junio de 2006) bebía sus copitas pero lleva un año riguroso con unas pastillas con las que no puede beber".

Otro amigo del matador, Manolo Juárez, indicaba que "si mejora vivirá una segunda tragedia al conocer la muerte de Carlos Parra.

Ni mejor ni peor

El Hospital Virgen Macarena de Sevilla decidió el pasado martes no hacer más partes diarios sobre el estado de salud de Ortega Cano a no ser que ésta experimentara alguna novedad significativa.

El torero lleva ya 14 días en la UCI, "persistiendo su estado de gravedad y sin cambios evolutivos reseñables", bajo ventilación mecánica y sedoanalgesiado desde su ingreso, aunque en el parte facilitado este jueves se hablaba de una "ligera mejoría" al tiempo que se incidía en la "gravedad de su estado".

Su estado es "grave sin cambios evolutivos reseñables", aunque su familia aseguraba esta semana que había experimentado una leve mejoría tras disminuirle la sedación: "Ha empezado a luchar por vivir, hay una evolución, Ortega reacciona, obedece las órdenes de los médicos moviendo la mano", señalaba el martes Paco Ortega Cano, sobrino del torero.

Durante esta semana se ha hablado de que preocupaba mucho a los médicos el estado de su tobillo, pues presentaba una necrosis muy grave que requeriría de una pronta operación, a la que no se le ha podido someter debido a que también presentaba una insuficiencia respiratoria muy grave.

Sin embargo, en el parte facilitado el jueves se matizaba que"en ningún momento ha existido necrosis del tobillo izquierdo, que será sometido a intervención quirúrgica cuando la situación clínica del paciente así lo aconseje".

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