Cs da por seguro que no liderará el Govern y quiere pactar la mesa con JxCat

  • Quiere la presidencia de la misma para poder ejercer de "contrapeso democrático" del futuro Govern. Cs veta a Forcadell y Jordi Sánchez.
Inés Arrimadas, el diamante de Rivera
Inés Arrimadas, el diamante de Rivera

Cs no quiere liderar, como le reclaman constitucionalistas, empresarios y algunos medios de comunicación, un intento de optar al Govern. Considera que es inviable encabezar un gobierno que sería "permanentemente inestable". Consciente, pese a todo, de la lucha de poder entre JxCat y ERC (cada uno quiere que sus líderes sean el president y Puigdemont ya ha despedido el año como si lo fuera) lo que sí pretende es que su victoria en las elecciones (pese a no contar con escaños suficientes) se vea reflejada en la mesa del Parlament, que quiere presidir. 

Los independentistas de JxCat  ya han contestado que "el pueblo catalán ha votado que Ciudadanos esté en la oposición en todos los aspectos, y esto incluye también los órganos parlamentarios".

El portavoz parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha explicado que ya hay contactos con Junts per Catalunya (JxCat) y el PSC para intentar pactar una Mesa del Parlament cuya presidencia recaiga en la formación naranja y pueda ejercer de "contrapeso democrático" del futuro Govern.

Carrizosa ha argumentado que, dado que los independentistas -JxCat, ERC y la CUP- cuentan con una mayoría absoluta de 70 diputados, las posibilidades de configurar un Govern constitucionalista son remotas y, aunque eso acabase siendo posible, mantener su estabilidad sería "complicadísimo".

En cambio, según Carrizosa, si Ciudadanos asumiese la presidencia del Parlament merced a "un pacto democrático con el resto de partidos" con representación parlamentaria, "cabe suponer que sería una presidencia estable y aceptada por todos". Por ello, Ciudadanos ya ha abierto "conversaciones con JxCat, que es la segunda fuerza más votada, y con el PSC, que es la otra fuerza constitucionalista que tendría votos suficientes para formar parte de la Mesa", a fin de trasladarles este planteamiento.

"No hemos hablado de nombres, pero sí hemos dejado constancia de que, si al final, pese a nuestra mayoría en votos y en escaños en el Parlament, no podemos formar gobierno, sería sano democráticamente que el Parlament, que es el órgano que tiene que controlar al Govern, estuviera presidido por la fuerza más votada", ha señalado.

La mesa no puede ser comparsa del Govern

Para Carrizosa, si finalmente los independentistas llegaran a un acuerdo para la formación del nuevo Govern, un pacto para permitir que "la fuerza más votada" asumiese la presidencia del Parlament representaría "un gesto importantísimo", un "mensaje de estabilidad del que estamos muy necesitados en Cataluña".

Ese escenario garantizaría, a su juicio, que la cámara catalana no ejerciese de "mera comparsa de un gobierno rupturista", sino de "contrapeso democrático, muy bien visto en la sociedad".

JxCat descarta un acuerdo con Cs

Junts per Catalunya (JxCat) descarta llegar a un acuerdo parlamentario que implique conceder a Ciudadanos la presidencia del Parlament, según  fuentes de la candidatura del presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont. Aunque Cs no ha perdido la esperanza de un acuerdo JxCat no contempla la posibilidad de facilitar con sus votos que la presidencia del Parlament recaiga en Ciudadanos.

Según fuentes de la candidatura de Puigdemont, aunque Inés Arrimadas y su equipo llegasen a formalizar una propuesta de pacto, "JxCat no prevé que Ciudadanos tenga la presidencia del Parlament en ningún caso ni circunstancia, porque los independentistas han ganado las elecciones".

No a Forcadell y no a Jordi Sánchez

A raíz de los resultados del 21D, en los que Ciudadanos se erigió como primera fuerza con 36 diputados, seguido de JxCat (34) y ERC (32), Carrizosa ha recalcado que a su formación le correspondería "dos miembros en la Mesa: la presidencia o vicepresidencia y una secretaría".

En cuanto al candidato a presidir el Parlament, ha evitado dar por hecho ningún nombre, si bien ha destacado que el hasta ahora vicepresidente segundo de la cámara, José María Espejo-Saavedra, "ha hecho una labor extraordinaria" y "como presidente estaría a la altura de lo que se espera de un Parlament democrático".

Sobre la posibilidad de que las fuerzas soberanistas acaben pactando no sólo el nuevo Govern sino también la presidencia del Parlament, Carrizosa ha reclamado que "no traten de imponer a una persona muy significada del bloque independentista, como ocurrió en la legislatura pasada" con Carme Forcadell.

"No veríamos lógico que se nos vetara la presidencia del Parlament y se promoviese a una persona que no fuese en absoluto del agrado de la fuerza más votada ni del bloque constitucionalista. Sea quien sea el presidente, esperemos que no sea un mero títere del Govern y de los partidos independentistas", ha recalcado.

Para Carrizosa, Forcadell "no sería una buena presidenta" del Parlament en esta nueva legislatura, no sólo porque "no representa a todos los catalanes" sino porque además "está imputada" por su papel en el proceso independentista.

Pero "tampoco sería una buena idea", ha dicho, que el número dos de JxCat, Jordi Sánchez, sucesor de Forcadell al frente de la ANC y ahora encarcelado, pasara a asumir la presidencia del Parlament. "Si empezamos a proponer a personas tan significadas con la ruptura, eso nos llevará otra vez al conflicto y al bloqueo de las instituciones", ha alertado.

En cuanto a los comunes, ha remarcado que nunca ha contemplado "la posibilidad de que un partido con ocho escaños forme parte de la Mesa", por lo que le parecería "escandaloso" que los independentistas pactaran con ellos para asegurarles una secretaría a costa de uno de los dos representantes que pueden corresponder a Ciudadanos.

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