La aprobación de los Presupuestos de 2018 vuelve a complicarse. Ciudadanos, el apoyo parlamentario fundamental para sacarlos adelante, ha decidido plantarse ante Mariano Rajoy y exigirle que frené las concesiones al Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuyos cinco escaños también son necesarios para aprobar las cuentas públicas, si quiere contar con ellos.
Las exigencias de los vascos han ido aumentando en las últimas semanas conscientes de la necesidad de sus votos, algo que no ha gustado en absoluto a la formación naranja, que defiende que los ciudadanos, independientemente en la comunidad que residan tengan los mismos derechos y obligaciones.
El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, advirtió este lunes de que su partido no apoyará en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 si, a cambio del respaldo del PNV, el Gobierno concede a Euskadi la gestión de la Seguridad Social u ofrece "privilegios" a los presos de ETA.
"Si el pacto con el PNV sobre los Presupuestos supone romper la caja única de la Seguridad Social o dar nuevos privilegios a los presos etarras, Ciudadanos no apoyaría esos Presupuestos", declaró tras la reunión de la Ejecutiva permanente.
Villegas señaló que esa cuestión no se puede convertir en "moneda de cambio con los nacionalistas vascos para obtener su apoyo a los Presupuestos", y que la negociación para sacar adelante las cuentas públicas tampoco puede "amparar" la concesión de "privilegios para los presos de ETA".
Por ello, la formación naranja se opondrá a ese tipo de concesiones si finalmente se produjeran. Con los "privilegios" a etarras, Ciudadanos se refiere al traspaso al Gobierno vasco de la gestión de las prisiones y, sobre todo, al acercamiento de los presos de la banda terrorista a cárceles de Euskadi.
El partido liderado por Albert Rivera aseguró que vigilará que cualquier acuerdo que el Ejecutivo pueda alcanzar con el PNV o con otra formación para aprobar las cuentas públicas "no sea incompatible" con su programa electoral ni "contradictorio" con las medidas presupuestarias que Cs pactó el pasado septiembre, y votará en contra si eso no se cumple.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, negó hoy que el Gobierno haya hablado de "ninguna concesión" en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, y ha dicho que el Ejecutivo empezará a hablar con todos los partidos políticos una vez que las cuentas superen el debate de totalidad.
"El Gobierno no se ha posicionado en relación a ningún asunto. El Gobierno dialoga y si consigue alcanzar un acuerdo lo transmite, pero no anda con dimes y diretes permanentes sobre cuestiones particulares porque sería un infierno", incidió.
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