CSIF pide unidad del personal sanitario ante la gestión política del ébola

  • La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) ha pedido hoy "la unidad" de todos los profesionales sanitarios ante el debate suscitado por la gestión de la crisis del ébola en España y ha advertido de que "no se puede consentir" que la Administración les "lleve por delante".

Madrid, 31 oct.- La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) ha pedido hoy "la unidad" de todos los profesionales sanitarios ante el debate suscitado por la gestión de la crisis del ébola en España y ha advertido de que "no se puede consentir" que la Administración les "lleve por delante".

Así lo ha pedido hoy la portavoz de CSIF, Elena Moral, en una rueda de prensa para dar a conocer las denuncias que este sindicato ha presentado ante la Fiscalía de Madrid y la Inspección de Trabajo contra los gerentes del Summa y del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid en defensa de los profesionales sanitarios por los riesgos a los que han sido expuestos en la crisis del ébola.

Ha denunciado que el Gobierno y sus responsables no han sabido gestionar adecuadamente la crisis desatada tras el primer contagio por ébola en España, lo que ha ocasionado "un auténtico caos".

"Pedimos la unidad de todos los profesionales, no debemos consentir que la Administración nos lleve por delante", ha subrayado Moral.

Ha explicado que en Madrid hay en torno a 60.000 profesionales sanitarios. "Todos los días entramos a trabajar, salimos de trabajar, no transportamos enfermedades, sí nos contagiamos todos lo días y lo pasamos en nuestra casa como cualquier hijo de vecino", ha subrayado.

Se trata -ha insistido- de algo que el profesional que trabaja en la Sanidad lo tiene como algo a añadido a su profesión.

"No debemos prestarnos a entrar en diferencias entre los profesionales porque la Administración no haya sabido gestionar" la crisis del ébola.

Moral ha censurado, asimismo, la actitud del médico Germán Ramírez, que informó en su día a la prensa de que la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, Teresa Romero, había admitido que se pudo haber tocado la cara con un guante después de haber atendido al misionero Manuel García Viejo.

"Si se dejó presionar para hacerlo lo ignoro, pero ninguna persona con un poco de ética lo hubiera hecho", ha afirmado.

"No se entra en una habitación para preguntar a una persona con 40 de fiebre e insistirle en si se ha tocado la cara con los guantes", ha señalado.

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