Interioridades de un acto marcado por el coronavirus

Cuatro horas con Vox en Vistalegre: de militares y policías a los dardos por el 8M

Cuatro horas con Vox en Vistalegre: de militares y policías a los dardos por el 8M
Cuatro horas con Vox en Vistalegre: de militares y policías a los dardos por el 8M
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Vox ha demostrado en Vistalegre III que tiene las ideas claras, que sabe transmitirlas y que, lo que muchos otros partidos querrían, que sus finanzas gozan de una salud envidiable para encarar los próximos años. Seis años después de su creación y con 52 diputados, el partido de Santiago Abascal ha protagonizado un potente ejercicio de músculo tanto político como económico. Es innegable que la formación tiene tirón y que sabe lanzarse a la yugular del Gobierno y otros partidos rivales en determinados asuntos clave. Y aprovechó el 8-M para ello. Fueron tres horas de lo más entretenidas, con música de fondo y, cómo no, con el himno de España a modo de cierre.

Vox cree que está en condiciones de gobernar en España. Sus dirigentes piensan que Santiago Abascal podrá llegar a La Moncloa en las próximas generales, según explicaban este domingo en el palacio madrileño varios de sus dirigentes. Era un día de euforia, como los congresos de todos los partidos, pero el ascenso de Vox es para tenerlo en cuenta. Y todo pese a la "campaña de demonización" que denuncia el partido.

El primer Vistalegre de Vox fue en octubre de 2018 y el partido no tenía representación. Abascal venía de dar mítines con un altavoz en un banco de Sevilla. Dos meses después llegaron los doce diputados en Andalucía. Luego vino Vistalegre Plus Ultra y los 52 parlamentarios en el Congreso. Ahora aspiran a llegar a las cámaras de País Vasco, Galicia y Cataluña. "Somos la única fuerza que defiende a España de la amenaza de los independentistas (…) Estamos aquí para decir basta", presumió el presidente del partido. "La soberanía nacional es innegociable", proclamó el líder de una formación consiguió llevar a los líderes de la Generalitat al banquillo.

Desde primera hora de la mañana se veía venir que Vistalegre III estaba concebido para ser un éxito. Gran despliegue de medios: con un escenario cuidado, al estilo americano, tres pantallas gigantes, vatios de megafonía, cámaras alquiladas para una producción audiovisual cuidada especialmente, voluntarios organizando, seguridad… El coronavirus aguó un poco la fiesta, ya que no se pudo completar el aforo. Aún así en el partido destacan que más de 10.000 personas siguieron por streaming el acto.

Es llamativo ver el éxito que tiene Vox entre un colectivo concreto de trabajadores públicos: los militares, guardias civiles y policías. Decenas de ellos en la grada presumían de apoyar a Abascal. Portaban banderas y no les importaba desvelar en qué unidad se encuentran destinados. Por ejemplo se pudo ver a una destacada representación de la Brigada Paracaidista. El partido les quiso cuidar y por eso puso su himno por la megafonía.

Por los altavoces también sonó Nino Bravo ("al partir un beso y una flor"…) o alguna canción ‘vintage’ (‘El imperio contraataca, de Los Nikis). Pero el tema estrella fue, sin duda, el ‘que viva España’ de Manolo Escobar. Qué manera de cantar, la de algunos en la grada. Todo ello mientras Víctor Sánchez del Real ejercía de ‘speaker’ e iban pasando por las cámaras vídeos con discursos de los líderes de Vox. Todo muy cuidado.

En Vistalegre III también se dieron cita los famosos ‘influencers’ de Vox.

Se trata de ese ejército de afiliados y simpatizantes que cuentan por miles sus seguidores en las redes sociales. Ellos son el verdadero motor de difusión de los mensajes del partido. Utilizando el sistema de cascada hacen llegar las consignas y decisiones donde Vox no podría alcanzar de otra forma. En el palacio madrileño presumían de seguidores, de consignas y de no cortarse ante nada ni nadie. Llegaron de Barcelona, de Asturias, de País Vasco…

Luego llegaron los discursos de los líderes y eso ya fue la guinda. Abascal protagonizó un discurso cuidado, redactado por él y en una clara clave electoral, pensando en entrar en los parlamentos vasco y gallego. Las referencias a los "golpistas y asesinos", el "fraude" de Pedro Sánchez, menciones a Pablo Iglesias e Irene Montero… Y un asunto importante: una enmienda a la totalidad a la emergencia climática como "excusa" para subir impuestos.

Y un asunto importante: Vox eligió el 8-M a conciencia para celebrar Vistalegre III. No fue casual. El partido aprovechó para criticar el "sola y borracha" de Montero y a presumir de "mujeres libres". Sin duda fue uno de los momentos más celebrados por el público. Un público que, por cierto, se marchó encantado con el discurso final de Abascal. Y con su banderola de España o de Vox, regalada, bajo el brazo.

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