El cuidado de hijos sigue siendo cosa de mujeres. No por casualidad ellas cobran en torno a un 15% menos que los hombres, de acuerdo con la oficina estadística europea Eurostat, y acaban por cobrar menores pensiones. La principal causa de esta merma retributiva no es otra que la maternidad y todo lo que conlleva: las madres, en general, interrumpen su vida laboral durante más tiempo que los padres.
Así lo corrobora el módulo especial sobre conciliación entre la vida laboral y familiar que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA): el 87% de los hombres que abandonan su trabajo en algún momento desde que acaban los estudios para cuidar de sus hijos lo hacen por un periodo inferior a seis meses. Ese porcentaje cae hasta el 50% entre las mujeres, que dedican mucho más tiempo a atender a hijos propios o de sus parejas.
En concreto, las mujeres interrumpen su vida laboral para atender a los pequeños entre seis meses y un año en el 21% de los casos, y entre un año y dos en el 9% de los casos. Pero es más, el estudio revela que las diferencias entre ambos sexos son más pronunciadas cuando se habla de dejar de trabajar por un tiempo de más de dos años, algo que hacen el 18% de las mujeres y solo el 3% de los hombres.
Las diferencias no acaban ahí. Aunque gracias a los avances en materia de igualdad cada vez más hombres abandonan su trabajo por permiso de paternidad (los que lo hacen únicamente por este motivo suponen el 67%, frente al 57% de mujeres), ellas optan más por la excedencia por cuidado de hijos. Estos datos se ven respaldados en las estadísticas de la Seguridad Social, donde ha repuntado de manera notable el gasto en prestaciones de paternidad desde la ampliación de los permisos de baja de cuatro a cinco semanas.
La encuesta también revela que el porcentaje de mujeres que cuida únicamente de familiares dependientes es del 6,5%, frente al 3,6% de los hombres. Mientras, la proporción de mujeres que cuida solo de hijos menores de 15 años también es mayor que la de hombres (29% frente a 27%). Además, ellas se encargan de atender al mismo tiempo hijos y familiares dependientes en un 2% de casos, frente al 1,5% de ellos.
Problemas para conciliar
La conciliación, en general, no es sencilla para los trabajadores españoles. Casi la mitad se declara incapaz de modificar su jornada laboral para poder asumir responsabilidades relacionadas con el cuidado de otras personas. Entre los que sí pueden cambiar el inicio o el final de su horario el porcentaje asciende al 49% para las mujeres y al 43% para los hombres. Por tipo de jornada, los asalariados con jornada completa tienen más flexibilidad en un 45% de los casos, frente al 50% de los que trabajan a jornada parcial.
Por otra parte, el 48% de los asalariados con responsabilidades de cuidado de otras personas podían organizar en general su jornada laboral para disponer de un día libre. Este porcentaje es del 46% en los hombres y del 49% en las mujeres. Por tipo de jornada, los que tienen jornada completa y pueden organizarla para tomar un día libre son menos que los de jornada parcial (46% frente a 54%).
Por sectores económicos, en términos generales, los que tienen más fácil conciliar son los trabajadores de los servicios y la industria, frente a la agricultura. Asimismo, por ocupaciones, gozan de mayor flexibilidad los directores y gerentes, contables y administrativos de oficina, así como los militares, mientras se encuentran con más trabas los operadores de maquinaria y montadores y los trabajadores de la construcción y del sector agrícola, ganadero, pesquero y forestal.
La encuesta también detalla otros obstáculos para la conciliación entre los ocupados. Así, el 67% no consideran que ninguna característica de su empleo dificulte la conciliación. Sin embargo, el 12% afirman que la jornada laboral larga lo dificulta y el 11% que los horarios de trabajo imprevisibles o difíciles son los principales obstáculos. Por sexo, la jornada laboral larga afecta más a los hombres (13% de los ocupados con responsabilidades de cuidado) que a las mujeres (10%).
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