Cultura apuesta y cree necesaria la participación de la aef en el debate sobre la ley de mecenazgo


La directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, Teresa Lizaranzu, consideró hoy necesaria la participación de la Asociación Española de Fundaciones (AEF) como interlocutora en el debate sobre la nueva Ley de Mecenazgo. Son declaraciones realizadas durante su conferencia ofrecida en el marco de la Asamblea de la Asociación, que se ha celebrado hoy en Fundación Telefónica. Durante la Asamblea, se han aprobado la memoria de actividades, así como las cuentas anuales de la AEF correspondientes al ejercicio 2011.


De este modo, Lizaranzu destacó la necesidad de impulsar las donaciones privadas tanto de particulares como de empresas y resaltó la importancia de las "micro-donaciones".
Además, explicó que la nueva ley no limitará la mejora fiscal al ámbito cultural sino que se ampliará a todo tipo de fines de interés general, al tiempo que dejó claro que no se trata de sustituir la actuación de los poderes públicos sino que es una vía complementaria.
Con la reforma de la Ley, subrayó, se persigue fomentar una cultura participativa y no dependiente de las subvenciones. Por ello, dijo, se trata de una normativa que dará un amplio protagonismo y a la sociedad y mayor visibilidad al mecenazgo, a través del reconocimiento público por parte de las Administraciones Públicas al mecenas.
Ley Mecenazgo
Para la Asociación Española de Fundaciones (AEF), el papel del sector fundacional es "esencial" en áreas como la acción social, la educación, la investigación e innovación, la cultura, la conservación del medio ambiente o la cooperación al desarrollo, entre otras, completando o sustituyendo, en muchos casos, a la iniciativa pública, enfrentándose estas entidades a una reducción tanto de la financiación pública como la privada.
En este sentido, la AEF sostiene que "no debe percibirse la reforma del mecenazgo como un elemento que contribuya a la reducción de los recursos públicos", ya que el aumento de los incentivos y sus repercusiones en una mayor participación social a las actividades de interés general, tendrá "con toda seguridad" los efectos positivos sobre el PIB, el empleo y, en consecuencia, sobre el déficit público.
Así, la AEF plantea como líneas "fundamentales" en la futura reforma, por un lado, la elevación de los porcentajes de deducción en la cuota del IRPF, del Impuesto sobre Sociedades y del Impuesto sobre la Renta de no Residentes, por las donaciones y aportaciones que se realicen a entidades beneficiarias del mecenazgo, contribuyendo así a la financiación de actividades y servicios de interés general que, en otro caso, tendrían que ser atendidas por los presupuestos del sector público.
Por otro lado, propone la deducción en la cuota de IRPF del 100% de los donativos que no superen unas cuantías cercanas a los 150 euros, con el objetivo de contribuir a estimular la participación de ciudadanos en la financiación de las actividades de interés general y al fortalecimiento de la sociedad civil.
También apunta una regulación "adecuada", desde el punto de vista fiscal de las donaciones en especial, particularmente de las donaciones de servicios, otorgándoles un "adecuado" beneficio fiscal, y reconociendo así la labor social y económica de profesionales y empresas, tan "relevantes" en la actualidad para las entidades beneficiarias del mecenazgo.
Asimismo, la AEF pide la equiparación de los incentivos fiscales previstos para los convenios de colaboración empresarial en actividades de interés general, a los de las donaciones puras y simples, reconociendo así el carácter altruista de quien colaboran con las entidades beneficiarias de mecenazgo.
Además, llama la atención sobre la participación del sector de las entidades beneficiarias del mecenazgo en la definición anual de las actividades prioritarias de mecenazgo, dando voz al sector en la determinación de aquéllas que se consideren más relevantes de acuerdo con criterios sociales.

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