Casado y Almeida la defienden 

La cúpula del PP se mantiene en guardia en la guerra de Ayuso contra Moncloa

La estrategia de confrontación de la presidenta madrileña ya fue rechazada por otros líderes autonómicos. Génova mantiene su respaldo público, pero hay dirigentes que evitan defenderla expresamente. 

La dirección del PP, reunida con su líder, Pablo Casado
Los barones del PP guardan silencio: no apoyan a Ayuso en su pelea con Sánchez
EFE

La decisión de Isabel Díaz Ayuso de confrontar con el Gobierno central hasta las últimas consecuencias ya tiene consecuencias dentro de su partido, el PP. Tras la contundencia de la postura que ha tomado la presidenta madrileña contra Pedro Sánchez, su partido se ha visto obligado a mantener la presión política. Muchos no se mojan, especialmente aquellos que pertenecen a otros territorios o son barones del partido. Y otros critican a Moncloa o al jefe del Ejecutivo central, pero pasan más por encima cuando se trata de vincularse a una defensa de la gestión de Ayuso. Algo que ya lleva tiempo ocurriendo entre las filas 'populares', y que se ha vuelto a evidenciar con el último choque que ha acabado con la declaración del estado de alarma en nueve municipios de la Comunidad de Madrid.  

El controvertido papel que ha desempeñado Ayuso desde que estalló la pandemia ha sido motivo de debate constante entre los conservadores. Pero el líder, Pablo Casado, nunca ha dado muestras de retirarle su apoyo expresamente. De hecho, es de los pocos apoyos públicos que le quedan a la presidenta, sin contar a los consejeros que nombró ella para la coalición con Ciudadanos. El último respaldo ha sido este mismo viernes, tras la declaración del estado de alarma, en una intervención en la que Casado ha cargado contra Sánchez y ha asegurado que su formación seguirá a Ayuso en todas sus decisiones. El otro 'peso pesado' que apoya sus medidas es el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que además ejerce de portavoz del PP.

Pero más allá de estos dos nombres relevantes, no hay otros dirigentes fuertes que hagan suyo el discurso de Ayuso. Y ya se han podido ver distintas formas de no subirse a su carro. Entre ellas está la que utiliza Teodoro García Egea, que sí carga contra el Gobierno por su actitud hacia Madrid o por la declaración del estado de alarma. Pero no suma a estos reproches un respaldo a la presidenta madrileña y usa la fórmula de que "el PP lucha con rigor, seriedad y criterios sanitarios". Lo mismo ocurre con otros miembros de la cúpula de Génova. Aunque las fuentes consultadas por esta redacción aseguran que "sí ha habido respaldo expreso" al plan de la jefa regional para controlar la pandemia. 

Las otras autonomías del PP

Quienes son más claros en su intención de desmarcarse de Ayuso son los otros presidentes regionales del PP. Los casos de Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Fernández Mañueco, que gobiernan en Galicia y Castilla y León respectivamente, son los más claros. El primero ha optado por el plan de hacer confinamientos perimetrales a localidades enteros, y el segundo decidió aplicar la orden del Ministerio de Sanidad para restringir la movilidad y que en un primer momento solo afectaba a Madrid. Y lo hicieron transponiendo dicha orden a la ley sanitaria de 1986, lo que ha facilitado que los Tribunales Superiores de Justicia de sus regiones ratificaran dichas medidas. Algo que no hizo la Comunidad de Madrid, y que les ha permitido confinar diversos municipios de manera perimetral. 

En las discrepancias con la autonomía madrileña del resto de CCAA gobernadas con el PP siempre destaca el Ejecutivo de Mañueco, donde también gobiernan juntos los 'populares' y Ciudadanos. El gesto definitivo sucedió la pasada semana, cuando Castilla y León votó a favor del plan del Ministerio de Sanidad que restringía la movilidad en 10 ciudades madrileñas. Algo que su vicepresidente, Francisco Igea, justificó con que eran las medidas adecuadas. Esa ruptura del bloque de los de Casado en las reuniones de las comunidades con el Gobierno central fue la confirmación de que ya se había abierto una grieta. Y que Mañueco e Igea aplicaran las restricciones provocó que Ayuso se quedara sola del todo.

La decisión de la Comunidad de Madrid de recurrir la orden de Sanidad que finalmente rechazó el TSJM mostró otra de las grietas. Ninguna otra de las autonomías del PP decidió unirse a interponer ese recurso ante la Audiencia Nacional. El presidente andaluz, Juanma Moreno, lo descartó públicamente. Feijóo y Fernando López Miras, responsable del gobierno murciano, volvieron a optar por el silencio ante su colega madrileña. En las últimas horas tampoco han salido a respaldarla. Lo que sí hicieron todos ellos es criticar a Moncloa y a Pedro Sánchez por no coordinarse con las autonomías para la lucha contra la Covid-19.

A pesar de todo lo anterior, Isabel Díaz Ayuso es quien lidera la acción política en Madrid. Algo que tienen muy claro sus socios de Ciudadanos, que tampoco respaldan su estrategia de ir al choque constante con el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos. Ignacio Aguado lo ha manifestado públicamente, ya que él quería un pacto con Sánchez para evitar el estado de alarma. Ayuso impuso su criterio. Aun a costa de quedarse sola. Como ya está ocurriendo entre el más alto rango de su partido.

Mostrar comentarios