Dalái lama promete volver a México en 2012 invitado por expresidente Fox

  • El dalái lama Tenzin Gyatso, líder espiritual de los tibetanos, prometió volver a México en 2012 invitado por el expresidente de este país Vicente Fox, quien ayer mantuvo una audiencia privada con él, informó hoy el Centro Fox.

México, 10 sep.- El dalái lama Tenzin Gyatso, líder espiritual de los tibetanos, prometió volver a México en 2012 invitado por el expresidente de este país Vicente Fox, quien ayer mantuvo una audiencia privada con él, informó hoy el Centro Fox.

Un comunicado difundido hoy por esa institución detalla que el dalái lama recibió al expresidente en una audiencia privada que tuvo lugar en un hotel de Ciudad de México.

"A invitación expresa del licenciado Vicente Fox de visitar el Centro Fox su excelencia el dalái lama se comprometió a asistir el próximo año" a este recinto ubicado en San Cristóbal, en una hacienda cercana al rancho familiar localizada en el central estado de Guanajuato.

Según el comunicado, durante la reunión, que duró 45 minutos, el expresidente Vicente Fox y el dalái lama conversaron sobre la visita a México del líder espiritual de los tibetanos y sobre su visión de los problemas que aquejan a esta nación norteamericana.

"El dalái lama habló sobre la paz como la ausencia de violencia, así como de la paz interior y la felicidad, que es la misión última del ser humano", agregó el escueto boletín.

También ayer el presidente de México, Felipe Calderón, sostuvo un encuentro privado con el dalái lama en el que reiteró el apego de su Gobierno "al principio de una sola China".

En la reunión, celebrada en la residencia oficial de Los Pinos en el marco del primer día de visita del dirigente espiritual a México, Calderón y el líder tibetano conversaron sobre "la importancia de promover valores éticos en las sociedades contemporáneas", señalaron fuentes oficiales tras el encuentro.

El encuentro con Calderón ha desatado algunas críticas del Gobierno chino contra el mexicano, ya que Pekín consideró que la celebración del mismo interfirió en los asuntos internos de la República Popular China.

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