Dani Mateo pide derivar a Alcobendas su caso para quitarse de encima al instructor

  • El titular del juzgado número 47 de Madrid le citó como investigado por delitos de odio y ultraje tras sonarse la nariz con la bandera de España.
El cómico y presentador Dani Mateo declara como investigado por sonarse la nariz
El cómico y presentador Dani Mateo declara como investigado por sonarse la nariz
Ricardo Rubio - Europa Press

El presentador y humorista Dani Mateo está intentando que la causa penal abierta en Plaza de Castilla por sonarse la nariz con la bandera de España se derive a un juzgado de Alcobendas. Considera que este municipio es el que tiene la competencia para instruir el procedimiento puesto que estos hechos en cuestión ocurrieron en San Sebastián de los Reyes, sede de los estudios de La Sexta, localidad contigua, precisamente, a Alcobendas.

Según informan fuentes jurídicas a La Información, el cómico ha recurrido el auto del juez Adolfo Carretero ante la Audiencia Provincial de Madrid para que sea este órgano el que se pronuncie sobre el devenir de la causa. De acceder a su petición, Dani Mateo afrontaría el procedimiento con mayor optimismo puesto que el cambio de magistrado podría suponer una modificación también en los delitos que actualmente se le atribuyen.

A juicio del actual instructor, lo que hizo Mateo en el 'sketch' que tanta polémica suscitó es constitutivo de delito de odio y de ultraje a los símbolos nacionales. Esto quiere decir que se podría enfrentar, en el peor de los casos, a una pena de hasta cinco años de cárcel y multa de doce meses. Una tesitura que preocupa y mucho al humorista, según explicó él mismo a su llegada a los tribunales el pasado 26 de noviembre, cuando dijo que le inquietaba que un payaso acabara, por estos hechos, ante la Justicia. 

De esta forma, Mateo cumplió con el requerimiento del magistrado que abrió procedimiento y le citó a declarar el pasado 23 de noviembre, tal y como adelantó este medio. Eso sí, una vez en el juzgado prefirió guardar silencio y no responder a las preguntas de las partes (ni de su defensa ni del sindicato del Cuerpo Nacional de Policía ASP, que ejerce la acusación) ante la ausencia del fiscal del caso. 

De hecho, y pese a la rapidez con la que se han cumplido los plazos, el presentador intentó sortear el 'paseíllo' judicial y recurrió la apertura de la causa, aunque el instructor desestimó la petición porque lo hizo fuera del plazo de tres días que marca la Ley desde la notificación de la resolución. Sea como fuere, la estrategia de su defensa pasa ahora por trasladar el procedimiento a un juzgado de la demarcación próxima a la localidad donde La Sexta tiene sus estudios centrales.

Repercusiones fuera del ámbito judicial

Al margen del recorrido jurídico que pueda tener el 'gag' de la controversia, lo cierto es que le está pasando factura a nivel personal y profesional. De hecho, el revuelo causado provocó que distintas marcas de las que era imagen, como es el caso de Clínica Baviera, decidieran rescindir los contratos firmados con él al entender que había faltado el respeto a uno de los símbolos del país. 

Las principales repercusiones se dejaron sentir, no obstante, en la red social de Twitter, donde defensores y detractores del humorista abrieron un profundo debate sobre los límites del humor. Incluso él mismo se disculpó por estos hechos al igual que hizo El Gran Wyoming quien, tras el revuelo provocado, aseguró que no había intencionalidad política ni posicionamiento editorial detrás de ello y, por ese motivo, pedían "disculpas sinceras" a todos los que se habían sentido ofendidos por lo ocurrido.

Mostrar comentarios